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Billie Eilist - all the good girls go to hell

No tenía tiempo para cuestionarme el porque ese hombre estaba mirándome con tal detención, supongo que mi sistema estaba lo suficiente alcoholizado para no pensar las cosas en ese momento, ahora me encontraba dirigiéndome con algo de dificultad al centro de la pista.

La gente choca contra mí, hay varias parejas bailando entre ellos y lo único que hago es seguir el ritmo de la música con mis caderas y mis manos, jamás me había sentido de esta manera.

Me sentía libre en esos minutos, lejos de ser la chica que pasaba sus días y tardes encerrada haciendo el trabajo de los demás, soportando inclusive sus malos tratos.Me sentía como el resto de mujeres que estaban bailando en la pista.

Seguía moviendome de un lado a otro, de manera sensual y ajena a mí.

En un momento choque con un hombre y casi perdí mi equilibrio si no fuese por una mano que se poso en  el escote de mi espalda.Una mano lo suficientemente grande para evitar que mi cuerpo golpeara el suelo.

Gire mi rostro para mirar a mi salvador. Su cara no se veía con claridad por dos cosas, una,la luz en ese sitio era escasa y la otra era que quizás tampoco pudiera acordarme de ella por el grado de alcohol que tenía en mi sangre.

- No debería tomar tanto y después ir hasta la pista para bailar de esa manera - al modo en que lo decía pude identificar que él también estaba posiblemente con copas de más.

- Sólo busco divertirme - respondí encogida de hombros.

- Pues esta no es una buena forma, hay toda clase de tipos aquí - fruncio el ceño mirando por encima de las cabezas de los demás y yo solté una risa.

Ni siquiera sabía el motivo por el que me estaba riendo.

- Disculpa pero debería seguir con lo que estaba haciendo antes de que aparecieras.

Me retire de allí y seguí con la siguiente canción, sin embargo unas manos me tomaron por la parte de atrás y se posaron en mis caderas. El hombre que tenía detrás mío sin duda alguna quería disfrutar del baile conmigo.

Mientras detuve su mano al bajar por mis piernas sentí su aliento calentar mi cuello. Su aroma era el mismo del hombre que me había encontrado hace unos instantes.

- Le dije que había todo tipo de hombres aquí - su voz ronca me paralizó cada vello de la piel y me sentí extraña.

- ¿Usted de nuevo? - sólo podía ver el color de sus ojos, ¿azul? Quizás grises..

- No soy como esos tipos.

- ¿Y qué tipo de hombre es usted? ¿El extraño que acosa a las mujeres?

- No acoso a las mujeres - sentí un tono de molestia en sus palabras-. Pero atraes a cualquiera con tu cuerpo.

¿Mi cuerpo? ¿Que tenía mi cuerpo? Allí habían muchas mujeres con figuras más esbeltas que la mía , incluso una adolescente tendría mejores curvas. Yo literalmente parecía aquel gusano de los hombres de negro, delgada y sin gracia.

- ¿Así que atraigo miradas?- enarque una ceja mientras sentía como el alcohol empezaba a jugarme una mala pasada en el estómago.

- Es lo que he dicho - volvió a hablar.

- ¿Acaso se ha sentido atraído por mi?

- No sabria explicarlo.. - la música hizo que me pegase a él, junte mis manos en sus hombros y coloque una de las suyas en mis caderas, sin miedo y haciendo lo que nunca en mis años de vida hubiera hecho empecé a moverme.

Seducir a un extrañoWhere stories live. Discover now