Capítulo 17

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Las Rocas

Narrador.

El día mostraba un clima hermoso, el Sol brindando su luz al mundo, el cielo azul y nubes de diferentes formas se esparcían lentamente.

Dos jóvenes, con un talento inigualable y sin ninguna idea en la cabeza se dedicaban a la búsqueda de un posible objeto que inspirará al alquimista; Antigua Corona era el lugar magnífico a pesar de no ser igual a Corona, al contrario, así podían sacar mejor beneficio para la aldea.

(T/N) se había separado de Varian, creyeron que sí tomando distintos caminos podrían encontar algo más rápido. Sin percatarse, se alejó a una corta distancia de las cosechas. Subía árboles y con la mirada atenta observaba las hojas y ramas, nunca iba a encontrar nada ahí. Siguió. La tierra tenía un aspecto diferente, no, permanecía de color verde y café. Cansada de colocar la vista en distintas partes, se recargó en una piedra, suspirando por la desesperación.

—No puedo regresar con las manos vacías— dijo con la cabeza agachada, quería a Varian muy feliz por el material que le proporcionaría, pero ese material era muy bueno jugando a las escondidas —. ¡Perfecto, la he liado!

Cuando creía haber caído en el fracaso, a lo lejos notó un objeto puntiagudo, parecía negro y alto. La curiosidad llegó a tiempo, se acercó y se acercó hasta toparse con esos compuestos extraños, sintió la dura composición de aquellas rocas con el roce de sus dedos. Perdida en su pensamiento, reaccionó después por el recuerdo de Varian.

—¡¿Dónde está Varian?!

[...]

—¿Acabas de decirme que hallaste algo extraño?— preguntó el alquimista siguiendo a la inventora. El paso tenso de ella y la sonrisa que emanaba en su rostro lo decía todo —. ¿Cómo son? Si no me lo puedes decir... ¡Seré el primero en experimentar con esas rocas!

—¡Quiero que te lleves una gran sorpresa!— exclamó (T/N) guiando al menor —. ¡Aquí es!

Detuvieron el andar al estar en frente del nuevo misterio, extrañas lo eran demasiado, peligrosas no parecían, nunca se habían visto antes, mas una cantidad gigantesca de ideas se le vino a Varian. Esbozó una sonrisa y el brillo de sus ojos resplandeció.

El Sol, como si jugará con el corazón de (T/N), lanzó unos rayos de luz contra ellos, haciendo que la luz de Varian fuera más intensa, hermosa y especial.

—¡Gracias, (T/N)!— agradeció Varian al mismo tiempo que volteó la cabeza para verle y el brillo de su cara aumentó.

—N-no debes agradecer— declaró la joven intentando controlar la pena que se marcaba ante sus mejillas.

No Pierdas Esa Luz (Varian x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora