Capítulo 26: Descubiertos.

713 63 5
                                    

Harry había salido de la habitación luego de saludarme casi con indiferencia. Por fin después de un poco más de medio año había entendido todo este asunto de la Orden del Fénix, Voldemort y Harry, y como hasta ahora había sucedido, mi admiración por Harry aumentaba cada vez más. Puse mi vista en aquel póster gigante que decoraba la Sala Común. Era la portada de aquella revista, El Quisquilloso, en la que Harry había dado una entrevista relatando algo que sucedió un par de meses antes de que nos conociéramos. Era terrible y triste y, honestamente, todo lo que decía me había asustado de sobre manera. Las piezas encajaban perfectamente y la historia estaba completa, lo que había causado cierto terror dentro de mí.

- ¿Sucede algo, linda Callie? - preguntó Fred acercándose a mí.

- Todo está bien – dije sonriéndole. Desde lo que sucedió con Draco me obligué a actuar de manera normal, como si nada hubiese pasado, y lo mismo hice con Draco solo para mantener mi conciencia tranquila – Es solo que no creí que este mundo sea una constante guerra.

- Sí, es triste siendo que es un mundo maravilloso – dijo George sentándose en la mesa.

- Pero no será para siempre – dijo Fred motivado sentándose en una silla junto a mí – Un día terminará y todo será sonrisas y diversión.

- No será muy distinto con ustedes – les sonreí.

- Eso es un bonito halago, pequeña – George despeinó mi cabello haciéndome reír.

- De igual forma, creo que ya es hora de que saquen ese cartel – dije señalando a un Harry que parecía hablar, pero nada salía de su boca como días antes había sucedido – Ya no tiene batería.

- ¿Qué? - inquirieron los gemelos al mismo tiempo.

- No son baterías, Callie – dijo Hermione bajando por las escaleras de las chicas – Sino que ya no tiene poder. Aunque estoy de acuerdo, ya deberían quitarlo.

- Pero, ¿por qué? - dijo George desanimado - ¡Es como nuestra bandera!

Hermione rodó los ojos: - Distrae a los estudiantes. Ni yo misma puedo sentarme a estudiar con la mirada de Harry constantemente sobre mí. Por suerte se ha callado, pero aun así es muy extravagante para la sala.

- Son unas aguafiestas – se quejó Fred empuñando su varita y en un santiamén, la portada de Harry desapareció.

- En fin, debemos irnos, Callie – dijo Hermione acomodando su bolso en el hombro – Se te hará tarde para Adivinación y a mí para Runas Antiguas.

- Oh, claro – dije tomando mi mochila del piso.

- ¡Callie! - exclamó la castaña cuando me ponía la mochila. La miré confundida - ¡No dejes tu mochila en el suelo, eso hace que bajes tu rendimiento escolar!

- ¿Qué? - inquirimos los gemelos y yo al mismo tiempo.

- Lo que oíste – dijo frunciendo el ceño – No la dejes en el piso.

- De acuerdo – dije un poco cohibida mientras terminaba de ponérmela.

- Si eso fuese verdad, explicaría muchas cosas – dijo Fred pensativo.

- ¿Dónde están sus cosas? - preguntó Neville llegando a escena.

- Allí – señalo George hacia un lugar junto al sofá más grande donde estaban completamente desparramados los libros fuera de las mochilas de los gemelos. Neville rió, pero Hermione pareció escandalizarse.

- Debemos irnos, Callie – dijo Neville – Tenemos que encontrar el nuevo salón de Adivinación.

Al parecer hubo un cambio de profesores gracias a la profesora Umbridge, por ende, un cambio de salón ya que era una especie de caballo hombre o, más fantasiosa y correctamente, un centauro. No lo había visto aún, estaba muy ocupada intentando no ver nuevamente a Draco encerrada en mi habitación, así que hoy sería mi primera vez.

La maldición de Callie || Draco Malfoy y tu.Where stories live. Discover now