Azar_13-a

2.3K 139 8
                                    

♦♣♥ Azar del corazón ♠♥🌷

Capítulo 13_a

Rei le estaba esperando fuera, solo por cinco minutos no más le había dicho, si no aparecía significaba que no amaba a Seiya y eso le diría a este. Claro que lo amaba, y por supuesto quería subirse al carruaje en que Reí la esperaba pero siempre su deber y su correcto actuar le dominaba. Miraba por la ventana hasta que el carruaje arrancará.
-Hija ven conmigo un momento- le pidió Kenji
-Despreocúpate no pienso salir, Seiya y yo... nuestros caminos han sido separados papá- en su voz se notaba algo de tristeza
-Yo... Yo sé que soy quien te arruinó Serena,
-Ya lo estoy olvidando padre, no te guardo rencor, estoy aceptando mi futuro, no puedo seguir enojada contigo aún lo quisiera.
-Te voy a apoyar hija mía- Serena le vio sin entender- no soporto viendo esa tristeza en tus ojos Serena, si tu felicidad es Seiya yo los voy a ayudar, si quieres arriesgarte a luchar por lo que realmente quieres en la vida, solo dímelo tengo dinero, tengo como ayudarlo
-Papá- no podía creer lo que escuchaba
-Se feliz hija mía, solo eso te pido- el corazón de Serena estalló, sería eso una señal, sin pensarlo más se soltó de su padre y salió corriendo motivada por las palabras de su padre.
-Serena espera- le grito Setsuna- padre detenla
-Detente tu Setsuna, ella al final será feliz tenlo por seguro.

A Serena le sudaban las manos, estaba con Rei, en camino de verse con Seiya, sabía que era incorrecto tal vez inmoral pero Seiya, era su amor, su vida, tenia que saber que era lo que le había sucedido, porque fue tan canalla de abandonarla, aun no estaba del todo convencida, con la versión que le había dado.

-¿Que hacemos aquí?- cuestiono Serena al notar el lugar al que la ha llevado, la pequeña pero acogedora casa que el mismo Seiya había construido, donde ya habían hecho planes de colocar una mesa de jardines en la entrada, y el árbol de navidad estaría en el porche, aunque a Serena esa idea se le había hecho ridícula y sin sentido en su momento le encantó todos esos planes juntos.
- Seiya dijo que era el sitio más seguro, Serena él no quiere meterte en líos- Rei le comentó
-Pero es que ya lo estoy, no sé cómo es que me convenciste, no sé por qué estoy aquí- se recriminó a ella misma con una cara de angustia.
-Es simple, tú no te has olvidado de mi hermano- aseguro Rei, Serena no pudo negar su afirmación.
Bajaron del carruaje,  y tocaron una campañilla en la puerta
-¿Quién es?- se escuchó preguntar desde dentro aún joven temeroso
-Soy yo, Rei- respondió su hermana Seiya abrió la puerta, apenas un resquicio, vio que si era Rei quien venía…
-Serena- abrió por completo la puerta- pasa querida, has venido, lo sabía, sabía que vendrías si yo te lo pedía, estaba seguro de que no podrías creer todas las calumnias en mi contra pero por favor pasa- Seiya le tomo las manos.
-No me toques Seiya, te equivocas aún no creo en tu inocencia- le vio tan fría como le fue posible. Aunque anhelaba besarlo, no quería dejarse llevar por su amor.
-¿Entonces Serena?- le miró con tristeza
-He venido porque Rei me convenció y en nombre de nuestra amistad- un nudo en la garganta le complicó hablar- pero sabes de sobra que es un gran inconveniente si alguien me descubre aquí, así que hazme el favor y se breve- Seiya la miro sin reconocerla, esa mujer no era Serena su prometida, sabía perfectamente por qué era así, estaba casada y como tal debía comportarse.
-Serena entremos antes de que alguien te vea entonces- todos entraron en la casa, Reí siguió de largo para dejarlos solos. Un silencio se adueñó del lugar ninguno de los dos sabía que debía decir.
-Yo le pedí a Reí que te trajera, yo necesitaba verte, un día más sin ti y muero querida!- Seiya se aproximó, pero una palma abierta lo detuvo
-Mira no pretendo durar mucho tiempo recuerdas lo que te pedí, se breve, sabes el riesgo que estoy corriendo, estoy casada Seiya recuérdalo- ella se quedó de pie sin sentarse ni tocar nada, solo veía a su alrededor ¿qué historias se hubiesen firmado ahí? Se preguntó.
-Claro que lo recuerdo cada maldita noche y cada día al despertar, tú no estás en mi cama, tu deberías ser mi esposa ya, no de ese imbécil,- reaccionó con rabia
-No lo insultes- le exigió Serena
-Lo vas a defender, el me separo de ti, me mantuvo encerrado, solo para lograr que tú lo aceptaras, y no bastándole hizo correr chismes de mí. Qué clase de tipejo tienes por esposo Serena- Seiya intentaba que Serena reaccionara y le diera la razón que mostrará su cariño y le dijera que lo amaba
-No tienes ninguna prueba que sustente que él lo hizo- no se creía ella misma, aunque en su intimidad a él lo acusaba frente a otros lo defendía. Por qué lo hacía, no lo sabía pero se sentía satisfecha de defenderlo frente a quien fuese incluido el mismo Seiya.
-Es más que claro Serena, que no lo vez abre los ojos querida, el  tramo todo esto, el me lo dijo el día de nuestro compromiso
-¿Qué fue lo que te dijo?- Serena jamás se percató que ellos dos hubiesen hablado
-Que no me sintiera seguro de tenerte, que cualquier cosa podría pasar Serena, eso fue una advertencia Serena y yo no la supe ver, quien más pudo haber tratado de hacerme quedar mal, hacerte creer que tengo una esposa, quien hubiese querido desapareciera
-Me mostro una boleta, un papel que decía, que corroboraba su versión, me menciono tu cicatriz, solo Rei y yo teníamos conocimiento de esa cicatriz, ni siquiera tus padre, como es que ella lo averiguo- lo enfrento Serena
-No lo sé imagino que mientras me secuestraron pudieron verla pero eso no prueba nada Serena tienes que creerme, yo jamás podría dejarte, nunca querida, ni muerto podría separarme de ti- al fin pudo tocarla colocó sus manos sobre su rostro para besarla
-Qué más da Seiya, puedes explicarme y puedo intentar creerte o creerte, pero eso no cambiara nada, yo ya estoy casada- le repitió sin despegarse de él
-Y te vas a rendir así, nada más Serena tú me perteneces cierto, dime que tu aun...
-¡Seiya!- exclamó
-Quiero saber, te has entregado a...- no podía concluir la oración
-No pienso responder a eso Seiya, es mejor que no preguntes más
-Tienes que decírmelo vamos Serena te acostarse con el- le grito con fuerza, con exigencias
-No, no he podido, y he sido muy afortunada, en que él no me haya forzado ya- tal vez por eso a Serena le costaba trabajo creer que un hombre que le ha demostrado ser delicado, amoroso y paciente se atreviera a dañar a Seiya.
-Entonces vámonos juntos Serena, vámonos a vivir nuestras vidas juntos, nuestro amor querida, yo no concibo mi vida sin ti, por favor Serena anda dime que si- Serena empezó a agitar la cabeza de un lado al otro como negativa
-No Seiya, nuestros caminos han tomado direcciones contrarias, uno alejado del otro, debemos aceptar nuestras decisiones no hay vuelta de página, entiende por favor- Serena temía más por la vida de Seiya que por la suya.
-Pues yo no pienso renunciar a ti Serena, si tú no vienes conmigo por tus propias fuerzas, te llevare conmigo inclusive a la fuerza- le reto y se lo cumpliría.
-Olvídate de mí Seiya, yo ya no soy para ti. Es mejor que te olvides de mí, busca alguien que te haga feliz- aunque al decir eso Serena sintió un dolor en el pecho sabía que no tenía de otra.
-No me rendirte y espero que tú tampoco lo hagas, anda querida mía, vámonos lejos donde nadie nos alcance ni nos haga daño. Sé que me amas, sé que me amas y debes estar conmigo, pocos amores como el nuestro hay en este mundo no es posible que el nuestro desaparezca, no florezca- Seiya beso con ansiedad los labios de Serena antes de que ella le respondiera- lo sabía aun me amas querida mía. Tus labios aún reconocieron a los míos.
-Basta no insistas, no me iré a ningún lado- el amor por Seiya seguía vivo, pero sus labios ya están perteneciendo a otros labios y ella lo sintió-  ya te escuche, qué más da si te creo o no, qué más da si quiero estar contigo o no, el resultado es el mismo y el final es otro diferente al que nos construimos olvídate de mí- ella se alejó para salir de la casa
-No te dejare ir hasta que me asegures que te vendrás conmigo- Seiya la abrazo y le pegó contra  la pared- que nos escaparemos, vamos dímelo Serena no puedo estar sin ti, no lo resistiré, imaginándote todas las noches en los brazos de ese maldito
-No joven Kou, no me iré con usted, entienda y deje de insultarlo, ya se lo dije ¡no!- se exalto
-Por amor de Dios Serena- le tomo entre sus brazos y le beso, pero fue un beso simple, sin calor no había la pasión de su esposo, solo había dulzura y respeto, y aun así santo esa punzada de consuelo el probar de nuevo los labios de Seiya eran reconfortarle. Eran amor en su total expresión.
-Hasta luego joven Kou, espero sea feliz- comenzó a caminar, pero Seiya no la soltó.
-Serena no,  no te vallas de mi lado te necesito por favor- le suplicaba
-Seiya entiende ¿qué destino tendremos?, no podremos volver nunca a Lochalsh, mis padre, tus padres, jamás los volveríamos a ver, y que hay del jefe del clan, nos exiliaran poco apoyo podremos encontrar en otro clan y mira no tenemos con que iniciar, no tenemos ningún peniques.
-Un clan rival- era la única opción en un clan amigo, no podrían ser aceptados sería tomado como traición.
-Estás loco y si se sucede una guerra, piensa en nuestros amigos, nuestras familias, no Seiya, no esto no está bien- le empujaba para que la soltará sin éxito.
-Sé que lo podemos logra, solo dime que si vendrás conmigo sé que aún me amas, lo sentí en tus labios, dime que nos iremos juntos, podemos irnos a Inglaterra entonces vivir sin autoridad…
-No a Inglaterra no- ese era el último lugar al que iría, si la señorita Mina la veía seria su fin, le daría la razón, al decir que no le importaba Darién, y su tío el señor Jones tan atento y amable, que vergüenza no podría verle a la cara. Y por si fuera poco Darién viajaría en cualquier momento los encontraría, no tenía idea de lo que pudiese ser capaz.
-Entonces Serena ¿a dónde quieres que huyamos juntos?, pero tienes que decirme que si- le exigió
-¿Por qué?, ¿Por qué tenemos que irnos tu y yo...?
-¿Por qué?, ¿Por qué nos amamos?- respondió con efusión
-Ese no es motivo suficiente- alegó ella
-No te parece suficiente, el hecho de sentir esto y no poder disfrutar el uno del otro, que todas las noches sean de insomnio y mis días de depresión, sufriré cada día que no te vea. Y sé que poco a poco moriré, sé que no soy capaz de imaginar un mundo sin ti Serena. Piénsalo ambos vamos a sufrir, y entre todo esto tu esposo, no tendrá contemplación, y te tendrá aunque sea ...
-Piensas que el señor Chiba...– el temor de que eso sucediera era también otro motivo que le pudiese motivar irse con Seiya
-Te fuerce, por supuesto que es capaz, mírate eres hermosa que hombre no quisiera tenerte, yo tengo tu corazón y eso es lo que me importa Serena.
-Entonces no te importaría si me entrego a él, sin amor tal vez así el me deje ir- en sus adentros se preguntó por qué dio esa ridícula opción
-Esa no es una solución Serena y no quiero que hagas eso y es claro que no te dejara ir, no seas ingenua Serena, tienes que irte conmigo sin contemplaciones, Serena debemos estar juntos- en su rostro había suplica 
-Pero Seiya- quería refutar
-Serena por favor no puedo vivir sin ti, moriré te lo juro que sucederá, y sé que tú tampoco podrás vivir sin mí, lo sé, me amas y te amo querida ven conmigo- Serena se quedó quieta, agachó la cabeza, lo amaba aún sentía dentro de ella ese sentimiento, y no podía decir lo mismo con Darién.
-Está bien, me iré contigo Seiya- se venció a sus deseos. La lucha en su cabeza termino al decir esas palabras
-Serena mi Serena- la cargo y giro con ella en brazos- no te arrepentirás, estás haciendo lo correcto
-¿Estás seguro?- ella no estaba segura de hacer lo correcto,
-Claro que si querida, el amor jamás será incorrecto- le tomo el rostro y le dio un beso, que para Serena en ese instante no parecía decirle nada, toda la dulzura y la alegría que le provocaba un beso de Seiya era suficiente para ella para sonreír todo el día, pero en ese momento fue como un dulce sin sabor. Tal vez por los nervios de la decisión que acaba de tomar.
-Me haces tan feliz, te enviare los detalles con Rei, en cuanto todo esté listo de acuerdo, todo lo haré con precaución nadie sabrá nada no me atreveré a ponerte en riesgo créeme- la miraba fijamente a los ojos.
-Debo irme, he durado demasiado tiempo aquí- dijo alejándose de Seiya
-Serena siempre estaré aquí esperándote, Te amo- Serena solo asintió, salió de ahí con duda, era correcto irse con él, claro que sí, él era el amor de su vida, o por lo menos eso sentía, y si ella dejaba a Darién, tal vez el también buscaría la felicidad en los brazos de la señorita Mina, así todos saldrían ganado, era lo mejor desaparecer de la vida del señor Chiba. Era lo mejor se repetía una y otra vez para convencerse.

Azar del Corazón (En Edición)Where stories live. Discover now