Veinticinco

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Tom

Tenía planeado pasar el día con mi familia, y por la tarde con Julie, ya que no tenía nada en mi agenda hasta el día del estreno.
Después de ducharme y de colocarme unos jeans y una playera blanca, salí de mi habitación compartida con Harrison y me encamine al elevador presionando el botón de un piso arriba. Espere paciente a que las puertas se abrieran, y toque la puerta número 78.
Una adormilada Julie apareció detrás. Llevaba un short de seda rosa y una playera sin mangas blanca. Su cabello estaba desordenado y apenas estaba despabilándose.

—Buenos días, nena —deposite un sonoro beso sobre su mejilla, haciéndola soltar una risilla.

—Buenos días, señor Holland. Pase usted a la alcoba real —se hizo a un lado dejándome pasar. A comparación con mi cuarto, el de Julie estaba muy bien ordenado. Su ropa estaba doblada y colgada, y la mesa de noche no tenía otra cosa más que su celular y una botella de agua.

—Qué ordenada eres —me deje caer sobre el colchón —vengo por ti. Desayunaremos todos juntos y daremos un paseo en L.A como verdaderos turistas —le sonreí y ella se vio sorprendida.

—Bueno, tú sabes que en Hollywood la imagen es lo que cuenta, así que... los veo en treinta minutos en el lobby —me sonrió y comenzó a tomar sus cosas para ducharse.

—No importa cómo te vistas —me levante de la cama y caminé a la puerta —con todo te ves hermosa —la alague y cerré detrás mío.

Julianna

Después de arreglarme, baje al lobby y me encontré con la mitad de la familia Holland esperando junto a Harrison.
Tan solo faltaban los Holland mayores y Paddy.

—¿Ves? Hermosa como siempre —me dijo Tom y me sonroje, sonriendo en su dirección. Se acercó a mi oído tomándome por la cintura, y con una sonrisa susurro: —te ves muy bonita el día de hoy —beso mi mejilla con delicadeza, y yo me acerque un poco más a él, disfrutando del tacto de sus labios contra mi mejilla.

—Amigo, ya va a empezar —dijo divertido Harrison, dirigiéndose a los gemelos y recargándose sobre el hombro de Harry, quien rió debido a su comentario.

—Déjenme en paz, imbeciles —respondió Tom divertido.

—Lenguaje —se escuchó decir divertido a Chris Evans detrás nuestro —Julie —sonrió en mi dirección —qué linda estás el día de hoy.

Mis mejillas ardieron y me sentí apenada. Una cosa era que mi abuela lo dijera, y otra cosa muy grande que lo hiciera Chris Evans.

—G-Gracias —sonreí atontada y Tom lo miro con una ceja alzada.

—Tranquilo, lo hago porque me causa gracia sus mejillas rosadas cada vez que lo hago —mencionó divertido —aunque lo que digo es cierto.

Chris y Tom se enfrascaron en una breve charla sobre cosas de las que yo no entendía nada, así que me retire lentamente hasta llegar con los gemelos.

—Sí Chris Evans sigue diciendo que soy linda, hago mis maletas y me mudo aquí de inmediato —susurre haciéndolos reír.

Después de desayunar en un pequeño restaurante cerca del centro, tomamos un tour arriba de un enorme camión, en donde más turistas disfrutaban de las vistas.
Me senté a un lado de Tom en la parte más alta del vehículo. Nikki nos paso a todos el bloqueador y después de untarnos algo, el camión comenzó a andar.

—Espero no llevar marcas por el sol el día del evento —comente mirando mis brazos. Era morena, y cuando me asoleaba, mi piel se ponía algo roja.

I Want You Back /en edición/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora