No Pierdas Esa Luz (Varian x Lectora)

Capítulo 15

El Evento Científico

Narrador.

Los meteoros no terminaban de caer y en su paso dejaban un camino blanquecino, las demás estrellas parecían bailar cuando cuyos cuerpos descendían. En lo alto del árbol era fascinante apreciar tal paisaje de colores. Los jóvenes miraban asombrados el hecho, una extendida sonrisa se marcaba en sus rostros como si nunca hubieran vivido pésimos sucesos.

A veces se tienen que olvidar las cosas con grandes experiencias.    

Como poco a poco la lluvia se manifestó también cesó. Las últimas fueron las más brillantes y la luz impropia de la Luna volvió ante la oscura noche. 

—Jamás en mi vida había estado en una lluvia de estrellas como esta, en la cima de un árbol y...— dijo el alquimista mientras concentraba la mirada en su amiga —... Acompañado de una persona importante.

—Y eso no es todo— agregó la inventora sacando una hoja de su bolsa —. Te traje esto de Corona.

Varian sujetó la hoja delicadamente y observó en ella las palabras que constituían oraciones, el contenido del papel comunicaba acerca de la invitación a una exposición de ciencias, donde inventores crearan un artefacto, máquina o dispositivo para obtener el primer lugar. Elevó la vista a (T/N) y en un acto inesperado la abrazó.

—¡Gracias (T/N)!— gritó Varian muy feliz —. ¡No tengo palabras para agradecerte que me hayas dado por enterado esta exposición!

—¡Varian!— alarmó (T/N) por la acción del contrario, la fuerza de su afecto los podría tirar —. ¡No hay de que, pero mucho cuidado!

Se presentaba al muchacho una nueva oportunidad de hacer sentir orgulloso a su padre, mostrar su capacidad y ahora tenía otro objetivo: impresionar a Cassandra y así viera algo especial en él. Pobre Varian, se había enamorado de la persona equivocada. Mas no le importaba, esas eran sus metas y nadie lo detendría. 

—Es hora de regresar— suspiró la chica ya exhausta —. Si no te quedas quieto esta ocasión saldrás lastimado.

—Cierto, cierto, fue una linda noche y un día cansado— dijo el chico mirando por última vez el cielo oscuro —. Prometo no lloriquear cuando me bajes, soy todo un hombre de ciencia y no debo hacer berrinches.

—Tú lo has dicho.