7:

172 15 0
                                    

Narra Adexe:

Sus manos se cuelan por mi pantalón, por instinto propio muerdo mi labio. No quiero hacer esto, sería usarla para intentar olvidar a alguien.

-Silvia, para.

-No.

-Silvia, por favor, para.

-No quiero, llevo tanto esperando tenerte así que no voy a desaprovechar está oportunidad.

Sabía que desde hace tiempo le gustaba pero no sabía que llegaría a arrastrarse así.

-Por favor...

-Yo quiero.

Se quita la camiseta, aunque me da vergüenza me es imposible apartar mi mirada de su cuerpo. Se acerca a mi, me besa y acaricia mi nuca. Yo mientras aprovecho para acariciar su espalda y desabrochar su sujetador. Lo dejó caer al suelo. Sus grandes pechos saltan a la vista. Aprovecho para besar su cuello y hombros. Quiero que se sienta querida por lo menos mi pantalón y boxers caen al suelo junto a su pantalón y bragas. Me hace caer en la cama. La pongo debajo de mi y beso cada cm de su piel. Es hermosa, no lo niego, pero no es a ella a quien veo cuando vuelvo a abrir los ojos después de un beso.

-No quiero que te sientas mal después de esto.

-Seré la chica más feliz del mundo porque al menos habrás estado entre mis brazos.

Suspiro. Me besa haciendo que me calle. Cierro los ojos tras ponerme el preservativo. Me da miedo abrir los ojos porque cada vez que los abro sale su rostro y me imagino que le estoy haciendo el amor a ella. Doy una última embestida llegando al orgasmo que nos lleva al clímax. Me tumbo a su lado, mirando al techo y sintiéndome la peor persona del mundo. Ella me abraza sin embargo yo me aparto tapándome con la sábana y girandome mirando hacia la pared, siento que he traicionado al amor de mi vida sin ni siquiera estar juntos.

Narra Goretti:

Miro las fotografías una por una, ese niño tiene los mismos rasgos que mi padre. Suspiro, me tumbo y miro al techo. Oigo la puerta pero no me molestó en ver quién es.

-Comprobado.

-¿Que?-le miro.

-Ese niño es hijo de tus padres, se llama Alejandro y tiene 3 años.

-Dios... Cuantas cosas me he perdido.

-He podido conseguir fotos de cuando el era pequeño ¿Quieres verlas?

-Si por favor.

Me las da, voy viéndolas una por una. Me duele haberme perdido todo esto.

-¿Sabe algo más? ¿Siguen viviendo en la misma casa...?

-Si, el niño ahora mismo está en el parque según mis contactos, pero claro, no te podrás acercar a él o te reconocerán.

-Ya-murmuro.

Me da la dirección del parque. Respiro hondo y me marcho. Me escondo detrás de un árbol y miro a todos los niños. Y ahí está mi medio hermano con una niñera. Me siento a ver cómo se divierte, no quiero acercarme, sería muy peligroso porque pueden llegar mi padre y mi madrastra de un momento a otro.

-Hola-me mira.

Le miro, mierda, me ha descubierto.

-Hola-me agacho a su altura y le miro-¿Que pasa pequeño?

-Pupa-señala su rodilla.

Miro su rodilla, tiene una herida y le está sangrando, esa niñera es tan estúpida que ni siquiera se ha dado cuenta y está mirando su móvil.

-Espérame aquí, ahora vuelvo.

-Vale.

Voy a una farmacia que hay cerca de aquí, compro lo que necesito para curarle y vuelvo con el. Le siento en uno de los muchos bancos que hay este parque y empiezo a curarle.

-¿Como te has hecho esto?

-Me he caio-sonrie.

Termino de curarle. Veo como mira detrás y sonríe.

-¿Hay alguien detrás de mi?

-¡Mami!-sonrie.

Mi cuerpo se congela del terror, me da miedo girarme por si me reconoce. Mientras Alejandro le cuenta lo que ha hecho en el parque yo me marcho corriendo como una cobarde, debería haberla plantado cara y no huir.

Eternally yours. Where stories live. Discover now