17:

158 10 0
                                    

Narra Lucas:

Me duele, me duele muchísimo haber destrozado su felicidad. Salgo de allí lo más rápido que puedo. Mis ojos están inundados de lágrimas y no logro distinguir bien por donde voy. Entro en un bar, me siento en la barra y empiezo a beber sin control para escapar de la situación.

-Tu.

Me giro viendo a un chico rubio de ojos marrones, es el mismo que vi en este bar, el que estaba tan mal.

-Yo.

-Siento lo del otro día.

Le quitó importancia haciendo un gesto leve con la mano. Me da la mano y se sienta en la silla que hay frente mi.

-¿Te pasa algo?

-¿Te importa lo que me pase? Ni siquiera me conoces.

-Solo me preocupo y trato de ayudarte, tú me ayudaste sin conocerme.

Pido el décimo trago, el alcohol ya está empezando ha hacer efecto y todo me está dando vueltas porque siempre he sido muy poco tolerante con el alcohol pero no me importa.

-Vale ya-me lo quita.

-Devuelvemelo.

-No, así no se solucionan las cosas.

-Si no hubiera hecho las cosas tan mal ahora mismo no estaría en esta situación.

Me mira a la espera de que le cuente algo más pero me niego, me niego a contarle a un desconocido mis problemas.

-A veces viene bien desahogarse con alguien.

-Es una cosa muy seria y si te lo cuento podrías entregarme a la policía.

-¿Has asesinado a alguien?

Trago saliva nervioso, me levanto y pago. Salgo de allí lo más rápido que puedo evitando le, el monstruo que fui me está pasando factura.

-Hermanito, ven aquí-rie.

Aprovecha que voy bastante mal para guiarme por donde el quiere. Llegamos a un almacén abandonado, huele bastante mal. Abre una puerta en ella hay una chica, inconsciente. Miro a Andrés que asiente confirmando lo que estoy pensando, el monstruo puede que vuelva a atacar.

Narra Nau:

Me quedo inquieto, se nota que tiene un pasado oscuro detrás. Vuelvo a casa, mi mente aún sigue barajando las posibilidades de lo que puede ser que haya hecho.

-Hermano.

-Hola.

Me siento en el sofá junto a él, me pasa algo para beber y le miro.

-Tenemos que hablar.

-¿De que?

-¿Recuerdas que te dije que encontré a Goretti?

-Aja.

-Es que ya no es seguro que este en ese hotel y...

-¿Y...?-le ánimo a continuar.

-Hola.

La miro, está muy cambiada, está más guapa y tiene un muy buen cuerpo.

-Cuanto tiempo.

-Si...

Es algo incómodo está situación porque no nos hemos visto desde hace mucho. La dejo que se siente a nuestro lado.

-¿Se va a quedar?

-Si.

-Ya sabes que por mi no hay problema, por el de papa y mama puede.

-Lo se.

Sé que quieren contarme algo más pero no se atreven.

-¿Algo más que contar?

-Si-suspira.

-¿El que?

-Si se queda aquí corremos el riesgo de que nos descubran.

-¿Quién?

-La policía o mucho peor... Andrés, recuerda que se escapó.

Trago saliva, no me gustaría ser cómplice en algo así.

-¿Y si nos descubren?

-Me encargaré de que eso no pase.

-¿Quién es ese Andrés?

Los dos me miran nerviosos, los miro con una ceja levantada intrigado a la espera de una contestación.

-Es un hombre que trabaja allí, es peligroso.

-¿Peligroso?¿En qué sentido?

Me cuenta la historia, de los dos chicos a las que no conozco, mi boca forma una "o" perfecta y mis ojos se abren como platos, me niego a que se quede aquí, pondría en riesgo a nuestra familia.

Eternally yours. Where stories live. Discover now