Capitulo 6: La noble y ancestral casa de los Black.

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Había encontrado el baño por mi cuenta temprano en la mañana. No sabía dónde estaba Ava, la había perdido en la oscuridad anoche y no volvió a aparecer aun con la luz del sol. Había tomado prestada una camisa blanca de Sirius que me llegaba un poco más abajo del trasero y usaba un short que había robado hace un par de días. Me paré frente a espejo del baño, nunca me había visto frente al espejo, al menos no desde hace un buen tiempo. Mi cabello rubio, era sumamente largo, casi llegaba a la cadera y mi rostro lucía más natural de lo que alguna vez ha estado, eso debía ser gracias al pollo de anoche. Tenía un poco de ojeras bajo mis ojos hazel pero estás estuvieron siempre y mi cuerpo era sumamente delgado.

- Necesito normalizarme – murmuré para mis adentros.

Cepille mi cabello y mis dientes con un cepillo que siempre llevaba en mis bolsillos, que muy penosamente había robado también, junto a una pasta de dientes. Eso era algo que tenía en el hospital también pero no había tomado antes de irme. Deje las cosas frente al espejo y me dispuse a salir de la habitación, pero antes de que pudiera abrir la puerta alguien más ya lo había hecho. Al chocar miradas, ambos lanzamos un grito y mi corazón comenzó a acelerarse.

- ¡Mamá! ¡Mamá! - gritaba el muchacho de cabello rojo mientras yo retrocedía hasta chocar con la tina y caer en ella - ¡Mamá! ¡Alguien se ha metido a la casa!

- ¿Alguien se ha metido? ¡Eso es imposible! - gritó alguien más llegando con el pelirrojo.

Todos se movían demasiado rápido para mi y los nervios ya me estaban haciendo temblar y querer vomitar. Una señora rechoncha de cabello rojizo, dos chicos iguales y Sirius llegaron hasta el baño, todos menos el último levantando una varita. Al ver a Sirius entre ellos mis mejillas se sonrojaron ante tal humillación delante de él, estando yo tirada en la bañera.

- ¿Quién eres? - preguntó de manera brusca uno de los gemelos - ¡Responde!

- Tranquilos – dijo Sirius entrando al baño viéndome con preocupación – es Callie.

- ¿Quién es Callie? - preguntaron al unisono.

- Es mi amiga – contestó Sirius tomándome de la mano para sacarme de la tina - ¿te encuentras bien, Callie?

- Aja – dije aun temblando.

- ¿Quién es ella, Sirius? - preguntó la señora con el ceño fruncido.

- Ya lo dije, es mi amiga Callie. Dejen el baño, por favor.

- Pero...

- ¡Por favor!

Sin decir más, los cuatro pelirrojos se fueron de la habitación. Sirius puso su vista en mi para inspeccionarme con detenimiento. Puso sus manos en mis hombros en busca de dejarme tranquila.

- Solo calmate, ¿si? - dijo con tranquilidad – no tienes por qué tenerles miedo a ellos. Inhala y exhala.

Hice lo que me pidió un par de veces acompañada por él y su apoyo me hizo sentir más calmada.

- ¿Mejor? - preguntó y asentí – bien, vayamos abajo.

- De acuerdo – musité.

Sirius puso su mano en mi hombro para conducirme al piso de abajo. Mis manos sudaban por el tacto y no podía sentirme más avergonzada por eso.

- Por cierto, te queda bien mi camisa – dijo haciendo que enrojeciera nuevamente – te la regalo.

- Gracias – murmuré.

Al llegar a la cocina se encontraban otros pelirrojos más, también gente de todo tipo de cabello. Todos pusieron su vista en mi y Sirius simplemente los paso por alto, aunque la señora fruncía el ceño cada vez más fuerte. Sirius me guió hasta el final de la mesa, el mismo lugar que anoche, él tomo su lugar en la punta y yo a su costado.

La maldición de Callie || Draco Malfoy y tu.Where stories live. Discover now