Capítulo 34

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-Es mi premio por ganar en serpientes y escaleras-respondió al mismo tiempo que se levantaba y se tallaba el trasero con las manos, juntando las cejas en un claro gesto de dolor. Su padre lo miró súper extrañado, a veces su hijo decía cosas sin sentido.

-Claro-murmuró el mayor cerrando la puerta tras de sí-. Sonaré grosero pero ¿quién es él?

-Ah, lo siento, papá. Él es Zayn; Zayn, él es mi papá, Bobby-los presentó con una mano apoyada en el trasero y con la otra señalándolos con cada palabra que decía.

-Es un gusto conocerlo-dijo Malik levantándose en un santiamén de su asiento, extendiendo la mano para saludar a Bobby. Estaba nervioso, joder, que estaba conociendo a su... ¿suegro?

-El gusto es mío-dijo el mayor estrechando su mano con la fuerza que usaría un padre celoso de conocer al novio de su hija. Él no sabía nada ¿o sí? No podía saber nada, Zayn y Niall no eran pareja. Aún, de todos modos fue inevitable que Zayn sintiera ardor en sus mejillas, estaba sonrojándose-Ya, Zayn Malik, has estudiado con mi hijo desde la primaria.

-¿Nos hemos conocido antes?

-Niall te mencionó alguna vez supongo, tu cara me es familiar-explicó soltando su mano. Zayn lo agradeció en sus adentros, la mano le dolía peor que cuando golpeó a Jason hace un mes. Ahora el miedo se estaba apoderando del moreno, ¿y si Bobby Horan sabía de sus sentimientos hacía su hijo más pequeño?-Ya han comido, supongo.

Los dos adolescentes asintieron, los nervios estaban comiéndose a Zayn vivo, no es que no hubiese visto antes al padre de Niall, es que nunca lo había visto tomando en cuenta de que Niall le gustaba y hace solo unos momentos estaba a punto de besarlo de una forma muy depravada. además de que el ofrecido de Niall estaba sobre sus piernas, estaba a punto de agarrarle el trasero hasta que oyó la puerta abrirse. Aún cabía la remota posibilidad de que Bobby los hubiese visto. Tal vez él no sabía que su hijo era gay, eso empeoraba las cosas.

El padre de Niall habló un rato con ellos sobre la escuela, revisó la hora en su reloj y exclamó algo sobre que no había comido aún. Niall lo siguió hasta la cocina y le avisó que estarían en su habitación después de recoger el juego de mesa y las tazas de chocolate vacías.

-Aun quiero mi premio-murmuró el más bajito agarrándole del brazo y corriendo por las escaleras.

-Perdón por tirarte al suelo-Zayn no era el tipo de persona que pedía disculpas sin ser obligado para ello.

-Me duele el trasero-dijo el rubio parado en frente de la puerta de su habitación.

-Puedo ayudarte con eso.

-¡No! Me dolerá peor si me ayudas-refutó el ojiazul sujetando las manos del de ojos miel antes de que hiciera algo más.

Zayn negó sonriendo, miró a ambos lados del pasillo asegurándose de que el padre del rubio no anduviera por ahí fe casualidad. Acorraló al irlandés contra la puerta y le dio un beso fogoso, casi desesperado, mordiendo un poco su labio inferior con cuidado de no lastimarlo, hasta cierto punto tenía miedo de que aún tuviera el labio lastimado por la otra vez en que lo golpeó hasta hacerlo llorar.

-Deberíamos besarnos así más seguido.

El celular del irlandés comenzó a sonar y ambos maldijeron por interrumpir el momento de esa forma, ambos querían hacer algo más que besarse.

-¿Es en serio? ¿Ahora?-se quejó Malik.

-Voy a responder, entra a mi habitación si quieres-dijo Horan sacando el celular del bolsillo de sus pantalones.

Zayn obedeció y cerró la puerta tras de sí para darle privacidad a su... No, novio no, aún no lo era. Para darle privacidad al chico que le gustaba, no es como si fuera a pegar la oreja contra la puerta para ver de qué y con quién hablaba, no sería capaz de eso. O eso creía hasta darse cuenta de que lo estaba haciendo. Niall le dio una patada a la puerta para que no estuviera de chismoso, se acomodó la camisa del uniforme e hizo un escrutinio visual a la habitación del rubio.

Algo desordenada, con una cajonera y espejo frente a la cama, a un lado de esta una mesita de noche donde tenia algunos libros de la escuela, sobre la cajonera, en la pared, había una repisa con cientos de discos de artistas como Michael Bublé hasta géneros más pesados como Pantera. ¿Niall siempre ha tenido gustos musicales tan variados? Esperaba que no, quería creer que la mayoría de esos discos eran de su hermano, incluso de su padre. La cama también estaba desordenada, solo de las sábanas, en los cojines estaba perfecta y enfrente de estos, reposaba una bola de felpa que reconocía a la perfección, él la había comprado hace once años un trece de febrero junto a unos chocolates que planeaba darle a Niall junto a su primer beso. Sonrió al ver el buen estado en el que se encontraba ese peluche, casi como nuevo de no ser porque sus ojos de botón estaban algo rayados, claro que uno se daba cuenta al prestarle demasiada atención así que en general todo estaba bien.

-Sr. Osito-lo sostuvo entre sus manos-, sigues vivo. ¿Cómo te ha ido con la teñida? Bien, supongo. No puedo creer que te haya conservado todos estos años pensé que irías a parar directo a la basura en cuanto... bueno, en cuanto comencé a molestarlo.

Se sentía tonto por hablarle a una bola de tela, costuras, felpa y botones pero le gustaba hacerlo.

-Bien, sigue descansando en su cama-masculló como niño dejando al oso sobre la cama de nuevo, acomodándole las piernas para que pudiera sentarse bien. Si Niall había decidido quedarse con el Sr. Osito por tanto tiempo, eso significaba una cosa. Niall gustaba de él desde hace años. Tal vez si se lo hubiese dicho desde el principio hubieran tenido un mejor comienzo y una relación duradera, tal vez.

Síndrome de Estocolmo [ziall]Where stories live. Discover now