Paso 2: Se gentil (intenta no maldecirlo) | Parte 1

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Draco esperaba paciente sobre la cama a que la criatura hiciera acto de presencia. El dormitorio estaba totalmente vacío debido a la sagrada hora de la cena, y puesto que nadie se la perdía, optó por llamarlo en ese momento. A pesar de que se estaba tardando, sabía que en cualquier minuto llegaría.

Había descubierto que podía hacer aquello en su tercer año. Cuando Buckbeak, el hipogrifo del guardabosque y a la vez "profesor", le había dañado su brazo y lo había mandado derechito a enfermería. La verdad, es que nunca estuvo tan mal como le gustaba decir a los demás, pero si lo suficiente para quedarse esa noche bajo los cuidados de la enfermera, cosa que no fue de lo más horrible al principio. Recibió muchas visitas de sus amigos y varios Slytherin que le llevaron golosinas y le ofrecieron ayuda con los apuntes de las materias a las que él no podría acudir, pero cuando se encontró solo al haberse acabado el horario de vivitas, el aburrimiento se apoderó del lugar y de él mismo.

Era el único chico en enfermería, su brazo le dolía bastante como para poder conciliar el sueño pero no lo suficiente como para que la enfermera le diera algo para dormir. Le pidió si podía ir por algún libro para entretenerse pero la mujer se negó rotundamente a dejarlo salir y le insistió en que debía descansar. Fue entonces, que luego de un par de horas en que daba por hecho que si no hacía algo su cuerpo explotaría por el hastío que se estaba incrementando, que lo llamó sin querer.

Dijo el nombre de uno de sus elfos, el que solía servirle con más frecuencia que los otros, con la única intención de imaginarse que estaba en su hogar y que la criatura le traería lo que se le antojara. Y de repente ¡Plap!. El elfo estaba a su lado haciéndole una exagerada reverencia.

Ahora había hecho lo mismo, pero ya habían pasado unos cuantos minutos y Burgy no daba señales de vida. Draco, rodando los ojos como si el elfo pudiese verlo, abre la boca para llamarlo nuevamente, pero no alcanzó a decir palabra cuando la fea y arrugada criatura aparece frente a él.

—El amo ha llamado a Burgy, Burgy ha venido para servir al joven señor Draco Malfoy –El elfo acompañaba sus palabras de una reverencia.

—¿Por qué tardaste tanto, Burgy?–Le espeta Malfoy mientras abría los chocolates que su madre le había enviado hace unos días.

—Burgy tenía que terminar con los deberes que el ama Narcisa le había encargado. Burgy no podía llegar a la Mansión sin terminar de hacer las compras.

—Bien, vamos, sube a la cama. Eres el único elfo en quien confío y necesito que me ayudes con unas cosas ¿Si? –Le dice el chico poniendo una almohada frente a él para que la criatura se acomodara y así inspirarle un poco más de confianza, lo cual no era muy necesario. Conocía al elfo desde que tenía uso de razón y éste parecía tener cierto aprecio por el muchacho.

—¿En qué puedo servirle, joven amo? –Pregunta el elfo haciendo nuevamente una reverencia, antes de sentarse sobre la cama.

—Necesito que me respondas una cosa –Le dice el chico —Y quiero que seas sincero. –El elfo inmediatamente comienza a asentir —¿Crees que soy una persona gentil?

—Oh, por supuesto, joven amo –Le responde este —El amo permite que Burgy se siente sobre la misma cama en la que el amo duerme.

—Pero pregunto en general, Burgy –Le dice Malfoy echándose uno de los chocolates a la boca. El elfo pestañea un par de veces muy rápido.

—El amo es una persona muy gentil con sus amigos. Siempre intenta darle los mejores regalos para navidad y... y

—¿Y qué?

—Y es muy gentil –Dice el elfo.

—¿Sólo eso? –Pregunta Malfoy levantando las cejas, logrando que el elfo se sintiese un poco culpable de no haberlo elogiado lo suficiente.

10 Pasos para enamorar a Potter | Drarry/HarcoWhere stories live. Discover now