Yuuri un omega que fue ingenuo, se enamoro del chico malo en la preparatoria, penso que podía cambiarlo, pensó que el podría amarlo, pero solo quedo en el olvido, Fue ridiculizado por el Alfa tratado como un cualquiera de una noche y desechado, en s...
Olvidar no es la solución, pero en este caso no querer olvidar pero no poder recordar algo es tan doloroso.
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Yuuri caminaba rápidamente, quería salir de aquí no quería estar en un lugar donde estuviese el Alfa. Se sentía tan patetico, estuvo sufriendo continuamente por un Alfa que no lo recordaba.
Años de burlas, el rechazo de las personas, que hablaran a sus espaldas, pero un dolor mucho más profundo el dolor de ser rechazado por su Alfa.
Cuando estaba apunto de llegar a la entrada, la voz de Otabek lo hizo detenerse.
—¿Yuuri hacía donde vas?— el Alfa Kanzajo tomó la muñeca de Yuuri y lo volteo, de los grandes ojos de Yuuri las lágrimas corrían el hermoso rostro del omega tenía una fachada triste
«—¿Que pasa Yuuri?— Volvió a hacer una pregunta, a lo que Yuuri solo contestó pegandose a su pecho llorando más fuerte.
Lo único que podía hacer Otabek fue llevar a Yuuri a una cafetería cercana y decirle que esperara ahí, le ordenó unos paquesitos de chocolate y una malteada de frutilla para que se calmara, tenía que termimara la reunió sin ningún problema
No es que Yuuri fuese un problema, su hermano era una de las cosas más preciadas para el, si no que era más bien algo que tenía que arreglar para que su hermano, su pequeño sobrino y su precioso—Futuro—Omega estuvieran bien económicamente.
Otabek llegó porfin a su hotel, se dirigió a la suit y vio a los dos Alfas, la pelirroja estaba tratando de aguantar su risa mientras el otro parecía deprimido sobando su mejilla.
Los Alfas captaron su precensia y lo miraron de inmediato, Otabek se paro recto y se dispuso a cerrar el trato.
—Lamento la espera y la repentina descomposición de mi secretario, ya arreglare este pequeño asunto con el— Un pequeño rugido sono por el lugar, Otabek fijo su mirada en el Alfa peli plateado, ahora sabía el por quién se trataba la actitud de su hermano, ahora solo faltaba saber el porqué pero eso se lo preguntaría a Yuuri.
—Bueno no esperamos tanto además hemos cerrado el trato bien y sin ningún tipo de problema— Dijo la Alfa procurando tapar el pequeño gruñido y hacer como si nada hubiese pasado.
—Bueno creo que eso es todo, nos vemos mañana en la planificación para su espacio de oficina y la planificación de todo lo que faltaría— Otabek estrecho la mano de la Alfa pelirroja siguiendo a la del peli plata.
Así una reunion que unió a dos empresas se logro y también una que uniría corazones y destinos.
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