Extra 1.

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Misha Nikiforov Katsuki.

La vida del mayor de los hermanos no era lo que uno llama fácil, venir de una familia famosa donde eras el único que no lo era, es muy tedioso.

Misha con 28 años—aunque no los aparentaba—era un asalariado normal, que quería pasar desapercibido del mundo de la fama, aunque le era un poco difícil con su apariencia.

Su cabello negro era lasio y sus ojos era de un color azul profundo, media 1,83 y su cuerpo era delgado con pocos músculos, pero era muy bello.

Unos pensaban que era un Alfa, otros que era un Omega. Pero Misha no tenía ningún olor en especial, más bien su género no se sabía, el pensaba que era un beta.

Pero el examen que se hacía cada seis meses no presentaba ninguna particularidad de su clasificación.

No tenía olor, no tenía la capacidad de emitir feromonas, pero eso es otro caso.

Camino tranquilamente por una pequeña plaza de juegos, el recuerdo de estar jugando con sus hermanos le vino a la mente, esos eran días divertidos.

Cuando cumplió los 15 se fue a estudiar a Japón su paiz natal  y mantenía poco contacto con su familia, pero viajaba de vez en cuando para visitarlos, luego de 5 años en Japón volvió para buscar trabajo aquí.

Su tío Otabek le había ofrecido un puesto en la empresa junto con su prima Yulia, pero el lo rechazo.

Quería valerse por su mismos, en un trabajo que el mismo haya conseguido, con sus propios esfuerzos. Fue fácil ya que tenía conocimiento en todos los requisitos.

Su trabajo era estable, pero sus relaciones no lo eran, tenía cero esperiencia en esto del romance y las parejas, y no se sentía calificado por su condición especial.

Sus pensamientos se vieron irrumpidos por un sonido en partícular, era su celular y en el sonaba el tono que le había puesto a su hermano menor Reiji.

—¿Dime, Shinya se metió en problemas de nuevo?.

—Claro que no, esta descansando ahora mismo, solo quería decirte que arregle una cita para ti y el presidente de MIT. Debes asistir es en exactamente una hora, no tienes permitido renunciar a esta oportunidad—respondió un Reiji muy calmado.

—¡Espera! Mocoso tu.

—Reiji no es un mocoso, tu virgen descarado, no quiero tener un hermano virgen, mas te vale hacer a ese viejo tu compañero, me tiene harto—grito Shinya atravez del teléfono.

La llamada fue cortada después de esas palabras, un tic apareció en el ojo de Misha. Realmente el mayor de los gemelos lo sacaban de quicio.

Solo tenían 21 años y ya era famosos mundialmente, Shinya tenía un actitud tan arrogante y burlesca mientras que Reiji el menor, era frío y dominante.

Misha tomó sus cosas y se apuró en ir a su departamento, iría a esa cita solo porque si no asistía les causaría problemas a esos dos.

Llego rápido y tomo una ducha, después abrió el cajón y escojo una ropa un tanto—muy deprimente—no quería llamar la atención de ese hombre, no quería una pareja, y no se sentía bien con tener una.

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A la hora indicada, llego al lugar de la cita el cual era un lujoso bar, se sentó y espero a él hombre el cual sería su cita.

Lo malo es que no sabía cuál era la apariencia de ese hombre, ni su nombre ni menos su género.

Espero y espero, rápidamente habían pasado dos horas y no había rastro de su cita, aguanto que personas lo vinieran a toquetear y que tratarán de meter cosas en su vaso, pero ya se arto.

Furioso se dirigió a la salida del bar, al salir una fría corriente de aire le llegó de frente, hacia mucho frío y el solo traía una camisa delgada.

Que ridículo, se sentía estafado. Suspiro y trató de caminar con el frío pegando en su cara, de pronto un peso se sintió en su espalda.

—¿Misha? ¡Eres tu!—una voz tan conocida sonó a sus espaldas.

—¿Ka.. Kasuya?—tartamudeo en respuesta.

—Que coincidencia, bueno diría que reconoceria tu espalda en cualquier lugar.

—¿Que.. Haces aquí? Pensé que estarías en japon.. Todavía.

—Tengo, bueno un negocio personal aquí que tenia que atender, nada más que eso—dijo incomodo.

De hecho todo con ellos dos era totalmente incomodo, más o menos todo ocurrió cuando Misha estaba a meses de volver de Japón. Ellos se vieron por primera vez en una cafetería, desde ahí el primero en hablar fue Kasuya, su relación fue avanzando.

Misha nunca nombró a su familia, ni tampoco dijo su apellido a Kasuya, tampoco le mensiono que se iría en un par de meses devuelta a EEUU, mientras Kasuya nunca le dijo que negocios tenía en EEUU. Era una amistad de secretos, y un día antes de que Misha volviera ellos tuvieron una apasionada noche, después Misha se fue sin decir ni una palabra.

—Ah, eso es bueno—respondió en medio de un susurro, nunca le había contado a nadie sobre lo que había pasado con Kasuya. Era su valioso y preciado secreto.

—Yo tengo que irme, tengo una cita con alguien y llegó muy tarde—Kasuya camino lentamente y se adentro al bar.

Mientras que Misha suspiraba, había sido doloroso encontrarse nuevamente con su primer Amor.

Antes de que la melancolía apareciera, el tan común sonido de su teléfono sonó.

—¿Ahora que? La cita no apareció y tengo frio—grito con un pésimo ánimo.

—¿Que como que no? Ese maldito de Kasuya, se que dijo que trabajaría hasta tarde pero eso de dejar plantado a mi hermano—grito indignado Shinya.

—¿Kasuya?.

—Claro, Shintarou Kasuya. Ese maldito es el diablo en perso..

Misha colgó rápido el teléfono y corrió dentro del bar, busco la hermosa apariencia de Kasuya, y lo vio en un rincón con su mirada pegada en el, y con una enorme sonrisa.

Desde el momento en que lo vio supo que Misha era la persona con quien se encontraría, su humor negro no cambiaba.

—Desde el principio sabías que era yo.

—¿Como no saberlo? Shinya es igual a tu cuando eras más joven—rio el guapo hombre, mientras Misha suspiro.

—Eres irremediable.

—Yo no soy el que huyo después de una noche apasionada, y dejó a otra persona buscándolo por todas partes solo con un nombre, ¿Sabias que tu nombre es demasiado común en Rusia?—rio nuevamente.

—Yo nunca dije que me quedaría—se sonrojo Misha.

—Y yo fui el tonto que te busco por 8 años, pero lo volvería a hacer para volver a verte y estar contigo.

La historia de estos dos, el amor que floreció en una cafetería y el reencuentro en un bar, marcarían su vidas por siempre.

—¿Por qué nunca me dijiste que eras presidente de una disquera? , pensar que eres el demonio que atormenta a mis hermanos, ¿como debería castigarte?—pregunto juguetón.

—No le diría algo así a una persona que no tenia intención en ser llamativo, huirias de mi. Y mi amado puedes jugar conmigo como quieras—devolvió las palabras con un tono juguetón.

¡Si! Definitivamente las marcaría.

°~Olvido~° |Omegaverse| ♡♡Victuuri♡♡Where stories live. Discover now