Treina y Uno

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Julianna

Era sábado. El día que cumplía un mes junto a Thomas. Mi regalo no era ostentoso, ya que no había nada que le gustara, y que él no tuviera.

Me miré por última vez en el espejo de cuerpo completo, y me gustó lo que vi. Cómo el calor comenzaba a notarse en Kingston, decidí usar un jumpsuit a rayas, y unos tacones no muy altos, pues Tom y yo teníamos casi la misma estatura, y de antemano sabía que no le agradaba que usara tacones tan altos. Y como lo hacía diario, usaba el collar que me había obsequiado en Navidad.

-¿Adónde tan arreglada? -preguntó Ammy dejándose caer sobre mi cama. Eran apróximadamente las seis y media, y por lo que sabía, su novio Jimin no tardaba en llegar.

-Hoy cumplo un mes con Tom -mencione con una sonrisa. Me coloqué las arracadas en forma de aro y revise que ningún cabello se saliera de su lugar en mi peinado.

-No sabía -se vio sorprendida -no vayas a tener hijos todavía, por favor -me miró con una mueca, suplicante y yo la miré ofendida.

-Me duele que siquiera pienses que pienso intentarlo -le lance mi cepillo de cabello, haciéndola soltar una carcajada.

-No quiero arruinar su momento de chicas, o lo que sea que tengan, pero Tom llegó -me aviso Julián, asomándose por la puerta -te ves linda.

-Gracias -le agradecí colocándome perfume, para después tomar mi bolso, el obsequio de Tom, y salir de mi habitación.

Busque a Tom en el sofá donde normalmente me esperaba sentado siempre que venía a casa, pero no lo encontré, hasta que sentí una mano rodear mi cintura.

-Hola preciosa -murmuró en mi oído y me hizo voltear, sólo para recibir un enorme ramo de peonias de diferentes tonalidades moradas.

-Son hermosisímas -susurré mirándolas -muchas gracias, mi amor -le sonreí abrazándolo nuevamente.

-No agradezcas -beso mi frente y me libero de sus fuertes brazos.

-Iré por un jarrón -avisé y me adentre en la cocina. Me dedique a buscar un jarrón para vaciarlas, mientras tanto Tom me miraba parado en el umbral de la puerta de la cocina -¿todo bien? pregunté cuándo encontré mi objetivo.

-Luces hermosa, nunca me voy a cansar de decírtelo -se acerco a mi y acarició mis mejillas, mirándome con ternura. Me derretía siempre que lo hacía, en serio no podía con tanto amor que Tom me demostraba.

-Y yo nunca me cansaré de decirte lo noble, y apuesto que eres -le sonreí retirando su característico mechón que caía por su frente a lo superman.

-Eres...

-¿Interrumpo? -preguntó Julián entrando -y si interrumpo, no me interesa.

-Delicado como siempre -mencioné alejándome de mi novio, vertiendo agua en el recipiente y colocando las flores en el jarrón blanco.

-Es lo que hay -se encogió de hombros divertido. No podía quejarme, a Ammy le iba peor sólo por ser la menor.

-Nos vamos, adiós Jul -despeine su cabello y Tom chocó las manos con él, pisando mis talones.

Tom

Julie no espero que la llevara al centro de Londres a cenar, quedaba casi a una hora de casa, y pude observar sus ojos llenos de emoción cuándo pasamos el puente de Londres. Llegamos a un restaurante lindo, y cenamos algo de comida Italiana, su comida favorita. No pude evitar sentirme alagado y divertido cuándo la mesera dejo su número sobre el papel de la cuenta y de repente Julie ya no era la comensal amable.

I Want You Back /en edición/Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora