Provoco una avalancha y le rompo la nariz al profesor

31 5 16
                                    

- Eso fue intenso - puntualiza Valentina mientras salimos del teatro siguiendo a los que se supone que serán nuestros profesores.

- Lo de las alas ha dado bastante repelús - dice Oumar.

- ¡Hey! ¿Que pasa hermanito? 

El que dice esto último es Seydou que se ha acercado a nosotros por detrás y ha agarrado a su hermano por los hombros. Tiene la piel de un tono rojizo parecido al de los alemanes que visitan en verano las playas del Mediterráneo y el pelo de un rubio tan claro que parece casi blanco.

- Aquí, haciendo amigas. Ella es Kenya y la otra es Valentina, - le contesta Oumar que en comparación con su hermano parece hecho de carbón - chicas, él es Seydou, mi hermano.

Las dos lo saludamos. Los profesores nos sacan al aire libre. Estamos en el fondo del valle, un río manso lo atraviesa separando el prado de los bosques y allí pastando tranquilamente se encuentra una manada de Equus. Los profesores nos reúnen a todos a su alrededor para que escuchemos mejor sus indicaciones.

- Chicos, lo primero que vais ha hacer como olvidados es conseguir vuestro propio Equus. Este será vuestro compañero de por vida, es irreemplazable, vivirá tanto tiempo como lo hagáis vosotros. Como podéis ver tienen el aspecto de lo que en muchas mitologías de vuestra Tierra se llama pegaso. Sin embargo estos tienen algo especial, el equus elige a su jinete, nunca al revés ¿de acuerdo? Esto es lo que haremos, os iréis acercando sin hacer movimientos bruscos y en silencio para no asustar a la manada. Son inofensivos, no os harán nada sin razón. Podréis tocarlos pero si alguno os gira la cabeza simplemente no insistáis, os alejáis y pasáis a otra cosa...

- Pts... - me susurra Valentina - ¿pensaste en un nombre para el caballo?

- La verdad es que no - le contesto en el mismo tono de voz.

- Yo pensé en llamarlo Gustavo...

- Señoritas, ¿podríais explicarme que es tan interesante como para no atender?- nos pregunta el profesor molesto.

- Nada, profe - dice Valentina rápidamente.

- Bueno, como iba diciendo. Sabréis que el equus os ha elegido cuando os siga, además lo notaréis ya que existe un vinculo entre jinete y caballo. Pasaremos aquí todo el día así que no tengáis prisa. Cuando tengáis a vuestro equus venid a avisarme. Buena suerte, chicos.

Yo y Valentina bajamos juntas hasta donde están los equus, caminamos entre ellos un rato hablando en voz baja de como era nuestra vida en la Tierra. Al parecer yo era seguidora de su cuenta de memes en instagram. ¡Que pequeño es el mundo!

Unos cuantos caballos se acercan curiosos, la mayoría son jóvenes de unos dos años o puede que más. Algunos se dejan acariciar, otros se apartan a nuestro paso pero ninguno nos sigue de momento.

- Parece que los equus no nos quieren - digo riéndome en voz baja.

- Si te digo la verdad, nunca me gustaron demasiado los bichos - mientras Valentina dice esto se nos acerca un Equus joven y esbelto de color blanco y los ojos azules, es albino. Al momento Seydou aparece detrás de nosotras acercándose al animal muy despacio, el equus hace lo mismo. Parece que solo tengan ojos el uno para el otro. Seydou acaricia al pegaso y este relincha en señal de aprecio.

- ¡Oh, se ven hermosos! ¿Me invitarán a la boda chicos? - dice Valentina mientras se ríe.

- Sssshhhh - le suelto a pesar de que yo también me esté partiendo el culo. - Vas a provocar una estampida de caballos voladores.

Seguimos nuestro camino hasta el río, allí hay unos cuantos equus bebiendo. Al oírnos llegar todos dejan de beber y nos miran, unos segundos después todos bajan la cabeza y siguen a lo suyo excepto uno. Un equus marrón se queda mirando a Valentina y cruza el río lentamente, cuando Valentina se da cuenta, el animal ya está a su lado.

ORAMAWhere stories live. Discover now