Yuuri un omega que fue ingenuo, se enamoro del chico malo en la preparatoria, penso que podía cambiarlo, pensó que el podría amarlo, pero solo quedo en el olvido, Fue ridiculizado por el Alfa tratado como un cualquiera de una noche y desechado, en s...
Busca entre todos para solo encontrar algo que siempre viste, pero que no quiziste por la sociedad.
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Era tarde en la oficina y ahí estaba Yuuri de un lado para otro con un gran dolor de cabeza, se había despertado muy temprano hoy para limpiar toda la casa y después llegar al trabajo para tener mucho papeleo.
Víctor estaba junto a Otabek en una reunión que duraría horas, y el tenía que hacer todo ese papeleo que se supone que harían los dos Alfas, gracias a Mila el trabajo no era tanto, pero igual lo abrumava.
-¿se puede saber como es que todavía no avanzas nada con Víctor? -preguntó la pelirroja alzando una ceja.
-Eso... Mi relación con el ya es cosa del pasado.
-¿ahh? Y yo tanto que me esforcé para que recuperaba su memoria, no desperdicies mi trabajo, dale una oportunidad solo una ¿si?.
Mila hizo pucheros por casi todo el resto del día, tratando de que Yuuri le diera una nueva oportunidad a su amigo quien había desperdiciado una gran oportunidad con un hermoso Omega.
-uff, ya termine.
Yuuri soltó un largo suspiro, su cabeza daba vueltas y tenía la leve sensación de que desmayaria en cualquier momento, sentía su cuerpo caliente, pero no tenía su celo solo era una fiebre muy preocupante.
Sus rodilla estaban apunto de ceder, cuando sintio una cálida mano apretando su abdomen.
-¿Estas bien?-una voz ronca sonó en su oído.
-Si, gracias.
Yuuri se recargo en el desconocido pata descansar, el desconocido era alto tenía piel caramelo y cabellos negros, sus ojos era de un verde esmeralda esquixito. Este desconocido era el modelo de la empresa.
-¿Estas seguro? Yuuri deberías descansar, tu olor está muy dulce, cualquier Alfa te atacaria- y es un beta, con cuerpo de Alfa y espíritu de Omega.
-Mi celo ya paso, y no tengo irreguralidad, solo estoy un poco inestable mentalmente.
-Alfa....necesitas un Alfa-sonrio el beta.
-¡ya basta Leo! Eso no es lo que necesito.
Leonardo o leo para los amigos, desde que se conocieron este modelo a tratado de emparejar a Yuuri con un Alfa rico y estable para formar una familia, bueno hasta que supo que Yuuri estaba marcado y tenía un hijo de un Alfa que lo abandono.
Y últimamente se entero por boca de su amiga Mila, que el imbecil de Víctor era el Alfa de Yuuri, pero que este no recuerda haber marcado a Yuuri por un accidente que tuvo hace 7 años.
Yuuri se despidió de leo y siguió su camino, ahora era su hora libre así que iría a tomar un café en la cafetería de en frente y volvería a trabajar, solo necesitaba relajarse.
Entró y se sentó en una mesita con vista a una florería, le gustaba comer aquí, le traía recuerdos de su infancia, su madre era una mujer esforzada que se casó con un empresario, tuvieron a Yuuri y después adoptaron a Otabek.
Fue muy difícil decirle en ese tiempo a su madre que el había sido marcado y embarazado, y después abandonado por el Alfa al que amo, pero su madre lo aceptó todo sin quejas, lo ayudó con su embarazo y con el cuidado de Misha cuando nació.
Si tuviera que dar las gracias a alguien seria a su madre, y también a su padre y hermano por todo el apoyo.
La mente de Yuuri se había ido lejos con todos los pensamientos, que no se percató de que un olor familiar había entrado en la cafetería hasta que su omega se volvió muy inquieto.
«Mio, lo quiero, dámelo»
Yuuri levanto la mirada y sus miradas se encontraron, muy incomodo para Yuuri quién desvío la mirada de inmediato.
-Pensé que tenias reunión hasta tarde.
-Sentí tu olor, se volvió cada vez más dulce, así que me retire de la reunión. ¿Tu.. Estas bien?-la voz de Víctor era baja y sin provocación, no quería que el omega lo hechara como en la noche anterior.
-Una reunión tan importante, no deberías saltarla así como así. No importa cuán preocupado estés por un omega.
-Tu no eres cualquier omega.
«Quiero que me abraze, dejalo, dámelo ahora»
Su omega estaba siendo cada vez más persistente, su cuerpo se estaba calentando y su mente empezó a quedar en blanco.
-¿Yuuri? Oye-Víctor abrazo el cuerpo de Yuuri, pequeños jadeos salieron de la boca del omega por la acción repentina.
-Sacame... De aquí-susurro con las pocas energías que le quedaban.
Víctor tomó su cuerpo, sacó dinero de su billetera y se llevó a Yuuri, en el camino todo omega y Alfa que se encontraban se les quedaban mirando, los Alfas con deseo y los omegas preocupados y con celos.
Llegaron al departamento que Víctor se había arrendado hace un mes, el Alfa dejó a Yuuri en su cama con cuidado.
-Espera aquí traeré algo para tomar y unas pastillas.
Yuuri asintió, y Víctor salió en busca de algo refrescante, entró en la cocina y abrió la navera y sacó una botella de agua, luego se dirigió a un cajón y sacó un par de pastillas, todo en menos de 10 minutos y luego regresó a la habitación.
