22:

152 12 0
                                    

Narra Adexe:

Salí de la habitación y baje las escaleras. Allí la volví a encontrar tras pasar toda la tarde encerrado en mi habitación.

-Hola-me miro.

-Hola.

Sonreí triste. Sabía que tarde o temprano se acabaría enterando así que decidí contárselo yo antes de que alguien más lo hiciera.

-¿Que pasa?

-Tengo que contarte algo.

Me miro por unos segundos y asintió. Tenía un vacío en el estómago y en mi garganta un nudo que casi no me dejaba hablar.

-Dime, ¿es algo malo?

-Se que después de esto te perderé para siempre, así que por favor, dame un último abrazo y un último beso-murmure.

Me miro fijamente, pude notar como una lágrima resbaló por su mejilla.

-¿Que pasa..?

-Lo escuché todo.

Suspiré. Me mantuve callado hasta que su mano impacto contra mi mejilla.

-No estábamos juntos...

-¿Y esa es tu excusa para ocultarme algo tan importante?

Negué. Retiro sus lágrimas con rabia y me miro fijamente. Sabía lo que iba a decir y que después de eso, la perdería para siempre.

-Hemos terminado.

Mi corazón se hizo mil añicos, sabía desde un principio que ella no iba a soportar que tuviera un hijo con otra. Subí tras ella y la miré a través de la puerta.

-Lo siento.

-Un 'lo siento' no va a arreglar el daño, ¡Adexe reacciona!¡Vas a tener un hijo con otra! Y encima con la persona que más odio-murmuro entre dientes.

Entre en la habitación y me arrodillé frente a ella, quería que se quedará a mi lado costará lo que me costará.

-Por favor, no me abandones-murmure.

Junte mis manos en forma de súplica. Rompió en llanto, sabía que la había cagado, y mucho pero no iba a permitirme el perderla por un error sin antes haber luchado para que me perdone.

Narra Goretti:

Terminé de guardar mi última camiseta en mi maleta. Ni siquiera me atrevía a girarme y a mirarme, sabía que si lo hacía le perdonaría.

-Ya me voy.

-No, por favor, no lo hagas-murmuro-

Cogió mi maleta sin yo esperarmelo. La guardo tras de él y no me permitio volver a cogerla.

-Devuélveme la.

Negue repetidas veces. Su respiración estaba empezando a agitarse y sus lágrimas no paraban de caer.

-No hagas esto más difícil.

-No quiero perderte.

-Debiste haber pensado en eso antes de acostarte con esa.

-¿Sabes la diferencia entre tú y ella? Que a ti te amo y a ella no.

-Am...-frene en seco antes de acabar la palabra-Adexe, no puedes decir eso cuando ella está esperando un hijo tuyo.

Se quedó callado. Quizás estaba pensando en lo próximo que me diría para evitar que me fuera... Pero para mí sorpresa agarro mi cintura y me beso tras pegarme contra el.

-Mi chiquita, te he perdido durante tanto tiempo que me niego a volverte a perder de nuevo.

Me aferre a su cuerpo por unos segundos y después me separé. Sabía que si le perdonaba esto tendría rienda suelta para engañarme de nuevo.

-No-murmure.

-Por favor, no te vayas-suplico llorando.

A estás alturas yo ya estaba llorando y no me importaba que me viera. Baje las escaleras.

-Adiós Adexe.

Ignore el llanto y los gritos de este en el desespero por hacer que volviera a su lado. Salí y corrí lo más rápido que pude hasta el hotel, era el único sitio donde yo podría quedarme aún a sabiendas de que Andrés podría encontrarme fácilmente. Me senté en el porche y lloré y me juré no volver a llorar más por el mismo tema aunque eso significará ser fría y cortante como el hielo.

Eternally yours. Where stories live. Discover now