Veintisiete

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Julianna

La alarma de mi celular me despertó a las siete de la mañana. Hoy era la premiere y tenía que preparar todo.
Zendaya había sido tan amable en enviar a sus diseñadores de imagen, y estarían en mi habitación a las dos de la tarde.
Me despabile y me cambie para bajar al restaurante del hotel a desayunar algo. Entre al elevador, y paró en el piso debajo del mío.

—Justamente iba a tu habitación —me miro sonriente Tom, posicionándose a mi lado.

—Ya no tendrás que ir a ningún lado —le sonreí y se acercó a besarme.

—Buenos días, princesa.

Tom y yo desayunamos juntos. Me comentó que tendría un par de entrevistas antes de la premiere, por lo que tendría que verlo allá.
Hablamos sobre la posibilidad de decir públicamente nuestra relación, pero ambos nos negamos, pues era muy pronto y no queríamos que nuestra privacidad se viera afectada por dicha noticia.

—No nos esperaron —pronuncio la señora Nikki con Dom detrás de ella, al vernos ir a la mitad del desayuno.

—Lo siento, madre —la miro apenado Tom —siéntense —ofreció y ambos tomaron lugar a nuestros lados.

Mire a Tom nerviosa y él sonrió reconfortándome. No tenía idea de cómo y cuándo se lo diríamos a sus padres. Nikki y Dom se lanzaron una mirada de complicidad, y yo tragué en seco. Sabía cómo era la familia Holland cuándo se proponían en sacarle información a alguien.
Comenzaron a hablar sobre los acontecimientos que habría por la noche, y que estaban muy emocionados. Por un momento creí que no sabían nada, hasta que la señora Holland decidió que era una estúpida por pensar en ello.

—Julie —me llamó Nikki y la miré con una sonrisa —Harry me comentó que tenías un chico esperando por ti en Kingston, ¿es cierto? —preguntó alzando una ceja.

—Umm... No lo creo —negué y miré mi plato. El único chico que esperaba por mi ya estaba conmigo.

—¿Sucedió algo con él?

—Ella lo rechazó y parece que ahora sale con otra chica —comentó Tom, atrayendo su atención —pero no hablemos más de eso, a Julie no le gusta.

—¿Por qué, linda? ¿te dejo un sabor agridulce? —preguntó sin fingir la preocupación que sus ojos me decían era real.

—No, es sólo que... Ya fue —me encogí de hombros.

—Mmm, bueno. En ese caso, tengo un sobrino, su nombre es James —comentó Dom. Sus ojos miraron con disimulo a Tom, quién sonrió sabiendo lo que sus padres hacían. Ya lo habían hecho antes, el día que volví a ver a Tom.

—Yo no... No estoy interesada en nadie —mi respuesta había sonado más a pregunta, por lo que sonreí nerviosa.

—Él es un chico muy interesante, le encanta la fotografía y es muy artístico. Te encantará —dijo Nikki, posando su mano sobre mi brazo.

—Ya sé qué es lo que están haciendo —interrumpió Tom, y sus padres lo miraron —Julie y yo somos novios desde ayer.

Ambos nos miraron contentos, y Nikki me abrazo aún sentada.

—Ya lo sabíamos —comentó divertida —sin embargo nos alegra mucho que no lo ocultaran, y que esta vez hicieran las cosas bien.

—Saben que las relaciones se basan en el respeto, la confianza y comunicación. Que nunca les falten, porque de otra manera, los veré terminando en un mes —nos aconsejo Dom —por fin una niña en mi casa —acarició mi cabello y yo sonreí enternecida. A veces sentía que tenía tres padres y tres madres gracias a los señores Holland.

I Want You Back /en edición/Where stories live. Discover now