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Pedregoso caminaba con cautela. Un crujido le hizo pararse y mirar haca un arbusto. creyó vislumbrar un pelaje oscuro, pero no estaba seguro. Agitando la cabeza siguió caminando. Solo se le ocurría un gato que pudiera querer ver a Cola Florida, y compartían sangre.

—Estoy aquí— maulló con firmeza al llegar al lugar—no te escondas, ¡cobarde!

Un gato saltó, aterriznado frente a él, tan cerca que sus hocicos casi se rozaban. Pedregoso permaneció impasible, su cabeza elevada con firmeza.

—¿Qué quieres?— preguntó, en un gruñido amenazante.

—De ti, nada. ¿Y Cola Florida?— preguntó el gato.

Pedregoso entornó la mirada, otra vez aquel atigrado de grandes patas blancas. 

—¿Te envía Musgoso?— preguntó.

El gato parpadeó, a pesar de que trató de parecer indiferente, Pedregoso captó la alarma en sus ojos.

 —No lo conozco...— maulló al fin fríamente.

—Se que sí. ¿Por qué sino viniste a recoger a sus hijos? A los hijos de Musgoso y Cola Florida— pensaba dejar claro lo que sabía.- ¿Quién eres?

—Eso no importa, ¿Quién eres tú?— respondió.

Pedregoso saltó contra él, derribándolo. Lo inmovilizó contra el suelo con fuerza.

—Musgoso la vio agonizar, seas quien seas, dile que no vivió.— se le cortó la voz un instante— Ahora vete, y no pises nunca más este bosque.

«Musgoso solo traerá problemas» Lo soltó apartándose con brusquedad. El solitario se levantó con velocidad, soltando un siseo. Se giró y miró con firmeza a Pedregoso.

—¿Qué sabes de Musgoso? ¿Cómo sabes que la vio agonizar?— inquirió.

Pedregoso tensó los músculos. ¿por qué tenía que haber hablado de más?

—Creo que te he dicho suficiente. Vete.

El gato hinchó el pecho sacando las uñas, y abrió la boca para decir algo, pero finalmente agitó una sola vez la cola.

—no se si te conviene saber tanto, minino.— dijo antes de salir corriendo.

«Ve conviene saberlo todo sobre mis padres, cerebro de pulga» pedregoso bufó como advertencia, antes de dar media vuelta y comenzar a caminar hacia el campamento. Una nube cubrió la luna, y la leve luz pálida que volvía plateadas las hojas desapareció. la espina de Pedregoso se erizó, mientras un cosquilleo recorría sus zarpas, ¿podía ser eso una profecía del Clan Estelar? El pensamiento le recordó a Ala Plumosa.

Antes de darse cuenta estaba a dos colas de gato del túnel de zarza. bostezó mientras se disponía a entrar, pero una sombra chocó con él. Instintivamente sacó las uñas, que solo lograron rozar l pelaje de un gto antes de que cayera rodando al suelo. Se levantó rápidamente y se preparó para combatir.

—¡Soy yo!— exclamó una voz.

Pedregoso parpadeó.

—¿Nutrina? ¿¡Qué haces aquí!?— gruñó.

—Solo quería dar un paseo...— murmuró.

—Ya... ¡y los erizos vuelan!— olfateó— Eso que capto en tu pelaje... ¿¡No será...!?— agitó la cola— ¿Qué hacías un solitario?— gruñó.

¿Se habría puesto Musgoso en contacto con ella? ¿Le habría hecho saber la verdad de su origen? ¿Quería dejar el bosque? Para su asombro, el temor de que la aprendiza pudiera dejar el Clan del Bosque era tan doloroso con un mordisco en la cola.

—¡No hacia nada! N-ni siquiera he estado con uno... — sus ojos brillaban con culpabilidad.

Pedregoso sintió como ni una piedra golpeara su corazón.

—¿Segura? No quiero que ningún gato te influya. Esos come-carroña te dirán que vivir con ellos es lo mejor, ¡es todo un engaño! ¿oyes?— maulló, demasiado bruscamente.

La gata tragó saliva.

—Nadie me ha dicho nada de eso...— masculló.

—¿¡Segura!? ¡Se de ellos! ¡Son muy traicioneros! No te dejes influir, que sus mentiras jamás...

—¡¡Ahora el que estás influyéndome eres tú!! No voy a hacer lo que tu digas, ¡solo eres mi mentor!— se dio la vuelta y corrió hacia el bosque.

«¿Mentor, solo? Si tu supieras...» Agitó las orejas y suspiró, sin poder quitarse la preocupación. Cansado dejó que sus patas lo llevaran hacia su lecho. Saludo con un murmullo a Goteada, que se erizó al verle.

—Hola... No sabía que estabas fuera.— maulló, dándose unos lametones en el costado.

Pedregoso asintió y siguió caminando hasta derrumbarse junto a Patas Nubladas, dejando que sus suaves ronroneos los condujeran al sueño.

Gatos guerreros. Sombras en la noche.Where stories live. Discover now