Capitulo 4: El final.

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- ¡Despierta, Baltimore!

El grito acompañado de los rayos del sol me pegaron de golpe y al mismo tiempo. Una nueva semana, un nuevo día, una nueva lobotomia. Me levanté de la cama sin protestar y me acerqué a ella, esta vez sin camisa de fuerzas. Aquella vez había estado teniendo terrores nocturnos la noche anterior, por eso me "castigaron" con eso.

- Buena perra – dijo la mujer cuando llegué a su lado. No tuve ni fuerza para fulminarle por más que detestara que me tratara así.

Me tomo del brazo para llevarme de nuevo a la sala que estaba a tan solo unos paso de mi habitación. Bendita suerte la mía que ni siquiera me dejaban prepararme mentalmente para el sufrimiento. Mis pies se arrastraban sin ganas por el suelo de la sala común del pabellón donde se encontraba Sally adelantando su hora de televisión. Supongo que fue la primera con la lobotomia y por eso necesitaba calmar su ira. También estaba Sunny jugando de manera triste con un muñeco de trapo hecho por ella, y luego estaba Edward, que me sonrió a lo lejos mientras trataba de animar a Sunny por algo que aún no me enteraba.

- Entra – ordenó Brandy cuando llegamos a la puerta que citaba "Lobotomia" y obedecí.

Marc Lorraine ya se encontraba de pie frente a la camilla con sus herramientas preparadas y con una sonrisa desagradablemente resplandeciente.

- Buenos días, Callie – dijo lentamente mientras se colocaba los guantes – toma tu lugar, por favor.

Brandy abandonó la habitación e hice lo que pidió. Lentamente y bajo la atenta mirada de Marc, tome lugar en la camilla y me recosté en esta. Marc se acercó a mi para ponerme la paleta en la boca y atarme las extremidades a la camilla, apretando más de lo normal. Tomó la paleta y me la metió en la boca dejando una caricia en mi mejilla al alejarse. Mi corazón siempre latía rápidamente cuando estaba cerca de mi, era increíble el terror que me causaba, y triste también. Vi a un costado en busca de Ava que aun no había aparecido ante mi, pero tampoco se encontraba allí. Suponía que debía estar frente al televisor con Sally. Oí como Marc ponía el alto voltaje y se acercaba a mi de manera presuntuosa con sus herramientas en la mano. "Lobotomia" pensé en su señal antes de que el la dijera, y las colocó en mi cabeza. Los choques invadieron todo mi cuerpo haciendo que temblara descontroladamente. Mi corazón que ya latía furtivamente, aumentaba el ritmo. Dolía y deseaba que me diera un infarto en ese momento. La espuma desbordaba por mi boca y la paleta, pero estaba tan fuera de mi en aquel momento como para que me asqueara. Mi vista se puso oscura.

- Tranquila – oí que dijo alguien – no te ocurrirá nada malo.

Su voz sonaba lejana mientras que mis sentidos se tomaban su tiempo para volver en si. Tenía los ojos abiertos pero seguía oscuro, y luego lentamente comenzó a aparecerse una pequeña luz borrosa a lo lejos. La silueta de Marc siempre se encontraba allí arriba, ocupando la mitad y creando una especie de media luna. Comencé a sentir el tacto de él sobre mi pierna nuevamente, alterandome. Se sentía como un cosquilleo leve pero solo eso bastaba para asustarme demasiado.

- Siempre me ha gustado tus piernas, Callie – oí que dijo. Mi vista estaba puesta en su mano, la suya en mi pierna y un poco más arriba. Trate de alejarme de él pero solamente logré marearme – Shh, no lo hagas. Sabes que será peor.

Sus caricias blandas de repente se volvieron más brutas a medida que se iba reclinando más sobre mi. Quise moverme pero estaba atada a la camilla y el leve movimiento me daba nauseas. Su mano fue subiendo pero se detuvo antes de tocar mi pelvis, en cambio la puso en mi vientre debajo de mi ropa.

- Dejame – musite mientras las lágrimas comenzaban a aparecerse.

- Callate – gruñó él.

Se mano fue subiendo hasta mi seno haciendo que me estremezca de terror. No quería que pasara, no quería que me tocara. Supongo que no podría evitarlo por siempre, todos alguna vez aquí dentro fueron sometidos a esto pero no quería, nadie querría. La rabia, el miedo y la tristeza se mezclaban en mi ahora mismo. Marc apretaba mi pecho a la vez que resoplaba en mi cuello antes de plantar besos que me daban nauseas. Gemía pero era en busca de mi voz que no salía de mi boca, lo que solo empeoraba la situación. Marc se subió sobre mi cuerpo y solté un sollozo. Tenía puesto un short de algodón, el cual Marc fue deslizando por mis piernas logrando alterarme aun más.

La maldición de Callie || Draco Malfoy y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora