IIX

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Omnisciente

— Adiós, Deku — sonrió despidiéndose del omega que sólo levantó la mano como despedida.
Finalmente había cerrado la cafetería dado por concluido su día de trabajo — ¡Oye! — gritó al verlo alejarse con pasos algo apresurados.

— ¿Si? — llevaba prisa, aún tenía que recoger a su hijo e ir a casa.

— ¿Te llevo? — Izuku negó con una sonrisa — Anda, no te dejare irte solo tan tarde — sin malas intenciones de por medio, quería ayudar.

— Así estoy bien, lo he hecho antes — quería llegar rápido, si, pero no sabía si podía confiarse de Katsuki.

— Pero ahora me tienes a mi — dió unos cuantos pasos acercándose al omega — déjame ayudar — Izuku suspiró y miró por unos segundos al alfa que tenía una mirada sincera.

— Está bien... — Katsuki se puso feliz y se le notaba.

— Mi auto está por acá — hizo señas a Izuku para que le siguiera hasta el estacionamiento de al lado — Aquí — abrió la puerta de su lado mientras Izuku caminaba hasta la del copiloto — Espera —

— No, puedo hacerlo por mi cuenta — en ese mismo instante supo la intención del alfa, se quería hacer el romántico abriendo la puerta para que el omega entre al auto.

Katsuki asintió con una pequeña risa, Izuku no era el mismo que conoció hace años, se le nota que es mas maduro e inteligente y le gusta esto.

Después de que Izuku le diera la dirección al alfa comenzaron el camino, Katsuki aprovechaba y manejaba un poco lento con el propósito de al menos pasar unos cuantos minutos más con ese omega que le alteraba los sentidos, lástima que en algún momento ese rato juntos terminaría.

— Aquí es — al escuchar eso el alfa se detuvo justo al frente de un edificio de departamentos — muchas gracias — Izuku sonrió cálidamente.

— Oye, no seré taxi, pero me tienes que pagar... Con un beso — el peliverde rió despacio al escuchar esto; "no has cambiado nada" pensó en tanto a la actitud del alfa.

— Lo siento, no tengo para pagar — fingió tristeza, si, quería besarlo, pero debía de mantener la compostura y no lanzar se a sus brazos de una sola vez.

— Solo uno, pequeño — Izuku negó — Hicimos cosas más intimas antes, un beso no es nada — guiño.

— ¿Por qué te empeñas en recordar lo que hicimos? — sonrió con la cara roja.

— ¿Cómo podría olvidarlo? — no era el único omega con el que se había acostado, pero para el no era solo uno de los muchos que había, no, para el ese era el que más quedó en su mente — Dame un beso, sólo uno — si por el fuera le robaría el beso a Deku, pero quiere sentir que también viene de su parte.

— Acércate... — el alfa lo tardo nada en hacer lo que el omega le pidió.
Izuku si le besó, pero en la mejilla tocando con la comisura de los labios del otro, ambos se tuvieron que contener de terminar comiéndose el uno al otro.
Al momento de intentar alejarse fue tomado por la espalda baja.

— Espera... — lo mantuvo cerca para así poder percibir el olor directo de su fuente.
Un escalofrío recorrió el cuerpo de Deku cuerpo al sentir la nariz de Katsuki pegada a su cuello y le agradaba la sensación de tenerlo tan cerca, le hacia sentir bien — Hueles delicioso... — gruñó bajo poniendo aún más sumiso al omega, su reacción fue echar su cabeza a un lado dando más espacio al alfa dejando en descubierto su cuello; Katsuki no tardó en reaccionar ante esto lamiendo su cuello lentamente.

— Kacchan... — algo dentro de su cuerpo le hizo regresar en sí y se separó rápidamente con un fuerte sonrojo — G-gracias... — no pudo seguir viendolo a los ojos y bajó del auto tan rápido como pudo.

Katsuki suspiró y sonrió victorioso, el omega de Izuku se doblegó ante su alfa, lo estaba logrando y no podía sentirse más feliz al respecto.

Izuku fue hasta el departamento de su madre con los nervios de punta como si aún tuviera a Katsuki cerca de el, jamás se había sentido así sobre un alfa en su vida, tal vez su reacción es tal porque el fue el primero o porque aún sigue sintiendo lo mismo desde hace tantos años ya.

Tocó la puerta con suavidad, ya era tarde y no quería hacer tanto ruido o llamar tanto la atención; su madre lo recibió con una sonrisa, había estado esperándolo despierta.

— Izuku — le dió un abrazo cálido — Tadashi ya está dormido — Izuku suspiró.

— Tendré que despertarlo para ir a casa... — Inko negó rápido.

— No, ya es muy tarde, aquí quédense — no dejaría a su hijo y a su nieto irse solos por la calle ya tan noche.

— ¿En serio mamá? — Inko sonrió noble.

— Anda, ve con Tadashi, está en tu habitación — le dió unas suaves palmadas en la espalda.
Inko quisiera que Izuku y su nieto vivieran con ella ya que según ella Izuku nunca dejaría de ser su bebé, pero el menor necesitaba independizarse un poco.

— Gracias mamá... — con pasos lentos fue hasta su habitación donde la luz ya estaba apagada y su hijo estaba en la cama muy dormido ya.

— ¡Papi! — no importo que tan cauteloso haya sido, Tadashi en cuanto sintió a su papá cerca se despertó animado, lo había extrañado mucho.

— ¡Hola! — el niño se lanzó a sus brazos en un fuerte abrazo de bienvenida.

— ¡Qué bueno que llegaste! — Tadashi se acurrucó en el cuello de su papá y para la mala suerte de Izuku, llevaba el olor de Katsuki — Papi... — "oh no" pensó Deku — ¡¿Por qué hueles así?!

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Holi :(
Ya mañana es mi último día de vacaciones mantenme porfa.
Espero les vaya gustandooooo
Voten y comenten, asi me dan más ánimos!
-Manuel.

¡papá! (Katsudeku)(Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora