Capítulo 33

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TaeHyung suspiró, miró a su hermana mayor a lo lejos, ésta conversaba con las dos menores, suponía de cosas como sus estudios.

Sonrió al recordar que el había decidido no estudiar - Además que nunca lo había hecho por obvias razones - le contestó a su hermana que el estudiaría por su cuenta en la lectura. Libros de matemáticas, de Historia etc. Suponía que le ayudarían. En pocos días terminó todos aquellos libros de los cuales sacó una muy buena información y técnica de las cosas.

- ¡Tío Taetae! - El pequeño JiMin se lanzó a sus brazos cariñosamente, el mayor lo tomo con delicadeza sonriendo dulce.

- Pequeño~ ¿Qué ocurre? - Lo comenzó a mecer mientras repartía amorosos besos en los mofletes del pequeño Shin.

- Yoongi Hyung hoy no vendrá - el menor hizo un puchero tristón.

- Pero quizás mañana si Minnie, no te desanimes, seguro piensa en ti ahora. - TaeHyung sonrió tiernamente divertido. Hasta que una curiosidad le entro. - Por cierto bebito, ¿Qué edad tiene Yoongi?

El menor levantó sus manitos y contó con sus deditos la edad de su amigo, mostrándole las regordetas manos con los deditos levantados.

- Tiene diez años ¡Es muuuuy grande! - dijo el menor elevando sus bracitos a sus lados exagerando el "grande" con éstos.

- Lo es bastante. - sonrió.

No es que YoonGi le desagradara, no era eso, sino, le agradaba mucho y encontraba que era un chico muy educado, pero algo en él le daba la sensación de que el menor tenía cosas oscuras ocultas, su forma de ser etc. No dejaba de pensar en que, en su infancia, él había conocido a un amigo de su hermano con el mismo nombre «Min YoonGi, Min YoonGi, Min YoonGi, Min YoonGi, Min YoonGi» asustaba el parecido que tenía con éste. Lo recordaba como un chico pálido, mirada felina y normalmente distante. Él debió haber tenido alrededor de unos nueve años, cuando su hermano mayor se lo presentó. Lo recordaba bien. Pero quizás solo era su imaginación, y se estaba imaginando todo.

Su cabeza comenzaba a dolerle, era una agonía lenta al haber pensado demasiado de un tema en específico, forzó a su mente de sobremanera para que intentara recordar algo más, pero nada.

- Deben ser cosas tuyas...Kim TaeHyung...

- ¿Cosas de qué tío Taetae? - preguntó el menor de seis años, jugando con sus mejillas.

- Bebé...no es nada importante. - El Kim rió. - recuerda que afuera esta húmedo no salgas a jugar puedes resfriarte, iré a mi habitación.

- ¡Está bien! - contestó el menor pegando un saltito para recostarse en la alfombra y jugar con sus peluches, al lado de la chimenea que emanaba un placentero calorsito al pequeño.

• • •

«La vida no es más que un misterio sin resolver»

Min terminó de leer aquel apartado de uno de sus libros, donde el autor relataba de qué se había inspirado para aquella obra.

- Cariño, ¿irás a ver a Jiminnie hoy? - inquirió Seungwan, entrando con una sonrisa dulce al cuarto.

- Hace mucho frío mamá, tal vez mañana. - dijo mientras aumentaba el número de calefacción.

Cuando ésta asintió y se retiró, comenzó a indagar, la familia Shin-Kim era muy particular, poca gente encontrabas como ellos, pero los que más llamaban su atención eran JiMin, YeRim y TaeHyung, es decir por JiMin sentía un vinculo demasiado cercano como un hilo extenso que a donde fuera lo hacía unirse a él, era una necesidad exuberante de querer estar con él y protegerlo, quizás un sentimiento más allá ¡Qué va! Estaba muy pequeño aún para pensar en cosas de grandes.

Segundo seguía Kim TaeHyung, el nombre le sonaba, como si en algún momento antes de conocer al mayor lo hubiera escuchado, mordió su dedo pulgar con impaciencia, era una ansiedad y angustia horrible. El chico Kim era muy peculiar, en todo aspecto sentía que lo había visto
antes, pero aquello no podía ser.

Y por último tenía a Kim YeRim una chica extraña, con la cuál tenía sentimientos atravesados del rencor que sentía con ella, cuando ésta en su vida le había hecho algo malo, ni siquiera la conocía hasta hace poco. Y al verla, sentía como si dejaba de ser él mismo, eso le aterraba más que cualquier otra cosa.

No intentes recordar.

Resonó una voz en su cabeza, juraba que no era su consciencia. El pequeño Min agarró su cabecita sentándose en la orilla de la cama, asustado.

— Vete vete vete — masculló bajito, no era la primera vez que la oía.

Basta.

Segunda vez. Su cabeza se sentía como si estuviese siendo presionada, aplastada.

Y de repente, todo cesó. Su cabeza daba algunas vueltas, se desplomó sobre su cama, sin saber porqué se sentía tan cansado de repente. Cerró sus ojos tratando de calmarse.

« Yoongi tengo miedo »

¿Qué? — El pequeño chico abrió sus ojos de golpe, un nombre luego había resonado en su cabeza.

«Jin»

— ¿Jin? ¿Jin? ¿Quién es Jin? — susurró, mientras lloraba.

— ¿Mi amor? ¡Bebito! ¿Qué ocurre cariño? — Seungwan entró yendo a abrazarlo. Él pequeño se aferró a ella llorando asustado.

— M-mamá — sollozó. — las vocecitas volvieron — lloró con más fuerza. La mujer puso una expresión de preocupación.

Al pequeño Min esas voces lo habían atormentado toda su niñez, desde bebé, hasta que, un día a los siete años dejaron de ocurrir, pero que volvieran le preocupaba en demasía.

— Oh mi bebé. — comentó Wendy, preocupada por su pequeño.

Sólo pudo darle unas cuántas palmaditas en la espalda para tranquilizarlo. No sabía la razón de las voces, pero le preocupaba muchísimo lo que le podía estar pasando.

• • •

Hello, este capítulo lo escribí a mitad en la escuela y luego lo seguí en casa, espero les agrade.~

Las/os ama;

SpaceChim

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