Capitulo 30

1.2K 106 2
                                    

¡Nada Funciona!

Narrador. 

Planos regados por el frío suelo y diminutas herramientas oxidadas los acompañaban también, junto tubos de ensaye y líquidos un poco pegajosos. La preocupación de (T/N) se convertía en angustia, debido a que ambos chicos no encontraban el aparato o químico que arreglara atravesar el ámbar y liberar al padre del alquimista.

Mas no todo era horrible, incluso se podía llegar a una respuesta acerca de la Gota de Sol y la supuesta Gota de Luna. En un momento de desesperación, Varian solicitó toda clase de libro con la finalidad de la misma meta, hasta que uno de aspecto peculiar, entre sus hojas, un hueco cubría un frasco; y fue por ello que solicitó la ayuda de Rapunzel.

Pero antes...

—¡Es imposible, (T/N)!— gritó furioso el menor y arrebató sus cosas de la mesa, causando el desastre de desorden —. ¡No estamos haciendo ni un avance! ¡Es inútil!

—¡Varian!— dijo la chica en el momento justo, acarició las mejillas del alquimista para calmar su ira —. Debemos de ser pacientes, aun no hallamos la solución indicada.

—¡Sabes a la perfección que nada funciona!— se quitó de ella y golpeó fuertemente el escritorio. 

El pobre muchacho cada día se quedaba sin energía, a duras penas (T/N) le convencía a comer algo o llevarlo a dormir, él insistía en el rescate de su padre sin tener en cuenta su bienestar y salud mental. (T/N) veía deterioro en el estado mental del otro, aquel chico de extensa sonrisa y de felicidad contagiosa se desvanecía en cada mirada que éste ponía ante ámbar, salvo que su amiga puso una manta para cubrir la escena.

Esa luz estaba parpadeando, no se apagaba, pero seguía con vida.

—¡Entiende que nada funciona!— bruscamente, tomó su abrigo y la linterna flotante con una carta atada —. Sólo acompáñame a dejar esto y nos iremos de aquí por un tiempo.

—¡Varian!— enfureció (T/N), de pronto sujetó la mano de Varian y éste volteó a mirarla —. ¿Un alquimista se rendiría muy fácil? ¡No! Has logrado muchas cosas y no dejaré que caigas de esta forma.

El joven, soltó un suspiro y cerró los parpados por un momento, se percató del comportamiento ante su amiga. Odiaba a Rapunzel, mas (T/N) no era con quien debía desquitarse.

—¡Agh! Lo siento — se disculpó al fin, dando al acto un abrazo —, no puedo alejar de mi lado a la única persona que me está apoyando. 

—Relájate— palmeó la espalda de su querido amado —. Vamos a arreglar esto... Juntos.

Por un instante, la luz de Varian parecía recuperarse pero no fue así, fue maravilloso por unos segundos. Salieron de la casa, la aldea estaba repleta de las rocas, siendo su hogar el único sitio a salvo. Sin mucha importancia, con el semblante serio del alquimista, (T/N) lo siguió por detrás, mientras que en sus brazos, un amistoso mapache observaba a su original dueño con la misma expresión de la chica, un gesto de tristeza.

Sin embargo, ni siquiera sus palabras habían funcionado, bien dijo Varian decir que nada funcionaba. 


No Pierdas Esa Luz (Varian x Lectora) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora