Capítulo 12: Culpable

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Cuando comprendí que había robado mis sueños y esperanzas, ya era demasiado tarde. Mi corazón se había roto en mil pedazos, aun así, seguía amándolo… H.E.

Si se hacía un recuento de su vida, era fácil saber que en los últimos dos años tuvo muchos amoríos, más de los que puede o quiere recordar. Incluso estuvo con tres personas al mismo tiempo, restándole importancia a su segundo género. Para él, cortejar era un simple pasatiempo, incluso encontraba divertido fingir una relación seria mientras les llenaba la cabeza de promesas vacías y planeaba un futuro mágico con cada uno de sus amantes, como si fuesen el único amor de su vida… tal vez del momento. La verdad, era que Naruto solo les consideraba objetos reemplazables.

Cualquier persona fuera de su círculo familiar —padres y hermano— se podía sustituir, porque carecían de importancia, eran como objetos sin un verdadero valor. sin propósito, inútiles. Ya que al final no eran significativos, ni en su vida ni en sus propósitos. Cada mujer u hombre con los que compartió cama fueron desechables, se deshacía más rápido de unos que de otros y casi siempre porque lo aburrían. Pocos afortunados lograban captar su atención por más de una semana. Y probablemente había tratado mal a más de la mitad.

Incluso llegó al punto de decirles a sus amantes un par de frases hirientes cuando la situación lo ameritaba y lo considero necesario, todo con tal de deshacerse definitivamente de aquellos pobres ilusos, porque empezaban a abrumarlo con sus ideas de formalizar una relación inexistente. Pero en todas aquellas ocasiones, siempre hubo algo en común. Algo que no entendía y jamás le intereso saber.

Le era absurdo… patético que lo miraran con dolor, decepción y lloraron hipócritamente hasta hartarlo con sus estúpidos lamentos sin sentido, pidiéndole una explicación que no planeaba dar para algo absurdamente obvio; algunos, sobre todo omegas, suplicaron para que no los dejara, asegurándole que se portarían bien, jurándole amor eterno... otros tuvieron más dignidad y se limitaron a verlo marchar, porque tal vez contaban con la suficiente inteligencia para entender que solo fueron parte de su juego.

Para este punto, era un hecho que Naruto se había acostumbrado a que sus amoríos se humillaran y se le ofrecieran en bandeja de plata por un poco de atención, así que cuando llegó Sasuke a su vida, se convirtió en un reto interesante, frustrante e intenso. Un reto al que probo y degustó a placer sin el menor esfuerzo; sin absurdas insistencias disfrazadas de cortejos y halagos, mucho menos juegos tontos. Erróneamente creyó que en cuanto lo follara y se saciara de él, pasaría a ser del montón.

Uno más de su extensa lista. Aquel día tuvieron sexo toda la noche, pero ni de cerca fue suficiente para que su alfa y él mismo se saciaran de aquel exótico y complicado omega. Le seguía pareciendo interesante, más que eso, había una absurda atracción que no podía controlar del todo. Fue así que lo catalogó como un posible pasatiempo, Sasuke ya no era solo un acostón, él era más que eso, pero seguía siendo incapaz de definirlo. Y ese día, tal vez fue una de las tantas veces que se excedió con él.

Le molestaba verlo tan cerca de otro alfa, incluso betas eran blanco de sus inesperados celos territoriales, y odiaba saber que aquel omega al que consideraba parte de su propiedad, se abría de piernas como una puta cualquiera para complacer a alguien más, mientras él iniciaba su juego del gato y el ratón, cazándolo como la presa que siempre había sido. Una presa a la cual disfrutaría domar, someter y educar para tenerlo a sus pies y botarlo en cuanto lograra doblegar aquel carácter altanero.

Sasuke… saboreó su nombre en medio de matices sombríos que no presagiaban nada bueno para el pequeño omega, como si fuera la señal del inicio de un nuevo juego con ese chiquillo de falsa apariencia virginal, y aura seductora, quien a su parecer se comportaba como una putita deseosa de sexo, alguien vulgar e insatisfecho si solo tenía una polla dándole placer.

NamikazeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora