Epílogo

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Omnisciente

La cabellera verde se veía casi volando por ahí, entrando y saliendo de la casa con apuro.

Cargando lo que pudiese llevar en sus brazos hacía el patio trasero.

— No vale la pena que hagas eso por el viejo — habló Tadashi, recargado en la barra viendo como el omega comenzaba a sudar.

— Claro que sí — limpio su frente sin dejar de sonreír — Mejor ayúdame — Tadashi rodó los ojos dejando caer el el celular.

— Todo yo... — se quejó bajito.

Izuku estaba preparando una especial comida para su alfa ya que este estaba de cumpleaños; invitó a sus amigos y a la familia con tal de hacer un lindo detalle.

Aprovechaba que Katsuki aún no llegaba del trabajo para preparar todo, aún así estaba corto de tiempo.

— ¡No, mejor ayúdame allá arriba! — eso lo dijo con una sonrisa nerviosa, sabiendo que no le iba a agradar a Tadashi.

— ¡Eso es peor! — frunció el ceño haciendo sonreír más a Izuku.

Tadashi entre más crecía, más se parecía a Katsuki.

— Te amo muchísimo, hijo — Tadashi se sonrojó y chasqueó la lengua.

Así de fácil caía bajo el control de Izuku.

— Está bien... — agarró su celular de nuevo, siguiendo la orden de su papá para ir escaleras arriba, aún quejándose en voz baja — Maldita sea... — suspiró parándose frente a la puerta de sus miedos.

De eso que le llega a sacar de quicio y a la vez le aterroriza.

Abrió la puerta y apenas entró, fue golpeado directo en la cara.

— ¡Vete! — ese grito se escuchó en toda la casa seguido de un gruñido del rubio.

— ¡Ya me tienen harto! — tomó al pequeño omega de apenas 8 años y lo lanzó directo a la cama.

Que por cierto, Tadashi ya no es un niño, es un guapo adolescente de 17 años, su actitud fuerte nunca se fue, hasta incrementó.

— ¡Akio! — gritó el pequeño en busca de ayuda, claro que no podía contra Tadashi.

El mayor gritó de dolor al sentir una fuerte mordida en la pierna izquierda.

— ¡Déjalo! — exclamó aquél que lo había mordido.

Así es, el miedo de Tadashi es un niño, bueno, dos.

Akio y Kaito, sus dos pequeños hermanos.

Los gemelos que podrían volver loco a quien sea.

Tomaron por sorpresa a todos, incluso a Izuku, cuando supo que estaba embarazado nunca pensó que sería premio doble.

Ambos omegas, de baja estatura, cabellos verdes, piel pálida y ojos rojos cuan rubí.

Su apariencia tierna y dulce no es más que un disfraz, ese par son la pesadilla de los profesores y el terror de los padres.

Son inquietos, ruidosos, muy traviesos, violentos y hasta abusadores.

¡papá! (Katsudeku)(Omegaverse)Where stories live. Discover now