Celos [Louis Tomlinson]

• 8: Esto se acabó •

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En cuanto estuve delante de la puerta de los chicos, las piernas me empezaron a temblar. En ese momento, alguien puso una mano en mi hombro, y di un pequeño grito.

—Dios, Perrie, que susto.

—Lo siento, Hopy, creí que me habías visto, ¿Qué haces aquí parada? ¿No vas a entrar? —Asentí débilmente, y ella me sonrió.

Ella abrió la puerta con su llave, y enredó su brazo con el mío, haciéndome entrar al lado de ella. En cuanto pusimos un pie en el hall, escuchamos a los chicos hablar.

—Está todo preparado, cuando salgamos al escenario, y hagas la pregunta, las fans te contestaran...todo va a solucionarse, tiene que solucionarse... Hopy no puede irse, no puede dejar de ser nuestra estilista. —En cuanto Liam dijo eso, Perrie se separó de mí, llevando las manos a su cara.

— ¿Vas a dejar de ser la estilista de los chicos? —Lo dijo tan alto, que en menos de dos segundos, todos los chicos estaban saliendo del salón, mirándome fijamente.

—Hope....

—Nialler... ¿Cuándo nos vamos? —Él frunció el ceño, y se acercó rápidamente a mí.

—Ven. —Me cogió del brazo, y tiró de mí hacia las escaleras, llevándome al pasillo donde estaban sus cuartos.

—No quiero hablar contigo.

—Me da igual, vas a hablar conmigo quieras o no.

—Ya veo que últimamente no importa lo que yo quiera, todo se hace a vuestro antojo. —Se frenó en seco, justo delante de la puerta de su cuarto.

—Eso no es cierto, Hope. Siento muchísimo lo de la semana pasada, ¿vale? Pero si te importamos aunque sea un poco, no te vayas, por favor.

— ¿Si me importáis un poco? ¡Que descaro!...si yo os hubiera importado aunque sea un poco, como tú me pides a mí, no me hubierais dejado sola con Louis, ahora vámonos al concierto, quiero acabar esto lo antes posible.

—No, Hope, no te puedes ir, ¿no lo entiendes? —Me separé de él, y me crucé de brazos.

—Lo que entiendo, es que esto se acabó, lo de ser como una hermana, y confiar en vosotros. Vamos. —Caminé deprisa hacía las escaleras, sin escuchar nada más.

Al llegar abajo, los chicos estaban allí con las chicas, me miraban con pena y con cara de querer hablar, pero yo solo quería salir de allí.

Abrí la puerta, y Liam dijo mi nombre. Lo miré y negué con la cabeza. Dio un paso hacia delante y yo salí de allí, no podía dejarlos tirados, así que me quedé en la puerta, sentada en los escalones de la entrada, respiraba hondo para tranquilizarme y no llorar; y me era muy difícil, llevaba demasiado tiempo con ellos, y me costaría dejarlos.

Escuché la puerta abrirse, y no quise mirar quien era, tan solo me arrinconé mas contra la columna de las escaleras. Sentí a alguien sentarse a mi lado, cuando su brazo rozó con el mío.

—Hope... —Él era el único que me llamaba así, y era su voz, todo mi cuerpo se estremeció—Me alegra que estés aquí—Lo miré arqueando una ceja, él tenía la cabeza agachada. Al rato levantó la cabeza y se quedó mirándome. Mantuve la mirada fija en sus ojos, era extraño, quería odiarlo, bueno, más bien, tenía que odiarlo, a él yo no le importaba, y sin embargo, me miraba así y todo mi odio se convertía en deseo de darle ese beso que nunca nos dimos.

Se volvió a oír la puerta y los chicos salieron.

—Louis, aléjate de ella.

—Sí, mantente lejos de Hopy—No pude evitar sonreír. Cuando me giré a verlos, todos tenían esas miradas tristes, y en ese momento, entendí que no podía estar lejos de ellos, había pasado demasiadas cosas con cada uno, malas o buenas, ellos eran mi familia ahora, y si me iba, los perdería para siempre.