I Want You Back /en edición/

Dieciocho

Julianna

4 de marzo del 2018

¡Por fin era miércoles! El día de los gemelos Fosatti, y en el que decidí que era momento de un terrible ataque de estornudos y fiebre.

Mis padres y Ammy habían estado en mi habitación minutos antes de que mi despertador sonara, con un pequeño pastel y el feliz cumpleaños. Apenas abrí los ojos, un estornudo se hizo presente, y fue cuando Isabel se acerco a mi cama.

—Mi amor estás hirviendo en fiebre —dijo angustiada tocando mi frente y mis mejillas.

—¿Qué? —pregunté mirándola. No me sentía bien, eso era seguro, pero quería ver a mi hermano, no podía faltar a la escuela.

—Hermana, ¿estás segura de que quieres ir a la escuela? —pregunto preocupada Ammy —no te ves muy bien.

—Me siento perfecta —me levante de la cama, pero caí de inmediato —oh no, olvídenlo —negué. Me sentía fatal y con unas enormes ganas de vomitar.

—Trae toallas y agua fría, cariño —le dijo Isabel a Gian Carlo. Él asintió y dejó dos bolsas de regalo a un lado de mi cama, para después salir por la puerta de mi habitación.

—Te quedarás en casa hoy, y es una orden —me dijo autoritaria Isabel. Asentí sin replicar y me acomode en posición fetal.

Isabel falto al trabajo aquel día, y entre ella y Maggie estuvieron dándome los cuidados que necesitaba, y traían lo que pedía.
Mi celular sonó a aquello de las diez de la mañana, la hora del almuerzo en la escuela.

"Juli 👫"

Tome mi celular y conteste intentando ocultar mi estado de ánimo.

"Hola, gemelo"

"¡Estás enferma!" Fue lo primero que dijo.

"Feliz cumpleaños a ti también" respondí con ironía.

"¡Feliz cumpleaños a ti! ..." Comenzaron a cantar al unísono. Mientras lo hacían, yo me concentraba en no vomitar y escuchar con atención su canto.

"Escuchamos a Jul decir que estás enferma. ¿Qué sucede?" Preguntó preocupado Harry.

"Estoy resfriada y tengo fiebre. Siento no haber ido hoy a la escuela, chicos" dije triste.

"Tu salud es primero, Julie" se escuchó la voz de Jess.

"La nerd tiene razón" estuvo de acuerdo Kaila "Descansa ahora, porque no lo harás en la tarde que estemos allí"

"Bien, los veo más tarde" respondí caminando directo al baño, con Winston detrás mío.

"Adiós, bonita" se despidió Louis y todos comenzaron a burlarse de él.

Sin pensarlo mucho, colgué la llamada y devolví el desayuno.
En serio odiaba estar enferma.
Después de lavarme los dientes me recosté sobre mi cama, y me dormí un rato.

Isabel entró en mi habitación y comenzó a hablar con alguien. Abrí los ojos y me encontré con Tom, y un señor a un lado.

—Feliz cumpleaños preciosa —se acercó Tom y se inclinó hacia mi —¿como te sientes? —acarició mi cabello.

—Gracias, me siento bien —intente sonreírle.

—Eso es mentira —me sonrió y acaricio mi mejilla.

—Por eso vine yo —se acercó el señor de cabello canoso.

—Hace frío allá afuera, y el doctor Murphy me ha hecho el favor de venir hasta aquí —dijo Isabel.

El doctor sacó su instrumental y comenzó a checarme. Dijo que tenía las defensas bastante bajas y que no podría salir de casa hasta dentro de cuatro días.
Me recetó medicamento y después de haberme regalado una paleta de miel, salió de mi habitación con Isabel detrás.

—¿Cómo fue que te enfermaste? —preguntó sentándose a un lado mío en la cama.

—Supongo que era por los cambios de temperatura. La casa tiene calefacción en todas partes, y afuera hace mucho frío —me encogí de hombros —la pregunta aquí es; ¿cómo te enteraste que estaba enferma? —alce una ceja.

—Fuentes cercanas al artista revelaron que la chica extranjera estaba vomitando el desayuno a las diez de la mañana —me sonrió divertido haciéndome reír. Claro que tenía que ser Harry.

—Lo odio —respondí entre risas.

—Así que dime lo que necesites, seré tu esclavo este día —me sonrió tierno.

—Quiero que caves un hoyo en el patio para enterrar mis restos —dramaticé, haciéndolo reír.

—¿Dónde te gustaría que cavara? —preguntó tocando su barbilla, pensativo.

—Pensé a un lado de la antigua casa de muñecas de Ammy.

—Suena bien, así estarás siempre acompañada de tus sobrinos —palmeo mi mano y yo asentí.

—Jugare con ellos, dalo por hecho.

—Julie —entró Isabel por la puerta —iré a comprar tu medicamento. Espero no tardar mucho, cielo. Cualquier cosa me llamas, aunque, veo que estás muy bien acompañada —sonrió mirándonos a ambos.

—Él solo vino a enterrarme en el patio, y aprovechara tu ausencia para hacerlo.

—Es cierto, ya lo planeamos —me apoyo Tom.

—Locos —negó ella, y salió de allí nuevamente.

—¿Te apetece algo de Rick y Morty? —alzó una ceja, y yo asentí.

Tom se acostó a un lado mío, después de cubrirme de pies a cabeza con las sábanas y de colocarme calentadores en los pies, acción que me causo bastante gracia, ya que mientras se encargaba de colocármelos, decía frases que una señora grande diría. Reprodujo la serie, y comenzamos a verla. Tiempo después, Winston subió a mi cama y se acostó al pie de ambos, mientras Duke, el gran danés, se echaba frente a la misma.

—Tus perros cuidan muy bien de ti —me miro el rizado.

—Nos encariñamos muy rápido —admití con una sonrisa.

—Así pasa con la gente como tú, alegre y tierna —me miro con una sonrisa.

—Oh, basta viejo —golpee levemente su brazo. No debía admitir en voz alta que su comentario me había sonrojado.

Minutos más tarde ya tenía los ojos cerrados, perdiendo la noción del tiempo. Me sentía muy cansada, y el cuerpo me dolía.

-

Desperté por el sonido de una cámara, seguido de risas.
Mis amigos se encontraban riéndose de mi alrededor de mi cama. Tom aún estaba allí, dormido a un lado mío.

—¿Qué sucede? —preguntó adormilado.

—Te quedaste dormido en la cama, con Julie —respondió Julián en un tono frío.

—¿Tomaron fotos? —pregunte algo alarmada.

—Así es, querida estúpida —sonrió Kaila, guardando su teléfono.

—No se las muestren a Louis, por lo que más quieran —suplique y me senté en la cama.

Harry, Jess y Sam cargaban globos de helio y Julián un pastel, y varios regalos.

—Esto es para ti —me dio una bolsa de regalo.

—Espera —me levante con lentitud de la cama, y caminé hasta mi escritorio, en donde descansaba el regalo de Julian.

Nos dimos un fuerte abrazo que duró varios minutos. Era bastante reconfortante saber que era mi primer cumpleaños a lado de mi gemelo.