Perseguida

596 74 66
                                    


Snk pertenece a Hajime Isayama

.

.

.

La oscura humareda se reflejaba en la claridad de sus retinas. La ciudad estaba en llamas. O eso parecía. Dirigió su cabeza hacia los distintos focos. Solamente veía humo y más humo. El viento soplaba con fuerza conforme se internaba en aquel distrito que era rodeado por aquella densa humareda. Apenas podía respirar con aquella formación que oscurecía su capacidad su visión.

Comenzó a avanzar despacio mientras daba órdenes a su caballo de avanzar. Kenny visualizaba la escena horrorizado. Era incapaz de comprender que pretendía alcanzar Erwin Smith en sus bases, pero se había asegurado de evitar ser localizado. Alzó la mirada hacia los tejados, buscando alguna sombra. Imposible, ni siquiera sus habilidades eran las adecuadas para ver a través de su premeditado escondite. Maldito Erwin Smith...¿dónde te has escondido?, musitó mientras peinaba la zona con cautela.

- Caven, no pierdas cuidado de tu espalda. Si quieren averiguar algo de nosotros, pueden intentar sacarlo a la fuerza – escupió mientras escrudriñaba una chimenea lejana – Maldito sea, se nos ha adelantado por completo.

- Kenny, tu deber es proteger el legado de la familia Reiss. Localiza a ese infame – Rod se tornaba cada vez más nervioso - ¿Acaso pretende asesinar a mis hombres quemándolos vivos?

- Cállate maldito idiota y déjame pensar.

Las espuelas de su caballo comenzaron a disminuir su avance conforme tiraba de sus riendas hacia atrás. La humareda se tornaba blanquecina cuanto más cercana estaba del suelo. Abandonando el primero de los edificios en el que guarecían algunos soldados a sus órdenes. Ese idiota tiene razón.... los han matado a todos....Aunque....

Se adelantó hacia la puerta principal. Sus pies se arrastraban sobre el pavimento clamando por una gota de frialdad que aclarase sus ideas. Intentar equiparar el intelecto de Erwin Smith era una completa insolencia. Inalcanzable. Por mucho que intentase averiguar que tipo de dinámica intentaba proseguir solo conseguía darse contra una puerta cerrada. La misma de la que ahora se filtraba aquella humareda blanquecina.

- ¿Qué es esto? -se agachó mientras observaba que aquella humareda no poseía ningún tipo de calor y comenzaba a evaporarse conforme el contacto aumentaba a precipitarse – Caven, déjame tu arma.

Silencio a su espalda.

- ¿Caven?

Silencio de nuevo. Se giró súbitamente descubriendo a su subordinada desmayada en el suelo junto a aquel infame bastardo que comenzaba a reincorporarse. Se acercó con cuidado observando sus pupilas dilatadas. Una situación que había vivido con anterioridad y había presenciado en distintas ocasiones. ¿Acaso habían replicado aquel poder? Aunque de manera lastimosa, seguramente no durase más de unos instantes. La solemnidad del fundador no se podía duplicar en un patético laboratorio.

- ¿Ca...pitán? -repuso Caven mientras sujetaba su cabeza extrañada - ¿Qué hacemos aquí? Íbamos a internarnos en la ciudad y....

- Ya veo... ni siquiera tiene alcance para más allá de unos meros minutos. Una copia barata – se arrodilló frente a su jefe y examinó su rostro confuso – Reiss, lárgate de aquí. Caven, revisa la base central. Verifica si han modificado el armamento. Procura no respirar esta cosa. Seguramente lo habrán utilizado como distractor en más de un sitio. Cuando llegues allí, quiero que-

- ¡Abre inmediatamente esa puerta, Kenny! ¡Deben estar ardiendo! Si entráis ahora mismo podremos salvar parte de mis pertenen-

Un puñetazo aterrizó en su rostro obligándole a sellar sus palabras dentro de sus labios.

Decisiones y arrepentimientosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora