°~Olvido~° |Omegaverse| ♡♡Victuuri♡♡

018

Caminar dando círculos no te llevara a ningún lugar, sigue el camino que fue trasado por ti.

Hace unas horas un Víctor muy angustiado despertó, salió rápidamente de la cama y beso el cabello de Yuuri, mientras las lágrimas caían por sus mejillas.

—Lo siento por todo, Mi hermoso Omega.

Habia recordado todo, y se sentía un verdadero patán, recordaba por todo lo que había hecho pasar a Yuuri, y sabia que Yuuri merecía algo mejor.

Así que la mejor decisión que tomó fue escapar, y ahora estaba borracho al orilla del mar viendo el paisaje.

Habia llamado a Mila hace una media hora, y su amiga había llegado rápidamente a su encuentro.

—¿Así que recuerdas todo? Vuelve el Víctor patán de antes—su tono fue desgarrador para Víctor.

—Yo.. Recuerdo todo, pero no e vuelto a ser el mismo patán.

—Esa es solo tu opinión, realmente sigues siendo un imbecil.

Víctor no tenía palabras, su lobo y el estaban mal, no sólo por el recuerdo de haber abandonado a Yuuri hace años, si no por todo lo que devio afrontar el omega.

—Eres un cobarde, No esperaba mucha más de ti—dijo Mila recojiendo las botellas de alcohol.—Tenias una oportunidad con Yuuri, una de formar una familia con el, pero la desperdisias huyendo, abandonandolo, simplemente eres estúpido.

—No es así, yo... Solo lo protejo.

—¿De qué? ¿De un posible final feliz entre los dos?.

—Lo protejo de mi, yo lo lastime mucho en el pasado, no tengo perdón.

—¿Y que pasa con los sentimientos de Yuuri? Nisiquiera le preguntaste, solo huiste y lo abandonaste de nuevo.

—Es mejor así.

Mila cayó, no tenia caso, Víctor ya había tomado la decisión de quedarse aquí, y avandonar toda esperanza de amor con su preciado omega.

El tiempo pasó nuevamente y un mes había pasado desde que el Alfa abandonos nuevamente a Yuuri.

Su mente estaba en blanco cuando trabajaba, y sólo sonreía cuando veía a su pequeño hijo, el mundo que había construido fue destrozado nuevamente por las mismas manos.

—Yuuri deberías descansar, estás pálido y no haz estado en tu mejor estado últimamente—hablo la Alfa pelirroja, quien hacia todo lo posible por cuidar a Yuuri.

—Estoy bien, solo necesito tiempo, ya pasará.

—Tu y yo sabemos que eso no sucederá, algo así no se va de un día a otro—hizo una mueca.

—Mila yo no quiero hablar del tema, y por favor tu tampoco hables de él.

Después de un largo día, Yuuri volvió a su casa, le sorprendió ver a su hermano en la sala de estar.

Colgó su bolsa y se dirigió a preparar un té para que hablaran calmadamente, desde que había desaparecido Víctor Nikiforov todo era un desastre.

—¿Haz estado bien?—Otabek tomó el té y sirvió de la taza.

—¿Por qué no lo estaría?.

—Estas pálido y tu olor es más amargo, cada día.

—Realmente no es nada, no te preocupes—Yuuri se levantó y todo su mundo se volvió negro, Otabek sostuvo a Yuuri entre sus brazos.

Otabek sabía todo, sabía que su hermano era el omega de su desaparecido socio, y que su sobrino también era hijo de él, también sabía que el era el porque del cierre del corazón de Yuuri.

Tomó a Yuuri firmemente y se dirigió en su auto hacia el hospital, su hermano necesitaba asistencia, había pasado un mes completo sin su Alfa y eos le hacía mal a su cuerpo en especial su estaba en gestación.

—Eh dicho que nos vamos Víctor —grito Mila enojada por tercera vez.

La Alfa había venido a buscar a Víctor para llevarlo a la civilización nuevamente, y está vez iría con ella si o sí.

—No quiero, no tengo necesidad—Mila se detuvo, y su enojo se hizo más grande que no medito sus palabras antes de decirlas.

—Tuu... Tu omega esta casi muerto por tu ausencia, ¿sabes lo mal que es eso, para el? En especial en su estado, ya abandonaste a tu primer hijo, ¿realmente quieres abandonar al que viene?—despues de unos segundos, Mila tapó su boca sorprendida, la había cagado.

Víctor se sentó en el sillón en shock, tenía un hijo, el hijo de Yuuri en realidad no era de otro hombre más que de él, y su lindo omega estaba esperando un hijo, un hijo de él y Yuuri.

Se sentía un real cobarde, mientras el estaba aquí emborrachandose su omega estaba pasándolo mal, sufriendo sin el y el ni se enteraba.

—Iré, me arreglaré y iré. Y Esta vez no me separarse de él, lo conquistare y el será mío, como siempre tuvo que ser.