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Capítulo 3

El día comenzaba sombrío, Kim miraba desde el salón principal por el ventanal hacía afuera, y como las gotitas se deslizaban por el vidrio hasta finalmente caer, un día maravilloso sin duda. Sorbió unos segundos más su café y lo dejó a un lado suyo con tranquilidad, con su mirada perdida como siempre.

— Kim. Son horas de tus prácticas. — habló Jeon de mala gana, rodando los ojos al ver que él otro siquiera le observó. —

— No quiero. Que dejen de insistir con eso, no voy a lograr caminar...— su entonación fue tan seria, triste y apagada que al mayor le dieron escalofríos. — diles, vamos, soy un fenómeno, estoy defectuoso, por más que insistan, jamás lograré ser yo otra vez. — los puños del menor se apretaron con resentimiento y dolor. — ¿Por qué simplemente no me dejan morir? ¿Por qué no morí yo en vez de él..? — él contrario parecía no notar, que él pálido seguía allí. —

— Hey..— él azabache puso una de sus manos en el hombro del inválido. —

— No me toques...es decir..por favor alejate — habló dulce, haciendo despertar al contrario del que estaba apunto de hacer, carraspeo incómodo y se alejó. —

No sabía lo que le pasaba, con ese chico simplemente por minutos o segundos perdía cualquier pensamiento denigrante, le transmitía paz a pesar de todo.

— Kookie, ¿Todo bien? Estás distraído. — miró a su tía, con indiferencia asintió. —

— Estoy bien, y estaré mejor si me dejas en paz. — habló arrogante y se fue por los pasillos. —

Se ahogaba estando en aquellas instalaciones, salió al jardín y aspiró el helado aire mojándose por la fina capa de llovizna que caía a esa hora.

— Chico, ¿Qué haces por esta parte de las instalaciones? Sabes que aquí están los pacientes en coma, ¿no? — habló un más o menos alto chico de cabello castaño que le observaba, amable, le dijo eso. —

— No...yo..no lo sabía, disculpe..

— No te disculpes, tranquilo, me llamo Kim Seok Jin — rió y le extendió la mano. — vamos, que te enseño el lugar, veo que eres un trabajador que no vio correctamente los lugares. — sonrió, desconfiado él menor tomó su mano, él le llevó por los jardines. — ¿Hace cuanto llevas aquí?

— Dos días..— susurró tímido. —

— Ya veo — sonrió de nuevo. — no te preocupes, nada va a pasarte conmigo, JungKook.

— Espera, ¿Como sabes mi nombre? — Él castaño hizo un ademán de que hiciera silencio y volvió a sonreír. —

— Creerán que eres un loco si te ven hablando conmigo — concluyó. — bueno, llegamos.

— ¿Donde? — habló desconfiado mirando el edificio, que, era dividido en dos partes, el lugar de cuidados y rehabilitación, y el edificio de hospital, pacientes en coma, que era una edificio de máximo 29 pisos y de largo era bastante. —

— Para que observes bien, bobo

— ¡Hey! — refunfuño. —

— Hey tú, no creas que no he visto como tratas a los pacientes de rehabilitación, querido. — sonrió. — no te culpo, adolescencia perdida sin padres y una tía ¿no?

— ¿Como...? — inquirió exaltado retrocediendo. —

— No te asustes, conocí a tu tía, Susy. — suspiró. — Kook, ¿Por qué ves a los que están en rehabilitación de manera hórrida? — quiso saber él mayor y le miró con tranquilidad. —

— Es que...ellos...son tan...me dan asco...no lo sé...no los soporto — Jin rió a carcajadas y Jeon se preguntó como los demás parecían seguir con sus acciones sin haber oído su risa, que además de estruendosa, era extraña, parecía limpia vidrios. —

— No lo sabes en verdad..¿cierto? — él azabache asintió. — te diré algo pequeño, esas personas — apuntó al ventanal donde habían pequeños niños y adultos intentando caminar, o leer o hacer cualquier actividad que se les privaba debido a sus condiciones físicas. — también tienen sentimientos, digas lo que digas puedes herirlas, son como tú, tienen un corazón, sentimientos, ellos piensan como tú.

— Pero e-est

— ¿Defectuosos? ¿Eso quieres decir? oh cariño piensa, si es porque están así, algo mucho más desastroso que perder a sus padres de los cuáles quizás ni te acuerdes les ha pasado. — continuó. — ¿Te parece que es justo que ya sufran deprimiéndose todo el tiempo por lo que tuvieron que vivir para terminar así? No debes tenerles lástima, ni asco u odio, ellos sienten, tienen un corazón, son como tú o como tú tía, quien ha dado todo y luchado por ti soltera y sola sacandote adelante. Por eso pequeño, reconsidera todo esto que te he dicho, abre tu corazón niño, has hecho mucho daño con el, trata de cambiar de parecer y hacer el bien. Porque sé que tu corazón y tú muy en él fondo lo deseas. — sonrió acarició su cabello y él sólo pensaba en todo lo que le había dicho aquel castaño. —

— Jin hyung...¿Sabes algo de ese chico Kim Tae Hyung? — habló mirando justo el ventanal donde la mirada del chico menor se reflejaba. —

— Perdió a su hermano mayor en un accidente, lo vio morir y ser atravesado por un metal, al igual que a todos los pasajeros de ese bus. Sus padres nunca se han hecho presentes y desde que él era pequeño los abandonaron, Jimin, él hermano mayor, se hizo cargo de ambos, teniendo dos empleos y a la vez pagando los estudios debidos de su hermano y suyos. Taehyung a sufrido mucho, se merece un descanso de todo lo que le ha pasado, aún no llega claro está, hasta que él deje esa negación de no intentar caminar. — él castaño suspiró con tristeza. — es un gusto haberte conocido, quizá en otra ocasión nos veamos deb-

— ¡JungKook! Dios querido que haces aquí y así, estás empapado..— su tía se acercó con unas toallas para cubrirlo observó detrás suyo donde él castaño mayor se suponía de haber estado, sin embargo no lo estaba. —

— Qué extraño..— murmuró para sí. —

Observó a TaeHyung ese día bastante al entrar y salir de las habitaciones, las palabras del chico mayor habían repercutido en él, tenía sentido, comprendía mucho mejor ahora.
Había comenzado a tratar a los pacientes con mucha más suavidad y paciencia, regalando sonrisas aveces.
Y sin darse cuenta, en algún rincón, Jin le observó con una sonrisa.

— Llevame de vuelta, hyung, ya cumplí aquí — de pronto un destello apareció y Jeon observó de inmediato, puesto que había sido demasiado extraño eso, no había nada allí. —

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Espero les guste uwu

—; SpaceChim