Capítulo 7: Rechazo

2.1K 170 76
                                    

“… mi único amor sigo siendo yo mismo… me rechazo a mí mismo de vez en cuando, para mantener el interés”. –Jace Wayland

Naruto sonrió mirando a su hermano con auténtica alegría, sujetando un par de boletos frente a él como si fueran lo más valioso de su vida y tal vez así era. Dentro de unos días cumplirían veintidós años y no había nada mejor que pasar todo un mes en las Vegas como regalo. Y para hacer más emocionante su supuesta aventura, Madara y Minato creían que solo iban a Los Ángeles por una conferencia y aprovecharían para pasar su cumpleaños allá y distraerse un poco.

Era parte cierto y parte mentira. Irían a la conferencia dada por Hagoromo el cuatro de octubre, pero no se quedarían más tiempo del necesario en Los Ángeles, ya que tomarían un vuelo rumbo a las Vegas Nevada, que quedaba relativamente cerca, tal vez como a una hora, y justo esos eran los boletos que con tanto entusiasmo le mostraba Naruto a Itachi. Ya habían planificado todo y un poco de aventura a sus aburridas vidas no les vendría mal.

—Mamá nos matara —sonrió Itachi tomando ambos boletos con escepticismo.

—Hay que vivir la vida al límite ttebayo —rodeó los hombros de su hermano con alegría—. Somos dos hombres solteros con un mes de diversión en las Vegas. Tal vez nos casemos con unas camareras mientras estamos peor que ebrios y al final salimos huyendo.

—Has visto demasiada televisión.

—Puede ser —meditó encogiéndose de hombros.

—Y tú no eres soltero.

—Lo seré por un mes —protestó entre pucheros, mientras restaba importancia a su reciente relación con Sakura.

🍅🍥🍅

—Entonces ¿Cuál era el plan?

Itachi sonrió de pie en el aeropuerto. No iba a negar que le emocionaba la idea de pasar un cumpleaños sin sus padres o familia en aburridas reuniones de las cuales quería escapar cada cinco minutos. No es que le molestara estar con ellos, pero deseaba algo diferente o como solía decir Naruto: Vivir la vida al límite. Porque eso de convivir sanamente, charlar de cosas aburridas mientras abre regalos y comer tarta no era lo suyo, al menos no desde los diez años.

—Divertirnos —Naruto sonrió y jaló a Itachi para que lo siguiera—. Ya reservé hotel, y antes de que lo preguntes, sí, es un lugar discreto.

—Yo no dije nada —sonrió recordando una noticia de Facebook en donde un alfa clase A que trabajaba como delo, fue visto en un hotel con muchos omegas en lo que ellos suponían una genial orgía.

—Pensaste en el modelo ese, te conozco tteba.

—No —Mintió fatal.

Una vez en el avión, se acomodaron en sus respectivos asientos, mientras Naruto observaba divertido a su hermano, quien planificaba a qué lugar ir primero, descartando unos cuantos de una enorme lista que él mismo Itachi había sacado por internet un día antes. Sabía muy bien que tal vez ni alcanzaran a ir a la mitad de esos sitios y no precisamente por su culpa, sino por el propio Itachi que muchas veces pasaba horas en el mismo lugar solo porque lo encontraba entretenido.

—Esta vez sí iremos a todos —susurró concentrado en su labor, consciente de que Naruto lo observaba fijamente,

—Ita, vamos a estar en las Vegas —rodó los ojos como si fuera lo más obvio y absurdo del mundo—. Para mí eso solo significa casinos, bares y demasiado sexo. Eres bueno en las apuestas, así que lo usaremos para ganas dinero que vamos a acabar desperdiciando en más apuestas.

NamikazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora