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Cama de rosas - Bon JoVi

Me acerqué al pasillo que me conducía a la enfermería y el brazo de Vicent me detuvo impidiendo que pudiera avanzar.

Sus manos se enlazaron a las mías y me hizo girar para verlo, una vez más me perdí en aquel color azul, en sus facciones y en lo placentero que se sentían sus manos nuevamente en mi piel.

- Te extraño - susurra mientras me pega a él-. Déjame demostrarlo - une sus labios a los míos en un suave beso, uno que no dura mucho tiempo, porque decido ponerle fin.

- Necesitamos tiempo Vis - es lo único que logro decirle.

- ¿Porque tiempo Jas? ¿Qué hay de lo que me dijiste de intentar todo juntos?

- Porque es necesario, ambos nos apresuramos a iniciar algo, nuestras inseguridades fueron las culpables de lo que ahora está pasando.

- No puedo seguir sin ti, mis madrugadas no son iguales sin verte, sin tenerte cerca,siento que voy a enloquecer – une su frente a la mía y me toma de la cintura. Mi cuerpo tiembla en cuanto siento su respiración sobre mi cuello.

- No puedo hacerlo – me alejo de sus brazos.

Aun lo sigo amando, jamás lo he dejado de amar.

- Lo que siento por ti, no va a cambiar, sé que estas enojada y decepcionada y sé que fui el culpable de que Antonella arruinara todo, debí ser.. debí ser sincero y no callarme, no callar lo que sentía cada vez que te veía.

- Tu yo debemos tener nuestro propio tiempo a solas y si ambos decidimos regresar lo haremos.

- Eso es como una esperanza ciega a un deshauciado Jas..

En aquel momento la celda de Javier había sido abierta para que pudiera ser trasladado a otra estación, la furia de Vicent se revelo en sus ojos y sin pensar sus acciones se acerco hasta donde se encontraba para golpearlo en todo su rosro.

- ¡¿Que le pasa a ese psicopta?! – grito Javier en el suelo mientas los policías lo levantaban.

- ¿Te crees muy hombre? ¡Te voy a esneñar lo que es ser un hombre maldito enfermo! – Vicent volvió a acercarse a él dispuesto a matarlo, era una fiera, un toro que había salido de su jaula,lo desconocía por completo.

- Señor Lasserre ¡basta, basta! ¡déjelo!.

- Le ha roto la nariz – susurro uno de los policías mientras yo conservaba la distancia.

- ¡Le debería haber roto las bolas! ¡Maldito bastardo!

- Suficiente, llévenselo – ordeno uno de ellos y lo vi ser conducido a una celda lejos de allí.

- ¿A donde lo llevan? – les pregunte mientras lo seguía.

- Lo ha golpeado, es necesario encerrarlo por agresión.

- Dios.. Vicent – susurro mientras estoy detrás de los policías.

- Puedo entrar sin ayuda – se soltó mientras entraba allí y se sentaba en la vieja y sucia cama que que había a un lado de la celda que le habían dado.

- Tiene derecho a pagar la fianza que le impongan – el policía cerro la celda mientras me quede a un lado-. Señorita Vega debería ir a la enfermería a que le hagan los exámenes.

- No voy a movemer de aquí.

- Deja de ser neceia y ve, necesitas que alguien cure esa herida – gruño mientras se quitaba su saco.

- Y tu necesitas llamar a Carl – dije furiosa-. Ahora estas encerrado,te dije que deberías controlarte.

- No me lamento de nada, debí castrarlo.

Seducir a un extrañoWhere stories live. Discover now