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NARRA GORETTI:

Una vez que estuve desnuda frente al espejo para ducharme vi mi cuerpo. Esta totalmente cambiado, ya no es el mismo que tenía hace 5 años, ahora tiene un montón de heridas. Toque cada una de ellas recordando todas y cada una de las historias que circulaban alrededor de ellas. Cerré los ojos cuando llegue al tatuaje, ese tatuaje...

•FLASBACK•

El miedo me invadía pero sabía que quería hacerlo y desde hace mucho de hecho.

-¿Estas segura?

-Segurísima.

-Ya se que te dan miedo las agujas, no tienes porque hacerlo si no quieres...

Suspiré. Era verdad, le tenía un pánico horrible a las agujas pero quería hacerlo, quería tener un recuerdo imborrable en mi piel de mi mejor amigo que significa tanto para mí. Justo antes de entrar agarre su mano con fuerza.

-Estás cagada-rio.

-Callate-murmure.

Estaba cabreada, odiaba que se metiera conmigo por cosas tan simples. Se sentó a mi lado y espero su turno. Cuando acabaron los dos turnos miramos los tatuajes y sonreímos satisfechos, un taijitu, el la parte blanca y yo la negra, en la muñeca izquierda. Por alguna extraña razón me gustaba el negro y el estuvo de acuerdo en que se haría la blanca.

-Yo seré el bien que sostiene tu mal-sonrio.

-Y yo el mal que sostiene tu bien-rei.

•FIN DEL FLASBACK•

Abrí mis ojos de golpe, ese recuerdo era demasiado real, como si realmente el estuviera a mi lado. Pedí comida al servicio de habitaciones y me acerque a la ventana. Frente al hotel había un restaurante en el cual un montón de gente entraba.

Alguien miro hacia donde estaba y sonrió.

-¿Hola?

-Hola.

-Es extraño, tu voz me recuerda a la de alguien muy importante para mí...

-¿Si?

-Olvidelo.

Suspiré, cogí la comida y me  senté para empezar a comer.

Narra Adexe:

Silvia me obliga a entrar en el restaurante. Suspiro y me suelto.

-No hace falta que me obligues a caminar como un crío.

-Lo siento pero me dio la impresión de que hablabas con una chica.

-Que hable con una chica o no es problema mío, no somos nada para que me trates así.

Se queda callada, se dirige a una de las tantas mesas que hay y se sienta en una de las sillas. Quizás me he pasado pero odio que se metan en mi vida.

-Silvia, yo... Lo siento, no debí hablarte así.

-Tranquilo, ha sido mi culpa, no volveré a tratarte así.

-¿Estas llorando?

-No.

Levanto su cabeza. Suspiro cuando veo sus ojos llenos de lágrimas.

-Venga, no llores más-la limpio.

-Gracias-sonrie un poco.

Me detiene agarrándome la muñeca para que no me aleje.

-¿Tienes un tatuaje? ¡Que chulo!

-Si-sonrio incómodo.

-¿Puedo preguntarte qué significa?

-Eh... No, solo es una pequeña tontería que me hice con quince años.

Asiente y pide. Vuelve a agarrar mi muñeca.

-Te lo hiciste junto a ella ¿Verdad?

-Silvia por favor...

-Lo siento pero me gustaría llegar a ser algo más contigo y algún día tendrás que contarme su significado.

-Yo... Yo no estoy preparado para tener nada serio Silvia.

Lo se-sonrie-pero yo podría hacerte feliz, déjame intentarlo.

-¿Que?-me mira impaciente.

-No se puede querer a alguien más cuando tienes a alguien clavado en el corazón.

-Me da igual, yo quiero intentarlo-sonrie.

-Silvia por favor, no seas pesada, ya te he dicho lo que hay.

-Me estoy cansando de que me trates mal.

-Lo siento pero a junto a ella se llevaron mi alegría y mis ganas de estar con alguien más. Lo siento si te hiciste ilusiones pero yo no puedo quererte como tú me quieres a mi.

Se levanta enfadada y dispuesta a darme una bofetada.

-Eres un...

-Un imbécil pero este imbécil te está diciendo que no puede querer a alguien más que no sea a la persona que ama. Búscate a otro.

Se marcha con lágrimas en los ojos. Todo el hambre que tenía se ha esfumado. La gente no entiende que si no es ella no va a ser ninguna chica la que me haga feliz.

Eternally yours. Where stories live. Discover now