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NARRA ADEXE:

Entro en casa y suspiro resignado a escuchar la charla que me espera de parte de mi hermano. Me hago algo de comer cuando siento unos pasos detrás de mí. Me giro pero no es el, si no mi madre.

-Hijo, ¿Donde estabas?

-En un restaurante, he ido a comer con una chica.
-¿Si?-sonrie-¿y esa chica te gusta?

-No mamá, ya sabes de quién llevo enamorado todos estos años. Solo fui porque Nau me tendió una trampa, lo más seguro es que el la llamo para hacerme salir de casa y como él dice, empezar a rehacer mi vida.

Se acerca a mi, me da un abrazo, de esos que saben a gloria bendita y te dicen que todo va a estar bien aunque no sea así, los abrazos de tu mamá que aunque tengas 20 años siempre te ayudarán a sentirte mejor.

-Tu hermano quiere lo mejor para ti hijo, ya llevas 5 años sin saber de ella. Es hora de que rehagas tu vida y seas feliz.

Por un momento se me pasa por la cabeza pasar página como ellos dicen, olvidar todo lo que me hace mal y ser feliz de una vez por todas. Mi madre se queda esperando una respuesta que nunca llega. Suspira y se marcha. Subo y me pongo pijama.

-Contigo quería yo hablar.

-Adelante, ya estoy listo para que me heches la bronca.

-No es hechar te la bronca, entiende que odio verte así, eres mi hermano, desearía verte feliz como antes de que ella se fuera.

-No puedo, la quiero y aunque me lleve el resto de mi vida la voy a encontrar.

-Quizás nunca la encuentres.

-Algo me dice que está muy cerca.

Maldice por lo bajo y acaba marchándose, aún no se resigna a que esté así.

NARRA GORETTI:

Me doy una ducha y salgo del hotel. Voy a un centro de belleza para cambiar, por lo que se ve aún no han dado reporte de mi escapada.

-Señorita, ¿que desea?

-Vera...

Le explicó todo lo que quiero, asiente y me guía hasta uno de los asientos. Cuando acaba me vuelvo a mirar frente al espejo, estoy muy distinta la verdad. Salgo rápidamente tras pagar y vuelvo al hotel, no creo que nadie me haya reconocido.

.

Aliso la ropa que llevo con mis manos. He comprado demasiadas cosas y me he cambiado el look a uno totalmente diferente con el que nadie me reconocerá.

-Te queda muy bien.

Me giro rápidamente mirando al dueño de esa voz.

-¿Quién eres?

-El dueño de este hotel.

-¿Que quieres?

-Yo sé quién eres, mi hermano trabaja de dónde tú has escapado.

Trago saliva.

-¿Qu...que va ha hacer conmigo?

-Nada.

-¿Nada?

-Nada, me recuerdas muchísimo a mi pequeña, también tuve que internarla y uno de los locos que había allí... La asesino tras violarla.

Se de quién habla, no es uno de los miles de  chicos que hay allí.

-Te ayudaré.

-Se lo agradezco.

-Diremos que eres una hija mía, ya me inventaré yo algo.

-Gracias otra vez.

-Disculpa el atrevimiento, ¿pero porque te ingresaron en un centro como aquel?

-No confío en usted para darle esa información.

-Está bien, no te forzare.

-¿Puede dejarme sola?

-Si claro.

Me ofrece una sonrisa tierna, sale de allí. No puedo confiar en nadie ni bajar la guardia porque otros podrían descubrirme como ha hecho el. Saco de mi mochila las dos fotografías y las coloco de pie apoyadas en la lámpara y me quedo mirando las, juro que nos reencontraremos y me quedo mirando las, juro que nos reencontraremos, confío en que algún día pasara.

Eternally yours. Where stories live. Discover now