Capitulo 15: Aquella cercanía.

995 95 6
                                    

Después de un par de días evitándolo, llegó el momento de enfrentarlo. Lo bueno era que comenzaba a controlar mis nervios, creo que después de estar encerrada con Fred en el armario podía soportar cualquier otra cercanía. Pero no sabía si funcionaba con Draco Malfoy.

Estaba de pie frente a la entrada de la biblioteca, como lo había hecho tantas veces, tratando de calmar mis nervios. Inhalando y exhalando. La gente que salía de allí me miraba extraño, pues siempre hacía lo mismo, pero no me importaba mucho. Así que me adentré de una vez por todas y busqué con la mirada al dichoso platinado. Se encontraba de pie con un libro en sus manos, como la primera vez que lo vi aquí. Sin embargo, no me detuve a analizarlo como la aquella vez, solo me acerqué intentando que los nervios desaparezcan.

- Llegaste – dijo cuando me vio frente a él – Pensé que te estaría esperando en vano otra vez.

- Lo siento – pronuncié, pues era mi culpa después de todo. Por estúpida y cobarde.

- Snape nos prestó el salón de pociones – dijo comenzando a andar, ignorando mi disculpa – Te quiero ayudar con pociones, se ve que tienes grandes problemas con la materia.

Caminamos en silencio lo que quedaba del trayecto. Me sorprendía que no estuviese mirándome mal o algo así, suponía que había dejado en el olvido lo sucedido pero no quería hacerme grandes esperanzas. Cuando llegamos al salón de pociones, él se acercó a donde normalmente se sentaba y encendió el fuego debajo del caldero mientras hacía una seña para que me acerqué.

- Comenzaremos con una sencilla, la Solución contra el Hipo que Snape intento hacer la otra vez – dije tomando los frascos de la repisa y murmuró – Espero que estén todos en su lugar.

No pude evitar soltar una risa ante lo que dijo, me había recordado a lo que había pasado ese día. Él me vio con el ceño fruncido y volvió a acercarse a la mesa.

- No creo que haya sido gracioso lo que tu novio hizo – dijo tomando el libro de pociones de mi mochila sin permiso, pero no me molesto.

- No es mi novio – respondí y aclaré con la garganta – Y yo creo que estuvo bien, se lo tenía merecido.

- Pues no parece cuando están siempre abrazados – dijo él buscando la página exacta.

- De todas formas, no es asunto tuyo – dije con cierta vergüenza. No me aminaba del todo a tratarlo así.

- Tienes razón, me da igual – dijo clavando sus ojos fríos en mi. Parecía furioso y suponía que era por todo lo que sucedió. Puso el libro frente a mi de mala gana – Comienza. Ya perdimos demasiado tiempo con eso de que faltaste.

- Sí – musité comenzando a preparar la poción.

Durante unos minutos, yo me encargaba de cumplir su orden mientras que él jugaba con su varita y me corregía si había algo en lo que me equivocaba. Como siempre. Era complicado, me sentía como Neville con Snape ahora mismo, Draco me ponía muy nerviosa y no podía evitar sentirme presionada por él.

- ¿Por qué faltaste? - preguntó de repente, haciendo que su varita pasee entre sus dedos.

- No me sentía bien – dije, aunque no era del todo mentira. Estar cerca de Draco me hacía querer vomitar siempre y tal vez necesitaba un respiro.

- Creí que tenías miedo – dijo él con una sonrisita de maldad. Lo miré y él hizo lo mismo, ensanchando su sonrisa - ¿Lo tenías?

- No – respondí volviendo a poner mi vista en el caldero. Él rió.

- Oh, Baltimore. Tenías miedo de verme – dijo aun riendo burlonamente. Mis mejillas enrojecieron inmediatamente, pues era verdad – Oh, te sonrojas, que adorable – siguió riendo.

La maldición de Callie || Draco Malfoy y tu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora