Azar_12

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♦♣♥ Azar del corazón ♠♥🌷

Capítulo 12

Una mujer con un porte altanero, con un exquisito vestido azul, de sonrisa y mirada coqueta, parada frente a ellos, Darién giro lentamente y la miro de arriba abajo, con una mirada de nostalgia, era una joven rubia y hermosa, extremadamente hermosa, parecía que miraba a Darién con las ansias de lanzarse a sus brazos, era notorio lo que se contenía el no hacerlo. Darién enmudeció con su presencia.
-No piensas saludarme Darién- Serena miro a Darién con reproche, quien se había colocado a su lado, como se atrevía esta mujer a llamarle Darién así a secas, Darién no le prestó atención  a Serena en ese momento,
-Gusto en verla “condesa” Bingley- hablo al fin pero con fastidio tal vez con irritación
-Me alegra verte Darién, dime ¿cómo has estado?- la mujer ignoraba la presencia de Serena al igual que Darién, de la nada Serena empezó a sentirse tan molesta e incómoda, quería gritarles que podían ir a tomar el té o donde se les placiera que por ella no se preocuparan pero se contuvo. El hombre que le dijo lo hermosa que era y que estuvo a punto de besarla ahora estaba absorbido por una mujer con más clase que ella y muy a su pesar más hermosa, y Darién parecía verla así, como si nada más existiera para él.
-De maravilla- respondió frio, Serena se sintió molestia al ver sus mirada, y sus actitudes distantes aunque volaba en el ambiente una ambigua esencia de afecto, Serena barrio a la condesa, y noto en su mano, el anillo, de plata con la piedra azul rey, y supo de inmediato que era la insistente mujer del día anterior en el teatro, mientras se generó un silencio áspero, Serena opto por romperlo tomándose del brazo de Darién sin decir una sola palabra.
-Que descortés de mi parte verdad cariño…- fue como si con el toque de Serena, él volviera a la tierra.
-Es acaso tu amiga de ocasión Darién- la insolente mujer rio con burla, Darién rio fingidamente con ella y Serena le apretó el brazo por el coraje, Darién sintió la fuerza de su pequeña palma, la retiro de si, tomándola entre sus dos enormes manos
-Si así es...- Serena le miro con odio quiso zafarse dar media vuelta y regresar a la casa del señor Jones pero Darién apretó suficiente bien su suave mano y le coloco un beso- es mi compañera de ocasión, y mi compañera de vida, condesa Mina me enorgullezco- dijo mirando fijamente a Serena-en presentarle a mi esposa Serena Tsukino.

Mina sintió la furia de mil fuegos en su interior, la sonrisa se le esfumo y como toda una dama de sociedad supo dominar sus impulsos y su lengua.
-¿Se… se casó señor Chiba?- intento contener el temblor de su voz y bajar el nudo en su garganta
-Si condesa, me case- sonrió airoso
-Que afortunada es usted señora...- la miro con desprecio 
-Serena de Chiba condesa…- contesto con orgullo
-Mina, querida me llamo Mina- a Serena le retumbo ese nombre, si era el que le había pronunciado Darién el día del compromiso, era ella a quien nombro igualmente con tanta familiaridad. Darién le noto un tono que jamás había utilizado frente a él. Dudo en reconocer que su mujer estuviera celosa pero al parecer eso era, y le fascinaba. Oh si estaba locamente fascinado, entonces ella sentía algo por él y su corazón dio un vuelco de felicidad.
-Y hace ¿cuánto que se casaron?- pregunto con naturalidad Mina
-Hace un mes,- se apresuró a hablar Serena
-Si así es- completo Darién
-Pero usted apenas se fue hace dos meses, y que yo supiera usted no tenía compromiso... señor Darién, es acaso me mintió- sonrió falsamente y reprochándole con la mirada
-Nunca le mentí condesa, siempre fui más que sincero con usted- Serena apretó su mano entre las de Darién para que no olvidara que estaba ahí, lo cual funcionó, Darién suspiró y desvió la mirada de la rubia de enfrenté- así pasan las cosas mi querida condesa, nadie sabe las vueltas que de la vida.
-¿No entiendo?- interrogó inquisitiva sin dejar su mirada del señor Chiba con cierto coraje y desilusión.
-No hace falta condesa- aclaro Darién
-Ha venido a un asunto de trabajo según me informaron…- Serena mostro enfado quien debe infórmale pensó
-Bueno en realidad…
-Es como nuestro viaje de bodas señora Mina,- intervino con altivez Serena- es precisamente por el exceso de trabajo de mi esposo, no me había complacido con un viaje, es por eso que hasta ahora, y sabe él tenía que viajar solo- Serena sonrió con naturalidad como presumiendo frente a una amiga o conocido de tiempo- pero me insistió tanto en que yo viniera no me pude negar, es muy persuasivo- agrego un caricia en su brazo con la mano libre. Darién la veía incrédulo, parecía que le habían cambiado a su esposa.
-Pues espero les sea muy placentera su paseo, con permiso- era suficiente Mina no soportaba más
-Pero señora Mina, por favor no se retire, parece que algo le ha molestado, no quiere que le acompañe hasta su casa- sugirió Serena tampoco se permitiría evitar ayudar si ella lo necesitaba
-Figuraciones suyas señora Serena- trago saliva recobrando la postura adecuada.
-Bien en tal caso dígame, como ya le he contado yo apenas tengo unas cuantas semanas con mi esposo,  poco le conozco pero me encantaría saber de dónde se conocen ustedes- pregunto Serena  casualmente y una sonrisa orgullosa
-Cariño, no sabes si Mina tiene asuntos que resolver- se rasco la frente con arrepentimiento le  había tuteado frente a Serena  
-Es curioso cómo le nombra con tanta familiaridad- Serena mostraba seguridad mientras que Darién la miro con sospecha e incertidumbre que es lo que quería demostrar o que quería descubrir.
Mina se congelo, estaba absorta en su dolor y en no desplomarse en ese momento y reclamarle tanto y nada a la vez, quería irse de una vez sin dar más explicaciones, cuan arrepentida estaba de saludar al joven Chiba
-La joven Mina es una amiga de juventud, nuestros padres también lo son, de ahí es que nuestra relación no contenga tantas barreras- respondió Darién
-Me disculpo querida, mi esposo tiene razón, tal vez ya le he quitado el tiempo- tenía ganas de indagar más, que ambos estallaran el uno frente al otro pero los ánimos no eran los suficientes.
-Mis deberes no son tan absorbentes querida, pero si debo volver a casa, con permiso- se despidió de nuevo
-Hasta luego condesa- le respondió he hizo una reverencia falsa- no le va decir nada señor Chiba-Darién le miró con sospecha albergando una sonrisa
-No tengo absolutamente nada que decirle Serena- esa respuesta no era por mínimo, convincente para Serena pero no iba a protagonizar una escena en un parque.
Serena se quedó con la mirada al frente sonriendo satisfecha, pero luego se sintió ridícula, había celado a su esposo. Cuando Darién vio que Mina se perdía soltó a Serena
-¿Me puedes explicar que esto?- le cuestionó con molestia.
-Aquí en público no, si quiere volvamos a casa creo que el paseo se arruino señor Chiba- ella empezó a caminar sin esperar que él le alcanzara, se sentía moleta pero porque, no lo sabía pero había una rabia acrecentándose en sus adentros.

Azar del Corazón (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora