¡papá! (Katsudeku)(Omegaverse)

EXTRA IV "Cansancio"

Omnisciente

— ¡Papi! — gritó uno de los niños apenas se sentaron en los asientos traseros del auto.

Katsuki recién recogía a sus pequeños de la escuela, como siempre los niños iban energéticos, mal día para hacerlo.

El padre de los gemelos iba cansado, no solo seguía molesto por las tonterías de Tadashi, también tuvo un día muy cargado de trabajo; que sus pequeños vayan gritando, peleando y dando golpes por todos lados solo lo estresaba más.

— ¡Pa, mira lo que Kaito me hizo! — Katsuki conducía concentrado en el camino, ignorando los chillidos de ambos, bueno, mientras pudo; sintió un golpe justo detrás de su asiento.

— ¡Niños! — gritó y en ese mismo instante se hizo el silencio.

Los niños se quedaron quietos y callados, mirándose entre ellos con miedo, sabían que la cagaron cuando su papá les gritaba.

Katsuki pudo respirar tranquilo.

— Papi... — escuchó la tierna voz de Akio, que la hizo aún más suave — ¿Estás enojado? — Katsuki los miró por el retrovisor y suspiró.

— No, está bien — tenía que aprender a lidiar con eso.
No podía dejar que su estrés afecte su día, menos se iba a desquitar con su familia cuando no eran culpables.

— Papi, eh... — ahora fue Kaito quien habló — ¿Genki se puede quedar a dormir en casa? —

— No — ni siquiera tuvo que pensarlo para responder negativamente.
Katsuki era celoso hasta con sus hijos.

— ¡Por favor, papá! — gritó uno de ellos — ¡Solo será hoy! — Katsuki creía fielmente que Genki quería a sus gemelos más que como amigos.

Era algo ridículo si apenas son niños.

Aunque poco sabía que en realidad era Kaito y Akio quienes no dejaban a Genki.

— ¡Por favor! — insistió Akio golpeando el asiento.

Si, los niños son muy berrinchudos, culpa de Katsuki en si.

Él los tiene de lo más consentidos y mimados, normal que cuando el alfa les decía "No", se pongan peor.

— ¡Papi! — chilló Kaito amenazando con llorar — ¡Di que sí! — Katsuki gruñó harto.

— ¡Está bien! — escuchó a sus pequeños celebrar — Solo cállense — suspiró.

Para su suerte, justo llegaba a casa, dónde finalmente podría tener algo de tranquilidad — Niños, lo que sea que quieran, dulces, salir, que hagan su tarea, cualquier cosa, pidan a Tadashi que lo haga por ustedes —

Los ojos de los peliverdes brillaron.

— ¡¿En serio?! — el mayor asintió sin verlos.

— ¡Pero siempre se enoja! —

— Esta vez no lo hará, si se enoja me dicen — ahora estaban respaldados por el mismo alfa mayor de la familia — Fuera del auto — ordenó bajando al mismo tiempo que los menores que corrieron emocionados hacia la casa.

Katsuki ni se molestó en bajar el maletín del auto, ni él sabe porque está tan cansado y odiaba pensar que no era el mismo joven de antes que aguantaba todo.

Entró a casa y sonrió, viendo como Izuku llenaba de besos y cariños a los menores de la familia.

— ¡Vayan a dejar sus cosas para comer! — ambos siguieron la orden de Izuku, corriendo hacia su habitación dejando cosas tiradas por el camino.