Azar del Corazón_1

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Azar del corazón ❤

Capítulo 1

En el noroeste de Escocia a la orilla del lago Duich se erige un castillo que parece una fortaleza con sus grandes paredes de piedra, para poder llegar a su gran puerta de madera hay que atravesar un estrecho puente de igual modo de piedra, grabado sobre la pared un escudo del clan que habita ahí, al pasar la puerta se puede encontrar un camino que divide unos verdes prados que rodean la casa principal, al término del camino hay tres escalones de piedra que lleva a otra puerta de madera más chica que la primera, al entrar se puede ver un recibidor, siguiendo el camino se encuentran unas escaleras que suben al segundo piso, hay un pasillo que da a un enorme salón donde se puede ver grandes cuadro ilustrando a los antepasados de los dueños actuales, detrás de este un gran comedor de madera, en un costado hay un enorme vitral que tiene como imagen a un santo, en la parte superior se encuentran varias habitaciones, detrás de una puerta hay unas escaleras que dan a una torre de vigilancia, el castillo se nombró Rose's the Moon donde vive el clan Chiba; en un despacho se encuentra dos hombres algo exaltados por el tema que trataba;

-Es que no es una opción, no estoy preguntándote si quieres o no, es que exijo que te busques una esposa, de buena familia, te doy una semana para que me des un nombre Darién, una semana!!- aventaba las manos al aire, un hombre alto, de cabellos blancos y largos, de complexión delgada, el color de sus ojos es azul celeste; Artemis Chiba el jefe y autoridad del clan Chiba.

Frente de él un joven de veinticinco años alto, con un cuerpo escultural, amplios hombros pecho ancho, brazos gruesos, una musculatura favorable y una presencia imponente, su rostro reflejaba fuerza y sus ojos una pícara alegría, de mirada profunda más azul que la de su padre heredada de su madre, capaz de envolver en una atmósfera de extraña calidez, capaz de atrapar a cualquier mujer que quisiera. Sus cabellos de un negro azabache y una sonrisa burlona pero adorable.

La discusión que sostenían, ya estaba por colmar la paciencia del apacible Darién;
-Es que padre usted no entiende yo no seré por ningún motivo un buen esposo, para nadie, es mejor para mi tener a cuánta mujer se me disponga, a tener una sola- el joven hablaba tan fresco como si estuvieran hablando del desayuno o la comida, no tenía ningún sentido de valor por las personas.
-¿Hasta cuándo vas a madurar?,- le pegó en la cabeza en tres ocasiones con el bastón de marfil, no suave pero tampoco para producir un dolor muy fuerte- me tienes arto derrochas mi dinero, y no te esfuerzas en ser un buen hombre, que crees que tu tío no me dio quejas de ti, tus llegadas nocturnas y ebrio.
-Eso solo sucedió una sola vez y fue precisamente por una...- levantó el dedo índice para defenderse, aquella noche en que llegó a la casa de su tío, el exceso de alcohol en su cuerpo era decorada con un rostro triste y unos ojos rojos como de aquel que ha llorado por una mujer.
-¿Una que?- le broto curiosidad a Artemis
-Por despedirme de Inglaterra,- Darién agachó la cabeza lleno de frustración- ¿Que acaso el conseguir una mujer como esposa me hará un buen hombre?, pero si ya no soy un niño, ni un angelito padre se de algunos placeres de la vida y créame de eso tengo experiencia- presumió arrogante- padre me va ha perdonar pero el matrimonio no se ha hecho para mi, así que olvide esa posibilidad dentro de una semana seguiré igual de soltero y sin ningún nombre que darle.
-Pues tú dirás o la escoges tú o yo decido por ti, créeme tengo a varias opciones, todas de muy buena familia, dignas de ser tu esposa, refinadas, elegantes, bien educadas.
-¿Hermosas?- cuestiono con burlona curiosidad
-Eso que importa hijo, eso se acaba con el tiempo, la belleza física es pasajera!- la paciencia de Artemis ya había acabado.
-Padre apenas estoy de vuelta y usted quiere privarme de divertirme, no me casare, así que deje esas ideas,- advirtió con despreocupación, mordiendo una manzana que tomo de una canasta que había en la mesa.
-Pues tú decides,- respondió sonriente- me das un nombre y te casas o nunca serás nombrado jefe del clan, sabes bien que implica eso- lo señaló con el bastón- no obtendrás las armas de nuestros antepasados y tampoco el escudo del clan- el padre sabía que eso le dolería, golpeaba su orgullo de futuro heredero.

Azar del Corazón (En Edición)Where stories live. Discover now