Narra Goretti:
Trago saliva. Ella sigue hablando por teléfono mientras yo estoy detrás de ella, oyendo cada una de las frases hirientes que suelta por su boca.
-Como ya te he dicho acabaré con el, todos lo tomarán como un suicidio-rie.
Mis manos van por libre. Lo estoy viendo en un segundo plano. Todo va a cámara lenta y el jarrón acaba estampando se contra la cabeza de la mujer que sangra y este se rompe en mil pedazos.
-¿¡Pero se puede saber que mierdas haces?!
Suelto un gruñido a modo de respuesta, me mira sin entender nada a lo que yo acabo afirmando las sospechas que seguramente tenía.
-¡No te acerques a mi padre!
-Hombre, por fin te atreves a dar la cara.
Agarro su pelo con fuerza pero poco a poco mis fuerzas van desvaneciendo, ¿que me ha hecho?
-¿¡Que me has hecho estúpida?!
-¿Te crees que no me di cuenta? Aunque hayas cambiado de look te he reconocido perfectamente, no soy tonta. Te he hechado sedantes en tu comida-rie-vas a tener un largo y profundo sueño.
La miro con rabia, asco y miedo a la vez. Todo me está empezando a dar vueltas. Me he hecho para atrás y acabo resbalando cayendo al suelo. Todo se vuelve negro.
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El sonido de la tierra cayendo sobre mi empieza a ensordecer mis oídos. Me cuesta abrirlos pero al final lo hago.
-Bella durmiente-comienza a reír.
-Sácame de aquí-murmuro.
-Tienes que aprender la lección-rie-conmigo no se juega.
-La tengo más que aprendida, por favor, saca me de aquí, no soporto los espacios pequeños-murmuro.
Para de arrojar tierra. Me mira y comienza a reír. Seguramente por mis pintas. La odio.
-Haremos un trato.
-Yo no quiero hacer ningún trato contigo.
-Bien, entonces serás enterrada viva.
-¡Esta bien!¡¿Que tipo de trato?!
-Tienes que ayudarme a quitarle todo a tu padre.
Trago saliva. Asiento por pura desesperación. "Sacarme de aquí" grito pero ya es tarde, ya se han ido.
Narra Adexe:
Tengo el estómago revuelto y ganas de vomitar. El me mira en busca de una respuesta que nunca llega.
-¿Vas a seguir callado o vas a decir algo?
-Es que no tengo nada que decirte porque no sé dónde está.
Veo a Lucas que le mira muy serio. Le obliga a marcharse porque prácticamente no quiere irse. Han estado a punto de encontrarla...
-Tranquilo hermano, ya se ha ido.
-Si-suspiro.
Voy a cerrar la puerta pero alguien pone el pie haciendo de tope. Me giro molesto.
-No tengo tiempo para estupideces.
-Soy yo...
La miro, mis ojos se llenan de lágrimas, está cubierta de barro y con algunas heridas y débil.
-¿Que ha pasado?-la agarro preocupado.
-Ella...
Le traigo algo de comer que prácticamente debora. Se da una ducha y cuando subo suspiro al verla de espaldas.
-Pequeña...-la abrazo por detrás.
-No hagas eso-murmura.
-¿Porque?-la miro.
-Porque me hace sentir segura y no quiero sentir eso.
Sonrió porque veo que aún queda algo de lo que siente por mí.
-Quiere que robe a mi padre-suspira.
-¿¡Que?!
-Pero claro, yo no soy tan estúpida, tengo un as en la manga que no se espera-rie.
Trago saliva no se si alegrarme por qué está aquí o que me entre miedo por lo que esa mujer pueda hacerle. De repente se abraza a mi llorando. Mi corazón se acelera y puedo sentir como el suyo también y esto me asusta.
