Donde viven los sueños

Capítulo 17: Luz en demasía

~Dicen que somos polvo de estrellas, que cuando morimos en realidad volvemos a nuestro origen.
Tal vez ella forme parte de la estrella más luminosa.

El sueño en busca de respuestas se encontraba llegando a su destino en la más completa oscuridad pues concentró toda la magia en su interior y como le había enseñado Alwe fue capaz de despejar toda luz, estrella, planeta y toda existencia que no fuera la pequeña estrella que tenía como meta y así reforzar mucho más el hechizo de su maestra, sin embargo algo salió mal: algo en su mente nunca podía ser bloqueado por lo que fue cegado por una luz muy fuerte que irrumpió en la tranquilidad del espacio, lo desestabilizó por completo y pensó que iba a morir en el vacío, perderse en la inmensidad de la galaxia a pesar de la poca gravedad que había y su natural tendencia a flotar que al menos le permitieron volver a recuperarse tras unos minutos.
Cuando volvió a abrir los ojos vió lo que esperaba, la única luz que podría haber dejado pasar.
—¡L-lucía!.
La chica puso un dedo sobre sus labios y de ellos salió un leve "shhh~" que resonó en la oscuridad en la que flotaban, alterando los sentidos de Goji.
Estaba muy  agotada, con poca fuerza y grandes ojeras remarcando su rostro, tajos por todo el cuerpo y luz desbordándose de sus heridas.
Era un espectáculo doloroso de ver para Goji, parecía que el cuerpo de su amada Lucía gritaba de dolor, que se desbordaba en llanto y que pronto iría a explotar, cubriendo de un brillo dorado toda la galaxia y así al mirar el cielo se vería su luz por siempre bajo el manto de estrellas.
"Las estrellas serían doradas, más luminosas y todos se preguntarán la causa, solo yo la sabría. Astrónomos de todo el mundo te observarían, mandarían astronautas a averiguar pero todo sería en vano. Serás un misterio eterno brillando en el cielo, uno que solo yo podré entender porque solo en mi provocas mil emociones distintas. Pero no hoy, Lucía no hoy, no puedes dejarme es demasiado pronto, ni siquiera te he dicho todo lo que siento, nos falta muchísimo por vivir, los sueños viven miles de años si se traspasan por generaciones, yo aún no sé quién te ha soñado pero debe tener un alma pura y querer que vivas mucho. Porque tú desbordas luz"
Mientras pensaba esto, el ser luminoso fue a contenerla y desesperado la agarró en sus brazos. Parecía hecha de escarcha que pronto se desintegraría.
—L-Lucía, dime qué puedo hacer por tí.¿C-Cómo puedo ayudarte?...y-yo...e-estoy dispuesto a hacer lo que sea, lo que sea para que sigas a mi lado.
—S-siempre estaré a tu lado Goji, a-aprecia este lindo momento, ya que es muy oportuno, este lugar para...—La rubia lo miró a los ojos y le entregó una sonrisa entre todo el dolor— d-dicen que s-somos p-polvo de estrellas, y-y al morir r-regresamoa a nuestros orígenes. S-siempre voy a estar contigo, solo tienes que dejar que me desvanezca, es lo mejor, por favor Goji, solo deja que me convierta en escarcha y lle-llévame ll-llevávame allá— Con sus delgados dedos casi carentes de fuerza apuntó a la estrella brillante. Se lo suplicaba con los ojos llenos de lágrimas, sabía que esa era la mejor opción.
—N-no, no yo no te dejaré morir, t-tengo suficiente energía para ambos, si me quedo vagando por el universo, alimentando nos un poco de luz de estrellas y traspasándote mi energía podremos vivir para siempre, unidos, y el eterno manto de estrellas será nuestro techo- dicho esto, el ser desbloqueó el cielo, alzando una mano y repitiendo un conjuro en su mente.
Así aparecieron las constelaciones, los otros planetas, incluso extraños seres vagando por el cielo. Y la antigua meta palpitaba luminosa pero lejana.

Se corrió la voz de que un ser extranjero se paseaba con una dama en brazos, ella parecían guardar oro en su interior y el tesoro se iba desprendiendo de su piel mientras iban pasando. Dicen que el hombre (que más bien parecía un espíritu, un ángel o alguna divinidad) tenía el poder de restaurar a la mujer.
También dicen que él la amaba mucho y que por eso lo hacía.
La gente se preguntaba él por qué de esa unión. Los seres que vivían en el espacio los veían todos los días y por mucho tiempo la mujer lloraba para que la soltara, ella solo quería ser polvo de estrellas. Le advertía al obstinado ser de que si no la soltaba ambos iban a morir de una forma dolorosa y todo estaría perdido, que ella había llegado perseguida por las sombras de un demonio y que su destino obligatorio era matarlo. Pero él jamás la escuchó y siguió vagando con ella por el infinito.
Ella no pudo hablar más y los seres del espacio nunca la ayudaron, más bien estaban obsesionados con el oro que desprendía y trataban de alcanzarlo pero se desvanecía entre sus extremidades. Seres humanos incluso viajaron para obtener el oro pero obtuvieron el mismo resultado.
Le preguntaron a ese extraño "extraterrestre" cómo es que podía hacer vivir a su tesoro por tanto tiempo y si es que podía hacer más consistente el oro pero este ser nada les respondió.
Parecía que él también se había quedado mudo y sus ojos siempre estaban llenos de lágrimas, le temblaban las manos, a los seres luminosos ya no les quedaba fuerza, se estaban extinguiendo el uno al otro y cuando al fin decidieron soltarse ambos...
No pudieron.
Parecía que estaban condenados a una existencia sin fin, causada por demasiada luz, una luz cegadora.