El escuadrón de Levi

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Snk pertenece a Hajime Isayama.

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Por más años que pasara encerrado entre los fríos muros de piedra de aquel cuartel, menos alcanzaba a comprender el significado de la familiaridad. Tal vez era un concepto  que jamás había experimentado realmente. Confiar en alguien era  sumamente difícil, implicaba una gran relación emocional con la otra persona. Años atrás, llegó a compartir su pequeña y diminuta casa con otras dos personas. Dos grandes amigos que ahora se descomponían a cada paso que daba.

El tiempo pasaba inexorablemente, se formaban nuevos lazos. Nuevos vínculos. Podía soportar salir varias noches con Erwin a aquella vieja taberna a beber. Sentía que en aquellos momentos él no le consideraba aquel subordinado que seguía sus órdenes. Sino, sólo un viejo amigo. Podía sentarse en la silla de su habitación con comodidad mientrás él le mostraba algunos escritos de su padre cuando era profesor. Ni siquiera le importaba comer con él en varias ocasiones.

Pero mantenía ciertas distancias físicas. Durante los horarios impuestos en aquel barracón para las duchas de los superiores, no intentaba fijarse en cual cubículo decidía escoger Erwin para asearse. Tampoco le preguntaba acerca de su virilidad ni cuando había tenido su primera erección. Cuando se había dado cuenta del cambio físico. La aparición del vello púbico. No sentía la necesidad de conocer esos detalles ni verlos a escasa distancia. De alguna manera, confiaba en aquel hombre, pero no trasladaba su confianza hacia una invasión hacia su privacidad.

Pero aquel concepto no era entendido por Hanji Zoe. La otra única persona en aquel sitio con la que había desarrollado el mismo vínculo de confianza. Y ahora comenzaba a vestirse tras retirarse su uniforme. Una vez más. De alguna manera, parecía no sentir ningún tipo de pudor cuando se desvestía tras un día de trabajo. Hablaba y hablaba sin parar sobre algo acaecido ese día.

La sensación que tenía con ambos, era de manera similar y al mismo tiempo distinta. Erwin se había colocado algunas de sus prendas mientras él permanecía en su habitación firmando algunos escritos. Pero no se desvestía completamente. Tampoco solía tumbarse en su cama. Ni le besaba en los labios. Ni se ponía su ropa. Pero ella parecía obstinada a dejar su olor en cada centímetro de su habitación.

Resopló en silencio mientras seguía sin atender a aquello que contaba. Podía atisbar algunos pequeños datos. Una pequeña explosión. Un experimento algo infructuoso pero que demostraba una de sus teorías acerca de los pequeños cañones que solían transportar. Combinaciones químicas que podían resultar peligrosas. Y cómo su subordinado más leal había conseguido detener el fuego a tiempo. Ella sonreía mientras pasaba una toalla por su cabello, secando el último índicio de polvo tras aquel extraño accidente.

Intentó sostener su mirada pero ella no parecía sentirse realmente interesada, enfrascada en su historia. Sus ojos bajaron con disimulo más allá de su clavícula. Una estrecha camisa que usaba como prenda de dormir que comenzaba a abotonar demasiado lentamente, sin importarle en absoluto que él continuase mirando su pecho desnudo.

Conocía el concepto de familiaridad. Poseer la suficiente confianza con otra persona para mostrar aspectos de tí que reservas en tu intimidad. Pero aquello transgredía los límites. ¿Acaso las personas debían relacionarse así? ¿Esa era la manera adecuada de mostrar tu confianza acerca del otro? Intentó imaginarse un contexto en el que él se desnudase en la habitación de Erwin y se pusiese su pijama mientras le contaba cómo había sido su día.

No, aquel tipo de escenario parecía más absurdo con cada segundo que pasaba por su mente.

- .......... Por lo que finalmente decidimos cambiar la proporción de nitrato de celulosa para poder controlar la carga explosiva – Levi pareció volver de su ensimismamiento y reconducirse en su conversación –Mañana haremos la prueba, ¿qué opinas? ¿Te interesa? Puedes venir a verlo. Desde una distancia prudente, claro.

Decisiones y arrepentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora