Me ataca una farola salvaje

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Una palabra. Dos sílabas. Seis letras. 

GLOBAL

La peor palabra que puedes decirle a un estudiante. Y aquí estoy yo, resolviendo problemas, ecuaciones, sistemas, vectores, ecuaciones trigonométricas y otras cosas que suenan a chino mezclado con Zulú y añadiéndole una pizca de Extraterrestre nivel C2.

Cuando termino el examen noto como si me fuera a estallar la cabeza y estoy tan aliviada de haber acabado por fin que casi olvido poner mi nombre antes de entregarlo en la mesa de la profesora. Cuando dejo el examen se que ya no hay vuelta a tras, la suerte está echada. 

Ahora solo pueden pasar dos cosas: en el mejor de los casos conseguiré sacar más de un 7 y aprobaré aunque también podría sacar una nota por debajo de ese 7 y suspender. Teniendo en cuenta que en los exámenes anteriores saqué varios cuatros y solo un 5... Nah, ¿de qué me preocupo? Todo saldrá bien.

Recojo mis cosas y salgo de la clase. Por el camino hacia el recreo me encuentro con Laura, todos la llamamos Laurostia o Paco, cuando se le pone la voz muy ronca, pero... sshh!  Yo no os he dicho nada. Le encantan los memes y el anime.

- Hola Negra - me saluda. A veces me llama así porque mi nombre le recuerda al país africano de Kenia.- ¿que tal el Global?

- Hola Laurostia - la saludo contraatacando.- ¿Sabes lo que son las ecuaciones trigonométricas con dos incógnitas?

- No

- Yo tampoco. Vamos a suspender seguro - digo riéndome aunque en realidad esté muerta de miedo por dentro.

- Pues sí. Por cierto, ¿te has visto los capítulos del anime que te pasé?

Mierda, entre el examen y el sueño que no me deja tranquila, se me había olvidado por completo verlos.

- Ehh... puees...

- ¡Kenya, miratelos que te revelan el pasado turbio de Levi! 

- Vale, esta tarde los veré sin falta - le prometo. Y más me vale, creo que si no lo hago me matará.

Cuando salimos al recreo pasamos por delante de un grupo de chicos y Laura me pega un codazo.

- ¡Ah! - me quejo tocándome el brazo dolorido - ¿a qué ha venido eso?

- Está Killian - dice mirándome con cara pervertida.

- Ya, ¿y qué? - pregunto con una voz más aguda que de costumbre.

- Te gusta, no intentes negarlo.

- Si, pero tiene novia - digo algo triste.

En efecto, Killian es mi crush desde que entré al Instituto hace cuatro años pero él lleva todos esos años ignorándome por completo. ¿Pero como no seguir enamorada de él con esos ojos azules y ese pelo dorado? Es guapísimo... De repente algo duro impacta contra mi cara y me caigo de culo al suelo. ¿Contra qué he chocado? Al levantar la vista veo que es una farola, ¿quien ha puesto una farola ahí? Laura se está muriendo de risa y es tan contagiosa que acabo riéndome yo también a pesar de lo que me duele el culo y la ceja.

- Tía, estas sangrando - dice sin poder parar de reír.

Me toco la ceja repentinamente asustada y, efectivamente, cuando miro mi mano está llena de sangre.

- Joder - digo mirando mi mano.

Laura, que sigue sin poder controlar su risa, me acompaña a la enfermería donde me vendan la frente y me dan un caramelo. Aunque me parece algo infantil acepto el caramelo de buen grado y me lo como. 

Las tres horas siguientes están llenas de preguntas. Supongo que será porque llevo un vendaje en la cabeza pero estar preguntando cada cinco segundo que si estoy bien no es normal y no ayuda demasiado a olvidar el ridículo que he hecho en el recreo. En fin, ¿que le voy a hacer? Cuando salimos del instituto estoy ya harta de todo y solo quiero ir a mi casa, tumbarme en el sofá y no hacer nada durante lo que queda de día.

Como hoy es miércoles nos viene a recoger el novio de Annie. Tiene 19 años y creo que si no se ha matado con el coche durante el año que lleva conduciendo ya no lo hará, os puedo asegurar que no me subiría a su coche de no ser así. Lleva un año con Annie y se los ve muy felices juntos, probablemente sean la pareja más adorable que he visto en mi vida.

- ¿Listas para dar una vuelta en el Chris-móvil?- bromea Chris, el novio de Annie, al vernos.

Dejamos las mochilas en el maletero y subimos al coche. Chris pone la radio y, ¡vaya! justo ahora está sonando una canción de BTS. Vi empieza a cantar en coreano o a invocar a Satán, depende de a quien preguntes. 


Cuando llego a casa lo primero que hago es comer y nada más acabar me encierro en mi cuarto para dormir un rato. Nada más cerrar los ojos ya sé con que voy a soñar y acierto de lleno.

La loba que normalmente corría conmigo, ahora anda con tranquilidad y frena en el borde del acantilado donde se queda sentada.

- ¿Por qué me has traído aquí? - le pregunto.

La loba me mira y por toda respuesta señala la luna con la cabeza.

- ¿La luna?¿Qué pasa con ella?

La mirada que el animal me devuelve parece decirme: "Estos humanos son tontos". Y tras esto vuelve por donde ha venido. Yo me quedo sola mirando el cielo nocturno hasta que el silencio se transforma en los gritos de mi madre pidiéndome que vaya a cenar.



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