Azar del Corazón (En Edición)

Azar_18

♦♣♥ Azar del corazón ♠♥🌷

Capítulo 18

Una corriente de aire despertó a Serena de su sueño profundo, recorrió con sus manos la cama buscando a Darién con los ojos cerrados. Al no encontrarlo abrió lentamente los ojos, la cama estaba ausente de él pero sobre la almohada había una pequeña rosa escocesa con un nota

“No conocía el cielo hasta que tú mi amada mariposa me lo mostraste, ruego todas las mañanas despertar y redescubrí cada día tu belleza, te amo Serena.”

Una sonrisa en los labios de Serena se dibujó y fue tan fuerte, que llego hasta hacerle brillar los ojos.
-Me gusta verte sonreír Serena- ella sonrió con más timidez al ver de pie recargado sobre la puerta, había estado ahí toda la mañana viéndola dormir y solo pensaba que era la creatura más hermosa que había visto en su vida- vístete quiero mostrarte algo.
-¿Una sorpresa?- pregunto Serena susurrando sensualidad, Darién rio con lo coqueto tono de voz.
-Espero te agrade… vístete.- Serena se incorporó de la cama tomado las sábanas para cubrirse  y después de un segundo de pensarlo, dejo la tela en la cama y camino sin nada hasta el ropero. Miro por rabillo del ojo a su esposo. Sabía que tenía una figura perfecta, y que muchos hombres la deseaban, no era desconocido para ella que era hermosa, pero ella amaba ser admirada únicamente por Seiya ahora toda esa satisfacción había cambiado de postor.

Mientras escogía un vestido del ropero escucho los pasos acercarse, de Darién quien anduvo hacia ella como abeja buscando miel. Disimulo que no se daba cuenta y con paciencia escogió entre dos vestidos cuando Darién estuvo a punto de tocarla ella se giró con un vestido en la mano, camino hasta cama y busco su camisola. Darién rio ante los juegos de su esposa.
Se vistió, todo ese tiempo la mirada de Darién estaba absorbida por el cuerpo de Serena verla y sentirla durante la noche era una cosa pero en plena mañana todo quedaba más claramente visible, y perfectamente hermoso.
Serena se juró que no volvería a estar con él y ahora había sido ella quien lo había buscado,  ella lo había provocado y lejos de sentirse arrepentida, estuvo tranquila y triunfante, la conexión que resultó tener con Darién Chiba fue única, algo que jamás había sentido, le recorrió por todo su cuerpo y se albergó en su corazón, ahora sabía que empezaba asentir un cariño especial por su esposo, y sabía que iba por buen camino la relación. Aun no consideraba que lo amaba, pero sabía que no tardaría en hacerlo.
-Lista- dijo cuanto terminó de ponerse el vestido y recoger su cabello en un molote no tenía tiempo de arreglarlo más y mejor
-Cariño debiste tomarte más tiempo en vestirte, créeme que no tenía apuro- dijo en tono de decepción
-Por ahora ha sido suficiente- dijo golpeando su nariz con el índice- para ti
-Nunca será suficiente cariño- Darién abrió la puerta de la habitación para que saliera por delante
-¿A dónde vamos?- cuestiono al salir de la habitación
-Vamos tan sólo unas cuántas habitaciones adelante- le tomo de la mano y la llevo al fondo del pasillo
-No comprendo- rio nerviosa
-No impacientes ya lo veraz- las sonrisas que se generando en ese corto tiempo en que se desplazaron de una habitación a la otra dejaba al descubierto sus sentimientos.  Al fondo del pasillo la última puerta fue abierta por Darién.
-Entra- le ordeno
-¿Que hay aquí Darién?- pregunto con curiosidad.
-Entra y lo descubrirás!- sonrió

Antes de dar un paso dentro de la habitación se paró frente a él, le acaricio la mejilla y se colocó en puntas, para alcanzar sus labios, le nacía besarlo, le encantaban sus labios y su piel era tan masculina y tan tersa, la suavidad de su barbilla era magia que corría por su mano. Hasta el centro de su pecho, estar así con Darién la hacía suspirar.
-¿A qué estás jugando Serena?- Darién arrastrado por la gracia de esa mujer estaba tentado a devorarla de nuevo pero quería ir despacio con ella, quería que sus lazos fueran en todo los sentidos, no solo en la cama quería que ella amara su compañía
-No estoy jugando, me brota el deseo hacer esto- Serena daba pequeños besos en sus labios, besos que Darién disfrutaba. Pero quería más siempre necesita más
-Entonces déjame mostrarte como debes hacerlo para tenerme contento- Darién la rodeo de la cintura con los brazos alzándola, besando con pasión sus labios entro a la habitación, ella se abrazó con las piernas para sostenerse mejor, los labios de Darién encajaban a la perfección en los labios de Serena, estaban moldeados. Solo para ellos dos. La respiración de Serena se aceleró un poco.- ya aprendiste cariño 
-Creo que necesitare más clases- dijo con una sonrisa.
-Bien pero por ahora mira- dijo bajando a Serena- es tu sorpresa, espero te guste- Serena le dio la espalda. Lo que había en la habitación era un telar.
-Darién- la sonrisa de Darién fue bajando poco a poco incrédulo de lo que había escuchado. Serena observaba el telar, era nuevo, nunca nadie lo había usado aun,- muchas…- noto el asombro en el rostro de Darién- ¿qué sucede?
-Me has…no me dijiste...- Serena rio en un flechazo luego lo miro dudosa sin entender los balbuceos de sus esposo
-No entiendo- dijo ella
-Me dijiste Darién,- Serena se agacho tímida si lo había pensado toda la noche y mientras el dormía ella pronuncio una y otra vez su nombre y le pareció hermosos.
-Bueno, creo que encontré mi vínculo con usted- el dio unos pasos para llegar a ella
-Serena, entonces ¿me amas?- el corazón de Darién palpitaba como loco,
-Oh, eso, aun no lo puedo asegurar, pero tenga por seguro que mi odio no lo tiene y no lo tendrá jamás, no creo poder odiarlo, es usted un buen hombre, y ha sido más que bondadoso, me ha procurado, y eso merece toda mi entrega- Serena cruzo sus manos en la espalda
-Entonces ¿estás conmigo y te entregaste a mí por agradecimiento?- cuestiono viéndola a los ojos
-Oh, no, en mi interior está creciendo un cariño muy especial por usted, no puedo asegurar que lo amo, pero sé que empiezo a sentir algo especial por usted- Darién sonrió pero para el Serena ya lo amaba y le daría tiempo para descubrirlo por ella misma
-Me amas Serena, sé que me amas, tu entrega tu pasión y tu afecto de anoche me hacen pensar otra cosa, por favor date cuenta de que me amas- fue como una suplica 
-Darién,…- ella nunca se había sentido atraída por un hombre como lo hacía con Darién, con el todo era un misterio, sus sentimientos, los cuales le encantaría descubrir, pero lo que más parecía envolverla era ese descontrolado deseo por que la tomara entre sus brazos, y le hiciera el amor, ese deseo era el de mayor intensidad dentro de Serena, no se aseguraba ni ella misma que fuera cien por cierto amor, aunque no pensaba ya que era cien por cierto lujuria, había algo cálido en su entrega y sin duda Darién la llevaba al cielo.
-Aun dudas que me amas,- Serena asintió-  pero yo sé que me amas, lo sentí la primera noche y lo sentí ayer, tu entrega eso cariño no se finge- él la tomo por la barbilla y le dio un tierno beso- si quieres puedo demostrarte que me amas- le insinuó sus deseos.
-¿Cómo aquí y ahora?- miro la habitación
-Claro Serena, sé que puedo convencerte fácilmente- Serena sentía el cálido aliento sobre sus labios y aun con los ojos a medio cerrar se entregó a su afecto.