Celos [Louis Tomlinson]

• 3: Mi corazón si está ocupado •

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De camino al estudio, los chicos iban hablando entre ellos, comentando las preguntas que podrían hacerles, o las poses que pondrían en las fotos.

— ¿En qué piensas? —Dejé de ver por la ventana del coche, para girarme un poco, a mirar a Niall.

—En nada. —Suspiré un poco, y me fijé que Louis estaba atento a nuestra conversación.

— ¿Segura? Normalmente hablas mucho en los viajes. —Sonreí un poco, ya que él tenía razón. Niall me conocía bastante, ya que era mi mejor amigo, y con el que hablaba más de los cinco. Siempre me defendía cuando Louis me trataba mal, y nos contábamos todo, nos llevábamos realmente genial.

—Hoy no tengo mucho que decir, rubio.

— ¿Te pasó algo? —Negué con la cabeza, y golpeé la punta de su nariz con mi dedo índice.

—Solo estoy nerviosa, porque después de casi un año, voy a volver a ver a mi primo James. —Niall sonrió ampliamente.

— ¿Si? Por fin voy a poder preguntarle por cosas vergonzosas tuyas de cuando eras pequeña.

—Ya está sobre aviso, de que si te cuenta a ti, o a los chicos algo sobre mí, lo sacaré del árbol familiar.

—Igual le voy a preguntar, lo sabes, y los chicos también, ¿verdad chicos? —Niall se giró para ver al resto de los chicos.

— ¿Verdad de qué? —Preguntó Zayn confundido.

—De que vamos a preguntarle al primo de Hope, todo sobre cuando ella era pequeña—Todos, menos Louis, dijeron que si, y empezaron a decirme cosas que casi no entendí. Al rato, volví a mirar por la ventana, mientras me centraba en mis pensamientos.

Diez minutos después, ya estábamos en el estudio de los chicos; donde ya los esperaba la emisora de radio que le haría la entrevista. Antes de entrar, me pidieron que los revisara y les diera un último toque, como siempre, por el camino se habían despeinado. Entraron, y yo me puse detrás del cristal para escucharlos.

—Y bueno One Direction, las fans quieren saber si alguien ocupa el corazón de sus ídolos, ¿qué me decís? ¿Hay alguna princesa a la vista? —Cuando el hombre hizo esa pregunta, por alguna estúpida razón, miré hacía Louis, y al comprobar que él ya me estaba mirando, me puse nerviosa. Aparté la vista de él, y me centré en las respuestas de los chicos.

—Bueno, como saben, mi corazón está ocupado por Perrie hace siete meses ya—Zayn se sonrojó.

—Y yo también, pero por Danielle, estoy muy feliz con ella.

—Ay chicas, que Liam y Zayn están enamorados, les deseamos que sean felices siempre junto a sus chicas—Liam y Zayn dieron las gracias mientras se sonrojaban como dos niños pequeños. Después, el hombre se dirigió a Harry, Niall y Louis; que eran los que faltaban—Y bueno, ¿ustedes que dicen a eso? ¿Alguna chica? —

—Por ahora en mi vida no hay ninguna chica, tampoco tengo prisa, cuando llegue mi princesa será bien recibida— Decía Niall decidido.

—Bueno en mi vida hay una chica...Yo estoy decidido a todo con ella, pero ella no parece notarme—Harry sonrió un poco, mientras me miraba de reojo, cosa que me ponía todavía más nerviosa. Odiaba su lado coqueto.

—Esa chica tiene que estar loca—Decía la entrevistadora, mientras le hacía miraditas a Harry—Y bueno Louis, ¿tú qué nos dices? —

—Mi corazón si está ocupado.

—Bueno chicas, algunos corazones están ocupados, y otros libres, siempre queda una esperanza—Los chicos se echaron a reír. Yo me había quedado en shock, no me esperaba que Louis estuviera enamorado. En aquel momento me odié muchísimo, ¿cómo era posible que me afectara aquella bobada? Tenía ganas de gritar. Tanto tiempo tratándome mal, y a mí todavía me afectaban las cosas que Louis dijera. Por suerte, mi móvil sonó, y pude distraerme hablando.

—Hola, James.

—Ho, ¿donde estas? —

—En el estudio con los chicos.

— ¿Tienen el estudio donde siempre? —Sonreí.

—Sí.

—Pues voy ahora mismo, acabo de llegar, y quiero verte ya.

—Genial, yo también, en cuanto estés afuera avísame.

—Está bien, en diez minutos llego, te quiero, Ho.

—Te quiero—Colgué, y seguí escuchando la entrevista. Rato después James me mandó un mensaje y salí. Nada más poner un pie fuera del estudio, lo vi apoyado en su moto, estaba igual que siempre.

Louis

Enamorado, enamorado hasta las manos, así estaba yo de ella, pero me ignoraba, ni existía. Yo quería olvidarla pero menos de eso, la iba queriendo más y más según pasaban los días y semanas. Y a los pocos meses, estaba más enamorado que nunca, y eso que yo no creía en la palabra 'amor' y menos en enamorarme. Pero entonces apareció ella, con esa sonrisa que me hacía temblar, y con esos ojos que me cortaban la respiración cada vez que me veía. Y el latido de mi corazón cada vez que ella estaba cerca y me hablaba, se escuchaba en Canadá. Así fue que descubrí que la amaba y que estaba locamente enamorado de ella.

Un día decidí que ya bastaba de tonterías, que era hora de decírselo, llevaba todo el mes viéndola a todas horas, riéndome con ella, se me caía la baba nada más verla y oler su perfume. Siempre me había muerto de ganas de besarla, pero nunca me atreví, me asustaba la idea de besarla y que ella no me correspondiera. Así que tenía planeado llevarla a mi sitio favorito y allí, decirle todo. Ese día le dije que al día siguiente la llevaría a un sitio, no me esperaba su reacción, pero me dijo que si, morí en aquel momento por no poder besarla.

Cuando nos despedimos, caminé hacía la sala donde estaban los chicos, con la intención de decirles que nos fuéramos a comer, pero en mitad del camino, mi mente me gritó que no debía esperar al día siguiente, que fuera corriendo, y se lo dijera en ese mismo momento, así que no dude en dar la vuelta, e ir detrás de ella.

Nada salió bien, en cuanto abrí la puerta, la vi sobre un chico, que claramente era su novio, se veía muy feliz junto a él. Solo la vi unos segundos, pero ese momento se reprodujo en mi mente una y otra vez, atormentándome. Ella ya tenía a alguien en su vida.

Durante todo el día, estuve pensando en la manera de arrancármela del corazón, había sido un estúpido creyendo que ella sentiría algo por mí. La única manera que encontré para alejarla de mí, fue ignorarla, iba a hacerlo hasta ya no quererla más, pero cuando ella se acercó al poco tiempo a hablarme, mi estúpido orgullo se apoderó de mí, y le grité que no se metiera en mi vida. Después de eso, nos hemos hablado fríamente, y solemos acabar gritándonos por cualquier tontería.

Después de un año, la cosa no había mejorado ni un poco, seguíamos tratándonos mal, y gritándonos cada vez que nos veíamos. En el fondo, me gustaba verla enfadada, y siempre intentaba provocarla para verla de esa manera. Ella me odiaba, y me trababa fríamente, y eso estaba bien, prefería que no fuéramos cercanos, yo tenía que olvidarla.