Capítulo 6

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-Hola, Niall.

-¿Has hablado, Sr. Osito?

-No, Niall, soy yo, tu padre.

-¡Ah! Pensé que llegarías mucho más tarde-sonrió.

-Mi jefe estaba de buen humor y nos dio la tarde, supongo que es por el cumpleaños de su hijo-le alborotó el cabello.

-¡No me dijiste! Pude haberle hecho algún regalo-comió el último pedazo de su hamburguesa.

Después de que su padre terminara de comer, subió a su habitación. No quería hacer tarea y aunque decidiera hacerla sería una pérdida de tiempo ya que era para el próximo martes. El Sr. Osito estaba entre sus brazos, de verdad, amaba a ese oso, con su tela amarillenta, su pansita repleta de relleno y sus ojos de botón, sobretodo esos ojos de botón negro. Ese oso tenía algo que simplemente le gustaba y si fuera posible lo convertiría en humano para que fuese su amigo, después de tanto tiempo y aparte de Jazz, el Sr. Osito era el único que escuchaba todos su problemas y le dejaba llorar sin criticarlo por nada.

-Sr. Osito, hoy conocí a una chica, es linda, su cabello es azul y sus labios son rosados. Se llama Jazz, sí como el género musical. ¿Sabes? Ella ha sido la primera persona que me ha hablado, es muy amable y risueña, casi como yo. Y lo mejor es que es irlandesa, ¿puedes creerlo?-el peluche asintió, su boca de hilos siempre estaba curveada-Es amiga de Zayn... sí, el malote, y me ha dicho algo que me ha sacado de onda. "Es un chico dulce", si él es un chico dulce, ¿yo que sería? ¿El Dios de los Malotes?

-Mejor sígueme contando sobre la chica.

-Bueno, es bajita, con la piel casi tan blanca como la mía... ¡Ah! Lo olvidada, su novio... No, no es su novio, el chico que le gusta es guapo, sus ojos son hermosos. Aunque todavía no son novios, yo sé que van a ser la pareja más linda del instituto.

-¡Niall, tu hermano está al teléfono!-gritó su padre desde la planta baja.

-¡Ahora voy!

Bajó las escaleras, con el peluche en brazos, y se acercó a su padre que estaba sentado en el sofá de la sala viendo un partido de baloncesto con la mano extendida para que agarrara el teléfono.

-¿Greg?

-¡Hola, Niall!

-¿Si vendrás?-preguntó ilusionado.

-¡Por supuesto! Estaré ahí junto con Denisse.

-El fin de semana, seguramente-sonrió.

-Ujum, ¿y qué tal la escuela?

-Mmm... Bien-respondió no muy seguro apretándole un brazo al Sr. Osito.

-¿Eso qué significa? ¿Ya pensaste que vas a estudiar?

-No, no estoy seguro... Sigo con la misma idea de hace unos años.

-¿Volverte un famoso guitarrista? ¡Niall! Está bien que quieras eso pero debes de tener una segunda opción, sabes que es difícil triunfar en ese mundo.

-Lo sé, pero no me imagino haciendo otra cosa...

-Escucha, hablaremos bien de esto el fin de semana y haremos un trato, ¿te parece?

-Está bien.

-Déjame hablar con papá, nos vemos luego... y Niall, no olvides que te quiero.

-Yo también te quiero, Greg... Papá, mi hermano quiere hablar contigo-le entregó el teléfono en la mano.

Subió de nuevo a su habitación, aún no había bajado la hamburguesa. Dejó su peluche sobre la cama y arregló su mochila para el día siguiente, de nuevo no tenía tarea, tal vez porque los exámenes comenzaban la próxima semana. Aún así, no tenía problemas con ninguna materia, todas se le facilitaban, como a cualquier nerd. Al terminar con eso, se acostó en su cama mientras lanzaba hacia arriba al Sr. Osito para luego atraparlo entre sus brazos y darle un beso en la cabeza.

-Tengo sueño... Creo que últimamente estoy más cansado que lo otros días-bostezó.

Despertó a las 6 de la mañana del día siguiente, ayer apenas eran las 5 de la tarde. Hizo lo mismo de todas las mañanas, se bañó, se puso su uniforme, desodorante, loción y peinó su cabello cuando ya estuvo seco, bajó las escaleras con su mochila en el hombro y tomó una botella de agua.

-¿Ya te vas?

-Sí, ya casi es hora.

-¿No vas a desayunar, hijo?

-Compraré algo en la escuela.

-¿Quieres que te dinero?

-Si tengo, gracias.

Una vez más su padre se había ofrecido a llevarle a la escuela, siempre le decía que no, que prefería caminar. Para ser sinceros, Niall podría decirle que sí, pero conocía muy bien a los idiotas del instituto, todos y cada uno de ellos eran tan hijos de puta como para acercarse al auto de su padre y decirle chorrada y media sobre lo marica, débil y chupa penes que era, aunque no fuera nada de eso, mucho menos un gordo de mierda, estaba totalmente seguro de que su padre se decepcionaría de ver cómo su hijo menor ni siquiera hacía o decía nada para defenderse, después de tantos años de lo mismo se había acostumbrado a todo eso. Incluso muy en el fondo comenzaba a pensar que tal vez si era cierto, debía de haber alguna razón creíble para decirlo y Niall sospechaba que todos tenían un buen fundamento como para hacerle ver que era una persona nacida para ser despreciada.

-Niall, hoy te iré a buscar.

-¿Por qué?

-Parece que va a llover mucho en la tarde y a ti no te gusta llevar ni suéter ni paraguas en la mochila.

-Está bien... Me hablas cuando llegues-tenía un nudo en la garganta.

Salió de su casa y siguió el mismo camino hacia su escuela. Su padre iría a buscarlo, eso podía ser malo, debería de tomar la costumbre de meter un paraguas pequeño en su mochila si quería evitar más situaciones como estas, ahora estaba preocupado. ¿Y si su padre descubría que sufría bullying en la escuela? ¿y si alguien más se lo dice? ¿y si lo están golpeando para el momento en que su papá llegue? Todas esas preguntas se esfumaron por culpa del claxon de un auto que estaba justo a un lado suyo, estaba a media calle y casi lo atropellaban.

-¡Niño, ten cuidado al cruzar!-exclamó el conductor sacando la cabeza por la ventana.

-¡Lo siento!-dijo en un hilillo de voz.

-Pon más atención a tu camino; de suerte frené a tiempo-continuó enojado subiendo el vidrio de nuevo.

-Lo siento, de verdad-volvió a disculparse mientras caminaba hacia la banqueta para ponerse a salvo, observó como el auto se alejó, el conductor negaba la cabeza con enojo, alguna grosería debió de haber dicho.

Síndrome de Estocolmo [ziall]Where stories live. Discover now