Síndrome de Estocolmo [ziall]

Capítulo 15

Rodó sobre la cama, con la almohada encima de la cara. Se movió un poco más y calló lentamente al suelo con el cuerpo enrollado entre las sábanas, no se golpeó por suerte. Le importó poco estar en el suelo, se puso boca abajo e intentó seguir durmiendo. La cabeza le dolía demasiado, dolía de los mil demonios... ¿Por qué?

-Es cierto... Debe ser resaca-apretó dos de sus dedos contra su frente-. Nunca más volveré a emborracharme.

-Yo dije lo mismo el año pasado...

Esa voz. ¡Esa condenada voz! No, no podía... ¡No podía ser él, por Dios! Se sentó en el suelo con rapidez, diablos, le dolía el trasero. ¿Y por qué tenía solo sus bóxers? Observó a su acompañante (si es que se le podía llamar así), el cabello desordenado, los ojos medio cerrados, la mitad de la cara sobre la otra almohada, los brazos sobre la cama y el vientre, al igual que él solo traía bóxers. "Qué lindo se mira".

-¿Qué... haces aquí?

Estaba medio dormido, lo miró de nuevo y cerró los ojos, los abrió rápidamente en menos de 3 segundos. Se sentó rápido en la cama, Zayn inspeccionó con la mirada la habitación de Niall, después lo miró a él, hicieron un tortuoso e incómodo contacto visual que parecía no acabar nunca. Ninguno se atrevía a decir nada, era extraño... Muy extraño, ambos sabían en qué había acabado lo que sea que hayan hecho la noche anterior.

-Niall... Ayer no pasó nada.

-Pero...

-Ayer-no-pasó-nada, dije, nosotros no hicimos nada-respondió preocupado y nervioso. Ojalá fuera cierto.

-Por mucho que quisiéramos, los dos tenemos la idea de lo que pasó ayer, Zayn, y creo que es lo que de verdad pudo haber pasado-su labio inferior temblaba, impidiéndole hablar con claridad, aún así, el más alto entendía el mensaje.

Malik se puso de pie, se puso sus pantalones sin siquiera abrocharles el botón, solo había subido el cierre. Se puso su camisa, caminó hasta la puerta, antes de salir por ella se detuvo, apretó las manos y lo miró.

-Escucha, maldito marica, no vuelvas a acercarte. No somos amigos y no lo seremos nunca, ¿entendiste?

-No, Zayn... Por favor, espera-¿por qué sus palabras dolían tanto? Bien, muchas personas le hacían sentir mal con sus comentarios pero en especial los de Malik eran los que más lo herían, no sabía por qué. Sus palabras eran más directas e insensibles, también parecía no esforzarse en hacerle sentir mal, le dolía pensar en lo horrible que sería si Zayn se esforzara en ello. Poco después escuchó el portazo de la puerta principal, ya se había ido.

Su padre llegó mucho después, cuando Malik se fue apenas eran las diez de la mañana, su padre llegó a casa a las dos de la tarde. Cuando llegó, se dirigió a la habitación del rubio, lo encontró recostado en su cama, medio dormido, con la cara enrojecida y los ojos hinchados, le preguntó si había desayunado y si deseaba comer. A todo respondió negativamente. Sonaba cansado, como cuando uno termina de llorar. Algo le había pasado. Bobby estaba seguro de ello pero Niall era una caja fuerte que solo se puede abrir desde adentro, hacerlo hablar era difícil.

-Niall, ¿no hay algo que quieras decirme?-le quitó las sábanas de la cara y posó la palma de su mano sobre su frente-¿estás enfermo o algo? Dime, hijo...

-Solo quiero estar solo.

-Puedes confiar en mí, lo sabes, ¿verdad?-el menor volvió a esconderse entre las sábanas-Puedo pedir una pizza, ¿no quieres? Pediré mitad de pepperoni, mitad hawaiiana, como te gusta.

-No, gracias, no pienso comer.

-Puedes enfermarte...

-Quiero estar solo, ¿vale?

El mayor suspiró ante la sequedad de su hijo. Solo quería ayudarlo, ¿era eso tan malo? Greg nunca fue así, Greg le contaba todo, ¿por qué Niall no? ¿Cuál era la diferencia entre esos dos? No sabía qué hacer, debía de ser muy mal padre. Salió de la habitación y cerró la puerta tras de sí, cuando estuvo afuera recargó la espalda contra la puerta, miró el techo y pasó la mano por su cara preguntándose duramente qué rayos podría hacer para ayudar a su hijo. "Los adolescentes son todo un enigma".