Síndrome de Estocolmo [ziall]

Capítulo 26

-Sí, muy tabú. ¿Te interesa el tema por algo en específico?

-Ne, solo sentía curiosidad-"Idiota".

Se volteó de nuevo y subió las escaleras, si se quedaba por más tiempo Bobby comenzaría a interrogarle y le diría cosas totalmente innecesarias sobre su gusto hacia los hombres o sobre las cosas que le pasaban en la escuela, aún no era tiempo de decirle. Corrió a su habitación, cerró la puerta y se tumbó en la cama mientras abrazaba su oso de peluche.

-¡Sr. Osito! No lo vas a creer, el día de hoy fue hermoso, si tan solo lo hubieras visto-se revolvió en la cama con la mayor felicidad del mundo-. Zayn, ¡ay, Dios mío! ¡Zayn! No sé qué le ha pasado hoy pero en el baño de la escuela. ¡Padre Santo! Fue tan... Tan... ¡Me besóoo! ¿Tú crees? Zayn Malik me besó.

Podría estar volviéndose loco, pero casi vio un brillo en los ojos de botón del oso, inclusive su boca estaba curveada. Definitivamente estaba enloqueciendo.

-Fangirlear por Zayn es divertido. Es tan guapo y misterioso, ¿has visto sus pestañas? ¡Son hermosas! Y sus ojos, madre mía, ¡esos ojos! Podría pasar todo el día mirando sus ojos.

Agarró su teléfono al sentirlo vibrar dentro de sus pantalones, desbloqueó la pantalla y leyó el mensaje de un número no registrado: No digas nada de lo sucedido hoy, vale? Zayn. No pensaba hacerlo y como lo conocía bien, sabía que si decía algo le iba a ir muy mal. Después de responderle, guardó su celular en el bolsillo de su pantalón, al ver hacia al frente recordó algo importante. Su guitarra. Aún estaba con la cuerda reventada apoyada junto a una cajonera de su habitación, la agarró del brazo y bajó las escaleras otra vez.

-¡Papá, aún no le hemos cambiado las cuerdas a mi guitarra!-exclamó desde las escaleras hasta llegar a la cocina, Bobby estaba concentrado en su teléfono hasta que lo vio junto a él dejando la guitarra sobre la mesa con la cuerda encima.

-Ah, es cierto, bien, déjala aquí, cuando salga del trabajo la llevaré al centro de la ciudad.

-Bien, hasta luego-se despidió.

[...]

Llegó tarde a la escuela, en cuanto entró por la puerta del salón sintió la mirada de Zayn, también lo miró y se disculpó con el profesor por su impuntualidad. El profesor lo dejó pasar y se sentó donde siempre, al fondo, junto a Zayn, detrás de Jazz. En toda la mañana, Malik no le dirigió la palabra hasta que necesitó que le prestara un lápiz. Niall estaba extrañado con esa actitud.

Las horas pasaban con lentitud, el profesor y la clase en general solo aumentaba el sueño que ya tenía desde que despertó, sentía el estómago rugir, ya no le sorprendía, no desayunó nada y no pensaba comer en todo el día. Jazz de vez en cuando se volteaba y le picaba la mejilla con su bolígrafo para que no de durmiera. Pero de todos modos soñaba despierto observando a Zayn, se imaginaba haciendo todo tipo de cosas con él. El resto de su día casi estuvo hecho cuando Malik le miró y le sonrió con tranquilidad como ayer en el baño.

-Es claro que no les interesa mi clase, ya lárguense a su recreo-dijo el profesor con una notoria molestia, pobre hombre, nadie hacia caso a sus explicaciones.

Todos hicieron bulla, tomaron sus mochilas e hicieron el cambio de salón. Afuera del aula se encontró con Tommy, él y Zayn se lanzaron miradas de odio, unos segundos más y se daban unos buenos golpes. Zayn le dio a Niall una nalgada para provocar a Wood, obviamente cerciorándose de que nadie se diera cuenta, y siguió con su camino alcanzando a Jazz.

-¿Qué mierda con ese tipo?-comentó disgustado, gruñendo bajito.

-Déjalo, solo quiere molestarte.

-No estés cerca de él.

-No pasa nada, ¿sí?-le acarició la cabeza-Ven, vamos al lugar de ayer.

-¿Nos quedaremos sin entrar a clases de nuevo?-preguntó preocupado.

-No.

-Ah, bueno, no hay problema.

-O bien... Si se da la ocasión de no entrar...

-¡Niall!

-Lo siento, lo siento-rió-pero yo sé que no quieres entrar y quedarte conmigo comiendo dulces ¿o no?

-Eres todo un caso, James-le rodeó los hombros con un brazo, negando con una sonrisa en su rostro y se encaminaron a la máquina expendedora, se separaron rápido al caminar en los pasillos llenos de gente, si miraban algunas veces y reían por sus grandes actuaciones.

En todo el descanso comieron caramelos, reían y platicaban de cualquier cosa, se tomaban de la mano, se abrazaban, se besaban de vez de en cuando. Como una pareja. Al sonar la campana de clases, si pensaron en repetir lo que hicieron el día de ayer, solo se quedaron unos minutos después de que los demás alumnos entraran a clases. Niall deseaba que Tommy fuese mayor para al menos estar en la misma generación.

-Niall, ya tengo que ir a clases-dijo el menor tratando de soltarse del agarre del rubio.

-No, quédate-con cada queja lo abrazaba más fuerte-. Puedes quedarte conmigo en mi salón.

-Sabes que no puedo, tengo que ir a mis clases-Niall estaba abrazado a él, casi como un koala.

-Anda, vente conmigo-Horan alargaba un poco las sílabas para tratar de convencerlo de ir con él.

-Pareces un bebé.

-Ya pues, ve a tus clases-dejó de abrazarlo, se cruzó de brazos y fingió molestia.

-No te enojes-le dio un beso en la mejilla.

-Está bien, trataré-le dio un beso esquimal.

Después de besarse otras tres veces, se encaminaron a sus aulas de clases, cada quién por su propio camino. Niall ni siquiera que clase le tocaba, ya habían pasado más de cuatro meses de que inició el año y no lograba aprenderse su horario. Pasó por varios salones, equivocándose de puerta, preguntándole a los maestros dónde podría estar su grupo. Se sentía idiota por ello. Para su suerte, la profesora que estaba dando clases a su grupo no se percató de cuando entró al salón, algunas chicas se burlaron de él por su retraso, entre ellas estaba Melody. "Maldita sucia".

-¿Dónde estabas, Niall?-preguntó Jazz curiosa.

-Te cuento lue...

-De seguro andaba de maricón con el niñato ese, Tommy-interrumpió Zayn con tanta naturalidad y fluidez en sus palabras, también con un ligero toque de molestia al decir el nombre de Tommy. ¿Qué necesidad sentía Malik de tratarlo como se le diera la gana? Jazz lo pateó en la pantorrilla, enojada por hacer un comentario tan fuera de lugar hacia Niall, quién ya estaba ocultando su rostro entre sus brazos intentando casi inútilmente de no llorar.