Seducir a un extraño

~10~

Fleurie - Hurricane

Me quedé pensativa ante su pregunta ya que me había tomado desprevenida.

- No creo que mamá se sienta feliz si me marcho lejos de ella.

- ¿Qué hay de ti? ¿Eres feliz ahí? - enarco una ceja.

- Yo tampoco sería feliz lejos de ella, no puedo dejarla sola.

- Tu hermana también vive junto a ella, ambas pueden cuidarse entre sí.

- No es tan fácil Vicent.

- ¿Acaso ese tipo vive con ustedes? - lo escuche mientras apretaba fuerte sus labios al decirlo.

- No, de ninguna manera, Javier sólo va muy seguido a la casa.

- Disculpame, soy un atrevido al pedirte una cosa de esas, es claro que quieres mucho a tu familia - dijo mientras se alejaba de mi lado.

- Todo esto es nuevo para mí, jamás un hombre me había dicho eso.

- Por supuesto - lo vi pasarse las manos por su quijada, posterior a eso pasó de largo al cuarto de baño para darse una ducha.

Aproveche la oportunidad para bajar las escaleras mientras me colococaba algo difenrente a la camisa que llevaba puesta. Encontré a Manuel regando las plantas y él pronto fijo su vista en mí.

- Muy buenos días señora Lasserre - aquello me provocó una sonrisa,no pensaba contradecirlo.

- Buenos días señor Manuel.

- ¿Ya se siente mejor?

- Si, ya no tengo nada. La próxima me aseguraré de no comer nada tan pesado por el camino.

- Entonces puede probar el chocolate que hace mi esposa, es el mejor del pueblo.

- De seguro.

- Su marido ha estado interesado en comprar uno de mis caballos, nunca alguien me había hecho una oferta tan tentadora.

- ¿Un caballo? - Vicent a enloquecido, ¿Dónde se supone lo llevaría?

- Es un pura sangre, hace rato lo mezcle con una yegua criolla y dio unos buenos potrillos, los más bonitos que he visto, ¿Quiere verlos?

- Me encantan los animales - sonreí mientras seguía a Manuel al establo. Llegamos y efectivamente la yegua estaba al lado de un hermoso potrillo color caramelo, al pequeño se le dificultaba mantenerse en pie-. ¿Dónde está el padre?

- Separado en la cerca continua - señalo con su quijada a la reja que los separaba.

- ¿Es acaso muy arisco con ellos?

Manuel suelta una risa.

- La yegua es quien es arisca con él, no deja que se acerque a su cría, piensa que le hara daño, pero Maximus no es  así - acaricia el lomo del caballo y este relincha a su tacto, es un hermoso pura sangre de color café oscuro y patas largas.

- Creo que puede que ella quiera después de que su potrillo este más grande.

- Estoy seguro de eso, deberían traer a sus hijos la próxima vez, es un buen ambiente para la familia.

- Eso no se va a poder - interrumpe Vicent-. No tenemos hijos.

- Bueno, quizás cuando tengan.

- No puedo tener hijos - responde él y su mirada toma ese brillo en particular.

- Lo siento mucho, tal vez puedan adoptar.

- Aún no me dices nada de mi oferta - levantó una ceja y la centro en el anciano cambiando la conversación.