Azar_17

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♦♣♥ Azar del corazón ♠♥🌷

Capítulo 17

Las caricias simples por si solas no le eran lo suficientemente deleitables pero los recuerdos eran motivantes. El cuerpo de Serena no estaba reaccionando como debía con Seiya, o como esperaba, termino haciendo lo mismo que la noche anterior, comparar, recordar, cada beso, y cada caricia, cómo era posible que amando a Seiya como lo amaba no pedía ni sentía más, un anhelo de sentir más placer para tener una razón para quedarse con él, para demostrarse que lo amaba, le estaba atormentado, no podía despertar sus impulsos, ni nada. Su cuerpo estaba frio.
Entonces vino a su mente, Darién le rozaba con la yema de los dedos la piel, siendo suficiente para que ya no quiera que se detuviera con ese pensamiento algo corrió por todo su cuerpo y necesito más de sus besos eran avives su peso sobre ella era perfecto,… respiro forzadamente en una sola exhalación sintiendo el beso de la mañana…

-Por favor más, por favor… mas… dame más Darién.- la reacción de Seiya fue un resorte echado hacia atrás de inmediato. Aunque su tono de voz desprendería deseo no llegaba a ser legítimo ni a ser excesivo a Seiya no le gusto que se expresara de esa manera.

Se separó de su amada Serena y observándola con reserva y con incredulidad, también había coraje y decepción. La examino, esa no era su Serena, la dulce y la prudente, jamás imagino tales suplicas en su cama, pero lo peor fue que no lo nombro a él. Le dio la espalda
-Seiya- Serena se incorporó sentándose en el diván,- ¿qué sucede?- su tono de voz era normal, intento acomodar el vestido pero sin mucho éxito estaba desabrochado de la espalda, lo tenía que sostener par que no se vinera a delante y dejara sus pechos al descubierto- ¿qué te pasa? ¿Por qué… porque tú te…detuviste?- le costó trabajo explicarse.
-¿En verdad no te diste cuenta Serena?-  aventó la mano al aire en buscando golpear algo
-Darme cuenta ¿de qué?- lo miraba con titubeo.
-Lo acabas de nombrar- refunfuño entre dientes, una lágrima resbalo de sus ojos
-Nombrar ¿a quién? ¿Que dije?- Serena estaba ten metida en sus recuerdos que no se percato
-Me acabas de llamar Darién, Serena- de inmediato se horrorizo por el error que acaba de cometer, sus  mejillas se coloraron y en la boca del estómago sintió un remolino que la golpeaba.
-No,…  debes haberte confundido, yo no pude haberte dicho…
-¿Porque no?
-Porque jamás lo llamo por su nombre, siempre me dirijo a él como señor Chiba, no he tenido ese lazo y esa confianza… yo nunca le llamo… Darién- por eso que no entendía que Seiya le dijera que acaba de llamarlo.
-Entonces dime que fue lo que sucedió, ¿porque me acabas de llamar Darién?, lo escuche perfectamente- Seiya le reclamaba con una herida en el pecho una que sería imborrable.
-No lo sé,- sabía que debía irse, comprendió aún más que fue un error está ahí.
-En verdad Serena no tuteas a tu esposo, nunca lo has hecho, jamás le has llamado por su nombre- Serena agacho la cara, claro que lo había hecho, precisamente metida entre sus brazos, pero no iba a aceptarlo frente a él. Meneo la cabeza evitando revivir la noche anterior, no era momento de recordar sus caricias,- Serena respóndeme
-No Seiya, ¡nunca!- se puso en pie tratando de atarse el vestido
-Te acostaste con el Serena, ya consumaron...- Serena se quedó quieta mirándolo. Como era posible que le preguntara eso, no podía humillarla más.
-Como te atreves a cuestionarme sobre eso, no tienes ningún derecho…
-Claro que lo tengo eres mi amada, eres la mujer de mi vida que más derecho quieres, dime ya te entregaste a Chiba- Seiya la rodeo con sus brazos en completa desesperación
-No claro que no,- mintió, tuvo que hacerlo, no se sintió capaz de herirlo- abróchame el vestido tengo que irme de aquí.
-No Serena espera…- Seiya quería intentar empezar de nuevo. Quería tenerla, era su oportunidad para hacerla suya, y después fácilmente la convencería de que huyeran juntos, solo tenía que volver a besarla.
-Basta Seiya, vine creyendo que estabas enfermo, y no era así, ha esto, hoy estuve a punto de… oh Dios, abróchame el vestido- dio dos pasos atrás
-Quédate, podemos intentarlo de nuevo, olvídate de tu esposo- pero lejos de olvidarse, eso sirvió de más recordatorio.
-No Seiya, no quiero que tu hermana me vea en estas condiciones, así que por favor ajústame el vestido- volvía a pedirle se giró para que le anudara las cintas.

Azar del Corazón (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora