¡papá! (Katsudeku)(Omegaverse)

XXVIII

Omnisciente

— ¿De verdad te irás? — preguntó Tadashi con un poquitín de molestia.

— S-solo ven-venimos por v-vacaciones... — respondió Daiki algo avergonzado de si mismo por tartamudear tanto.

— ¡Le diré a mi papi que hable con tu papá para que te quedes y así podemos ir en la misma escuela! — apenas había conocido al pelinegro y ya estaba planeando miles de cosas en su mente.

— N-no voy a l-la escuela — bajó la cabeza jugando con sus propias manos creando una distracción para si mismo — Y-yo hago eso e-en casa — Daiki tenía problema para relacionarse con otras personas, se ponía muy nervioso y asustadizo rápidamente aparte de llorar por cualquier cosa.

Por mismas razones Shoto decidió que estudiase en casa, así Daiki estaría más en confianza y con más tranquilidad.

— Si te quedas podrías ir conmigo a la escuela y la pasaríamos juntos — sonrió — ¡Estaría super! — Daiki medio sonrió con un leve rubor en las mejillas.

— Si m-me gustaría— Daiki tomó un poco más de confianza en Tadashi, ¡el era su primer amigo! — Y-ya nos hablan... — ambos escucharon la voz de Izuku llamarlos.
Ya tenían unas cuantas horas jugando y comenzaba a oscurecer.

— ¡No! Pueden esperar un rato — Tadashi no quería irse, Daiki tampoco; solo que uno de ellos es más obediente que otro.

— ¿Y si n-nos dejan? — Cabe recalcar que Daiki es un niño muy inocente y correcto comparado con Tadashi.

— ¡Yo te cuidaré! — se hizo el valiente — Yo ya me he quedado solo aquí — claro que esto era mentira, pero quería impresionar a Daiki.

— ¿S-si? — estaba sorprendido y con los ojos bien abiertos; Tadashi asintió lleno de confianza.

— Si, así que si estás conmigo todo va a estar bien — Daiki suspiró y asintió siguiendo el plan del alfa — ¡Tenemos que escondernos! — agarró la pequeña mano de Daiki, pero apenas se estaban levantando cuando Tadashi se topó con la mirada de su papá.

— ¿A dónde van? — preguntó Izuku viendo a ambos niños, el rubio rió nervioso.

— ¡Ya íbamos con ustedes papi! — mintió con tal de no ser regañado — ¿Verdad Daiki? — el menor pensó unos segundos.

— ¡S-si! — Izuku sonrió enternecido por Daiki que era como un angelito.

— Bueno pues ya es hora de irnos, Daiki — habló Todoroki agachándose un poco para así poder levantar en brazos al menor.

— ¡A-adios Tadashi! — Daiki agitó su pequeña mano con un poco de vergüenza, esto dejó sorprendido a Shoto, ya que el pelinegro nunca interactúa con otros niños y menos se mostraba tan efusivo.

— ¡Adiós! — Tadashi saltó sonriente y con fervor viendo como Shoto y su nuevo amigo se alejaban.

— ¿Ya son amigos, amor? — Izuku tomó la mano de Tadashi comenzando a caminar, no quería perder más tiempo ahí, no le agradaba caminar por las calles en la noche y menos cuando lleva a su hijo, pocas veces lo había tenido que hacer y era por mera necesidad.

— ¡Si, ya no quiero tener más amigos, solo él! — habló decidido sin poder olvidar los azules ojos de Daiki — ¡Mañana también vendremos! — no preguntó, exigió.

— Pues a ver qué resulta mañana...

[...]

— Ve a dormir... — habló Izuku sosteniendo la cobija que Tadashi jalaba una y otra vez.